El festín de títulos mineros en Ingeominas que denunció el ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega, podría convertirse en un obstáculo para el despegue de la locomotora de minería. La solución a las “irregularidades” quieren salvarse trasladando esos derechos a las corporaciones mineras que desarrollan grandes proyectos.

 

Fuente: diario El Espectador

31/05/2011. Así lo califican expertos en el tema, quienes consideran que esto puede ser un mensaje negativo para los inversionistas que si bien están llegando podrían detener su impulso ante esta serie de irregularidades.

De acuerdo con el expresidente de Medoro, Juan Manuel Peláez, este tipo de situaciones podría poner en riesgo la llegada de capitales frescos tanto para exploración petrolera como minera.

El exdirectivo recalcó que la concentración de títulos en personas que no tienen ni la capacidad técnica ni financiera debería revisarse y que deberían aplicarse medidas para poder despojarlos de estos derechos, ya que esto se convirtió en un negocio multimillonario que afecta a las empresas que trabajan en el desarrollo de grandes proyectos.

Según recalcó Peláez, sucede que el Catastro Minero, que es la herramienta para entregar títulos, no es bueno y que se pueden cometer errores, como la definición de títulos en zonas de parques, la entrega de un mismo título a personas distintas, o la superposición de títulos con los aprobados a otras personas.

Peláez considera que es urgente la creación de la Agencia Nacional de Minería, que no solo asuma todas estas tareas de Ingeominas, sino también una labor policiva que detenga la proliferación de la minería ilegal, que es la más depredadora del negocio.

Por su parte, el geólogo Julio Fierro Morales señaló que si bien es bueno que el ministro haya denunciado esta situación que se venía dando desde hace varios años, es urgente que se aplique la normatividad al pie de la letra.

El consultor independiente explicó que el artículo 35 del Código Minero señala que en las zonas restringidas, como cascos urbanos, zonas de interés y patrimonio cultural y las playas, se requiere del visto bueno de los alcaldes para expedir los títulos mineros, pero que hasta hoy no se ha pedido una sola autorización a las alcaldías, a la Dimar o al Instituto de Antropología.

El exfuncionario del Ministerio del Medio Ambiente indicó que se requieren profundas reformas a la política, ya que es necesario que se apliquen cargas tributarias, puesto que, por proteger la inversión, al país no le queda nada.

Así mismo, otros expertos del sector sostienen que se debe cambiar la forma de identificar las zonas para titular, es decir, que se debe pasar de los polígonos irregulares a la cuadrícula, con el fin de evitar que queden corredores pequeños que no sirven para explotar, pero que sí se convierten en obstáculos para el desarrollo de grandes proyectos.

Si bien algunos califican esta situación como producto de errores causados por el caos en la plataforma tecnológica del Catastro Minero, hay quienes señalan que esto se hacía adrede para poder acceder a estos espacios, que sólo les interesaban a quienes tenían planeado venderlos muy caro a los empresarios que veían obstaculizado sus proyectos.

Peláez considera que la falta de un software indicado deja estos espacios, y que expertos en localizar estos lugares se han hecho millonarios con su comercialización.

Ingeominas, a reparar errores y castigar corruptos

Pese a que se han invertido $6.000 millones en la plataforma tecnológica de Catastro Minero, Ingeominas está trabajando manualmente la revisión de cada uno de los títulos para definir su legalidad.

Para evitar que se sigan presentando casos de corrupción, que permitieron a funcionarios de Ingeominas entregar títulos mineros como en una piñata, el ministerio de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega, señaló que la primera tarea es cambiar el sistema de adjudicación de títulos mineros, es decir, pasar de polígonos irregulares a cuadricula, como se hace en el Perú.

El funcionario explicó que el actual sistema se presta para que queden franjas muy pequeñas, que se convierten en corredores de nadie, que si bien tienen dueño, estos no se pueden explotar porque serían inviables.

Estas franjas se convierten en títulos de engorde, de lo cual se aprovechan sus propietarios para venderlos en cifras exorbitantes, que pagan las empresas que ven cómo requieren de ese terreno para hacer viables grandes proyectos.

Actualmente el espacio que encierra los 9.000 títulos adjudicados por Ingeominas es del 0,7 %, es decir, unas 488 hectáreas perdidas, las cuales serán de utilidad una vez sean anexadas a los títulos vecinos.

El viceministro de Minas, Tomás González, señaló que este tipo de situación evidencia que hubo corrupción en la adjudicación de predios, ya que a nadie le cabe en la cabeza que en una franja de 31 centímetros de ancho por 19 kilómetros de largo se puede desarrollar un proyecto de cualquier tipo de mineral.

En el país existen 114 títulos de menos de 0,5 hectáreas que son inviables para explorar y que se convierten en obstáculos para la ejecución de otros proyectos, por esta razón es que la nueva Agencia Nacional de Minería, asumiría todas las tareas de las delegadas en los entes territoriales salir a hacer rondas y adjudicar terrenos para explotación, en zonas donde está permitido de acuerdo con la Ley.

Frente a este tema el ministro de Minas, Carlos Rodado Noriega, señaló que de acuerdo con la providencia de la Corte Constitucional, la aplicación de una norma, como el Código de Minas, que prohíbe la explotación de cualquier tipo de minería en páramos, debe ser de inmediata aplicación, es decir, que debe ser retroactiva, pero para ello Ingeominas o la nueva Agencia Nacional de Minería deberá instaurar una demanda ante el Contencioso Administrativo para expropiar el título al poseedor.

Esta será una de las tareas que iniciará el Estado para tratar de reparar las fallas que presentaron en la adjudicación de por lo menos 37 títulos en parques nacionales o en páramos de los santanderes y Boyacá, como Santurbán, Pisba, Tota-Bijagual-Mamapacha y Chili-Barragán o el predio ubicado en el parque nacional natural Yaigoje Apaporis, en el Vaupés.

Este predio fue adjudicado el mismo día que el Ministerio de Medio Ambiente expidió la resolución en que se declaraba la zona como parque natural, pese a que la entidad le había informado a Ingeominas una semana antes de la decisión.

Actualmente se encuentra suspendida la recepción de solicitudes de títulos mineros, hasta tanto, no se evacue la solicitud de 16 mil interesados. Es de anotar, que ya se han resuelto 3.600 casos, que en un 90 % fueron rechazados.

Pese a que al Catastro Minero, herramienta que se utiliza para adjudicar un título minero, se le invirtieron $ 6.000 millones, Ingeominas tiene que hacer revisiones manuales, lo que podría incidir en la entrega de títulos superpuestos en parques o en zonas fronterizas. O la entrega del mismo título a 12 personas distintas.

Actualmente hay 93 títulos repetidos.

Hoy hay 860 títulos inscritos en el Registro Minero Nacional, que se encuentran en la etapa de exploración o explotación, que tienen vencida su vigencia, por lo cual los poseedores deben hacer su actualización o la terminación del título.