El 21 de noviembre hay una audiencia pública que añadirá información final sobre la viabilidad ambiental de la mina Angostura en California, Santander. Después de eso, está en manos del ministerio de Ambiente definir si el proyecto sigue o se detiene.
Fuente: Dinero.com
03/11/2010. La emisión de acciones en Colombia y en buena parte, el futuro financiero de la compañía en el corto plazo, se los está jugando la firma Greystar Resources el 21 de noviembre, cuando habrá una audiencia pública en la que se comienzará a establecer el tamaño del efecto ambiental de su explotación en el proyecto Angostura, en Santander.
Según el portavoz de la compañía, Pedro Miguel Alvarado, habrá una primera audiencia informativa el 3 y 4 de noviembre y después de la audiencia formal del 21, quedará en manos el ministerio de Ambiente determinar si permite o no la explotación.
El argumento de los ambientalistas que se oponen fuertemente al proyecto está en que la mina está ubicada en un páramo. El proyecto, según lo afirma Pedro Miguel Alvarado, está ubicado a 3.200 metros sobre el nivel del mar.
La compañía se defiende con dos argumentos legales. El primero, que la ley que prohibió las explotaciones mineras en zonas de páramo fue expedida en febrero de 2010, dos meses después de que Greystar hubiera entregado formalmente su solicitud de explotación al Ministerio. “La ley no puede ser retroactiva”, dice el portavoz, recordando un principio legal. También argumentan que la altura en la que comienzan los páramos no está definida legalmente.
De otro lado, los ambientalistas señalan que los páramos son pisos térmicos que se ubican entre los 3.000 y 4.700 metros de altura y resaltan que no solo son una rareza mundial y una fuente de agua, sino que son tremendamente frágiles.
Sin importar lo que ocurra finalmente, Greystar está empezando a explorar en otros lugares, en particular en el Tolima.
Con todo, una decisión en contra del proyecto echaría a la basura una buena porción de los US$170 millones que ha invertido la compañía desde 1994 y dejaría sin explotar un yacimiento que se estima en 7,7 millones de onzas de oro y 2,3 millones de onzas de plata.