Los habitantes de la ciudad Bucaramanga habían marchado varias veces para pedir la protección del páramo y en contra de la minería a gran escala. En 44.000 hectáreas de este ecosistema no podrá haber actividades mineras ni agropecuarias. Los páramos colombianos son humedales localizados en áreas de altura donde nacen importantes cuencas hidrográficas y con reservorios de agua, con funciones semejantes a las zonas glaciares y periglaciares.
Fuente: El Tiempo
La delimitación del páramo de Santurbán, anunciada este lunes por la ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, y que dejó a salvo de la minería y de actividades agropecuarias 44.000 hectáreas, sienta un histórico precedente para el futuro de los otros 33 páramos del país.
Según la Ministra, el modelo usado para definir la suerte de Santurbán, es decir, la concertación con las comunidades, será reproducido para la delimitación del resto de los páramos.
De hecho, Brigitte Baptiste, directora del Instituto Alexander von Humboldt, anunció que las próximas decisiones se tomarán sobre los páramos Barragán (Tolima), Rabanal (Boyacá y Cundinamarca) y Pisba (Boyacá).
“Estamos trabajando fuertemente en Cauca, Nariño y Antioquia para llegar a procesos similares”, agregó la funcionaria.
En el caso de Santurbán, páramo que abarca municipios de Santander y de Norte de Santander, la lucha de los habitantes contra la minería del oro había comenzado hacía tres años.
Muy particularmente con el afianzamiento de la exploración de la empresa canadiense Eco Oro (antigua Grey Star) en los municipios santandereanos de California y Vetas. La multinacional emprendió su propia batalla para sostener los títulos mineros.
De hecho, esta compañía fue la más perjudicada con la línea de páramo creada, pues gran parte de su proyecto Angostura, en el que ha invertido 240 millones de dólares, quedó inmerso en la naciente área de páramo, que formalmente será implementada en dos o tres años. La compañía pretendía extraer 2,3 millones de onzas de oro al año.
Tras la presencia de multinacionales en la zona del páramo, habitantes y ambientalistas alertaron del riesgo que podría correr el agua que consumen 1,2 millones de habitantes en la capital santandereana.
Precisamente, este lunes en Bucaramanga, la Ministra de Ambiente precisó: “Los criterios que tuvimos en cuenta fueron técnicos y sociales. Es un modelo de desarrollo sostenible. Primó que el recurso hídrico es lo más importante para el área metropolitana (de Bucaramanga) y la Nación”.
Según la funcionaria, de los 28 títulos mineros que hay en la zona, 10 quedaron incluidos en la nueva delimitación.
La extensión del área protegida será superior a 44.000 hectáreas cuando el Ministerio de Ambiente defina la zona de Norte de Santander que será incluida en la nueva franja.
La directora del Instituto Alexander von Humboldt consideró la delimitación de Santurbán una decisión “sin precedentes, que tendrá repercusiones internacionales, porque había muchos países a la expectativa de saber cómo Colombia iba a resolver un conflicto potencialmente tan grave”.
Tal y como lo anticipó EL TIEMPO en la edición dominical, la Ministra de Ambiente anunció este lunes que en el área protegida los campesinos deberán cambiar su actividad para convertirse en “cultivadores de páramo”.
Precisó que el nuevo límite no corresponde a una cota altitudinal, sino a un análisis de fronteras geológicas, hidroclimáticas y de vegetación. Por eso, algunas áreas se marcaron desde los 2.900 metros de altura sobre el nivel del mar y otras se registraron desde los 3.300.
Este tipo de medida permitió que los cascos urbanos del municipio de Vetas y el corregimiento de Berlín quedaran por fuera de los límites de Santurbán. La minería artesanal, que no está en las ‘fronteras’ del páramo, será reglamentada para que no contamine.
Frente a las reacciones de mineras, ambientalistas y cultivadores que seguramente se producirán en los próximos días, la Ministra dijo estar preparada “para defender los recursos naturales y el agua para los santandereanos”. En tono jocoso, la nacida en Bucaramanga agregó: “Mi papá me dijo que venga poco (risas). Uno no puede gobernar con miedo. Estoy preparada para que se vengan de a uno o varios (risas)”.
Hasta este lunes no se conocía el nuevo mapa de Santurbán, y por eso las mineras no se pronunciaron.