El ministro de Minas, Carlos Rodado, reveló feria de licencias, ineficiencia, corrupción, laxitud técnica y normativa.
Fuente: Portafolio
30/05/2011. Tras varios meses de revisar los documentos disponibles y el catastro minero, que en palabras del ministro de Minas, Carlos Rodado, es una ‘catástrofe’, el Gobierno reveló un caótico panorama en materia de titulación minera, en el que hay claros vestigios de ineficiencia y corrupción.
De manera conjunta, el Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas) y el ministerio encontraron que la situación va más allá de los problemas de inseguridad y los accidentes registrados en meses pasados.
La evaluación dio cuenta de una institucionalidad débil y precaria en la fiscalización y control, al tiempo que evidenció laxitud técnica y normativa, así como una escasa exigencia en la aplicación de las disposiciones vigentes.
El balance reveló cinco tipos de irregularidades, que llevaron al ministro Rodado Noriega a señalar que “se acabó la piñata en la asignación de títulos”, pues el país ya lleva cuatro intentos de reestructuración de las autoridades mineras, sin éxito.
Por su parte, el director de Ingeominas, Óscar Paredes, dijo que ante la Procuraduría cursan 25 procesos disciplinarios en contra de funcionarios de la entidad por posibles irregularidades.
Títulos en parques naturales y páramos
Pese a que el Código de Minas dejó por fuera de la minería a estas zonas, hay 37 títulos cuyas áreas se superponen, total o parcialmente, sobre ellas. El más grave es un título de 2.000 hectáreas, todas dentro del parque nacional natural Yaigoje Apaporis (Vaupés). En Santurbán, el 82,21 por ciento del área del título está dentro del páramo. El Gobierno revisará cada caso para adoptar acciones administrativas, como la reducción del área asignada.
Especulación con áreas mínimas
Las normas han permitido la conformación silenciosa de zonas grises, de muy poca extensión, ubicadas entre diferentes títulos, que han sido asignadas a personas que luego las ‘negocian’ con los inversionistas de los grandes proyectos, quienes terminan pagando altas sumas de dinero. Hay 238 títulos inscritos, que no superan la hectárea. También hay uno de 19 metros de ancho por 16 kilómetros de largo y otro de apenas 33 centímetros cuadrados.
Anomalías en contratación
El rastreo reveló que 860, de los 8.900 títulos mineros vigentes a mayo, estaban vencidos. La ineficiencia quedó comprobada en una solicitud atendida luego de 43 años de haber sido radicada. Varias peticiones ‘se colaron’ en la fila, pues a pesar de que antes del 2010 había 12.333 radicaciones en espera, de las 6.832 que llegaron en el 2010, se aprobaron 206 en el primer semestre de ese año. Hay acaparamiento, como lo demuestran las 274 solicitudes de una sola persona, que además es titular de 11 contratos vigentes.
Tecnología Vulnerable
A pesar de que en el desarrollo de la plataforma tecnológica que soporta el catastro minero de Ingeominas se han invertido cerca de 6.000 millones de pesos, ésta nunca ha funcionado. El director de la entidad, Óscar Paredes, advierte que se sigue trabajando con tablas de Excel, lo que hace vulnerable el proceso. Con el apoyo del Banco Mundial, se trabaja en la implementación de un sistema eficiente y seguro.
Perjuicios a las comunidades mineras
Las áreas de reserva especial para las comunidades mineras de los municipios de La Uvita y Jericó (departamento de Boyacá) fueron entregadas en concesión a particulares, a pesar del conocimiento sobre el trámite que se adelanta en el Ministerio de Minas para delimitar estas áreas. En estas áreas se ha comprobado la intención de grupos irregulares de entrar a explotar los recursos mineros.