Así lo concluyó la Asamblea departamental tras la plenaria de diez horas que realizó este jueves y a la que asistieron representantes de la compañía Grey Star, que explota oro en la zona.

 

 

Fuente: diario El Tiempo

02/11/2010. El debate, que contó con la asistencia de representantes de la sociedad santandereana y de líderes ambientalistas de la región, buscaba conocer las respuestas a los cuestionarios que los diputados les enviaron a las secretarías de Planeación, Infraestructura y Agricultura del departamento, a Ingeominas, a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), al Acueducto Metropolitano de Bucaramanga y a la Greystar, para conocer y analizar el actual impacto socioambiental y económico que genera la explotación de oro en la zona. El páramo, calificado por los ambientalistas y algunos políticos de la región como una reserva ecológica en peligro, es una importante fuente hídrica, forestal y de biodiversidad del país. Se calcula que allí hay unas 200 mil hectáreas de tierra por encima de los 2.800 metros sobre el nivel del mar, y da vida a los ríos Lebrija (Santander); Pamplonita y Zulia (Norte de Santander), y varios de los afluentes que nutren los ríos Catatumbo y Arauca. Pero una serie de macroproyectos industriales que allí se realizan, como la explotación aurífera que hace la compañía canadiense Grey Star en el municipio de California (Santander), así como el uso indiscriminado del suelo para cultivos agrícolas por parte de campesinos de la región, se ha convertido de unos pocos años para acá en una fuerte amenaza ecológica. El diputado Carlos Alberto Morales, presidente de la Asamblea, fue enfático en las críticas que en diversas ocasiones ha lanzado sobre esta clase de minería que extrae riquezas en esa zona del departamento. Su fuerte intervención estuvo acompañada por unas similares de los diputados Roberto Schmalbach Cruz, Henry Hernández y la Diputada Yolanda Blanco. Los diputados señalaron que definitivamente es un impacto negativo que en la zona genera esa clase de minería. “Atenta contra vastas zonas de bosques, remueve grandes cantidades de capa vegetal, deposita inmensa masa de desechos contaminados por elementos químicos de difícil degradación y alta toxicidad, utiliza inmensos volúmenes de agua e interviene bosques asociados al páramo que son reservorios de agua, fauna y flora”, afirmaron. Morales Delgado fue categórico al solicitar que se suspenda el proyecto Angostura, proyecto de explotación de oro y plata que se realiza en el municipio de California. “No va a dejar nada bueno a Santander. En cifras no dejaría mayores regalías y en aspectos ambientales, que es lo más importante, generaría daños irreparables en el ecosistema y va afectar drásticamente el suministro de agua a más de un millón de santandereanos, por ejemplo”.

Agregó que no quedó satisfecho con la información que mostró la compañía Grey Star. Precisó que en la zona no se cuenta con un plan de manejo ambiental responsable, mientras resaltó las 90 mil hectáreas que serían afectadas en ese. En este punto, los diputados fueron apoyados por la CDMB, en cuanto al impacto negativo ambiental que se generará en la zona. Las críticas también se enfilaron contra Ingeominas. En el debate se afirmó que Ingeominas ha recibido 39 solicitudes de licencias mineras, en un área de 125.325 hectáreas, de las cuales 29 solicitudes se encuentran en zonas de reserva forestal. Entre licencias y solicitudes están comprometidas 148.296 hectáreas”.