Desde Colombia llegan los ecos de la imponente movilización de la población en defensa de su agua y su ambiente. Una vez más queda claro el valor de la participación y la organización de las comunidades que deben enfrentar a transnacionales poderosas y sus socios de la política.

Fuente: Telesur, RCN Radio, minesa.com y Las 2 Orillas

Más de cien mil colombianos marcharon el viernes 10 de mayo en rechazo a la realización de actividades mineras en el Páramo de Santurbán, ubicado al norte del departamento de Santander. Los manifestantes alzaron sus voces en defensa de la vida y el agua del macizo montañoso.

Según la página oficial de la minera, vinculada a capitales de los Emiratos Arabes, “Minesa se estableció en noviembre de 2015 para desarrollar la mina subterránea de oro más grande en Colombia“, agregándose a continuación las habituales mentiras sobre propósitos altruistas de desarrollo, responsabilidad empresaria y métodos de última tecnología.

La manifestación del día 10 salió desde la Puerta del Sol, ciudad de Bucaramanga, capital del departamento de Santander. Las autoridades declararon “tarde cívica” y activaron un plan especial de seguridad. En rechazo al plan de minería, en Cúcuta y Bogotá, también se llevaron a cabo movilizaciones y un plantón frente a la sede de la ANLA, Agencia Nacional de Licencias Ambientales.

El Comité para la Defensa del Agua y Páramo de Santurbán rechazó por su parte cualquier política del Gobierno del presidente, Iván Duque, que afecte al ecosistema y obstaculice el servicio de agua que surte a la población. “De Santurbán se surte el agua que consumimos a diario y por eso invitamos a rechazar masivamente los proyectos extractivos contra el ecosistema”, dijo una de las integrantes de la comisión, Mayerly López.

El agua no tiene precio y no se vende por unos cuantos pesos de las regalías para tapar los huecos que ha dejado la corrupción en el presupuesto nacional”, aseguró el jefe de despacho de la Alcaldía de Bucaramanga.

A través del recorrido, el clamor de la población retumbó en las principales calles de Bucaramanga pidiendo “agua sí oro no”.

La presencia de jóvenes, estudiantes, ambientalistas,  docentes y hasta adultos mayores fue fundamental porque se unieron todas las voces para decir que la minería puede ser generadora de riqueza, pero no garantiza el agua.

Marta Quintero de Ríos, integrante de  una ONG indicó que esta es la única forma de exigirle al Gobierno Nacional que proteja los ecosistemas como el páramo de Santurbán. También señaló que se está haciendo una veeduría muy particular sobre la delimitación que viene adelantando el Ministerio de Ambiente.

Mientras tanto, Erwing Rodríguez, integrante del Comité Prodefensa del Páramo, sostuvo que este es el clamor de la ciudadanía que ve aún amenazada su agua, y la de sus hijos, ante la posibilidad de que el Gobierno Nacional otorgue la licencia ambiental para la explotación aurífera.

De esta forma está amenazada la región de Soto Norte donde Minesa pretende adelantar su proyecto.

Rodríguez dijo que también existen riesgos con cualquier proyecto de mega-minería que se ubique por encima de las bocatomas del acueducto metropolitano de Bucaramanga, en Santurbán o en sus ecosistemas circunvecinos complementarios.

Sostuvo el integrante del comité que hay aspectos que generan muchas inquietudes como la comunicación que se conoció hoy (por el viernes 10 de mayo) en donde el director de la ANLA, Rodrigo Suárez, le informa a la Secretaría de Transparencia de la Presidencia sobre los posibles hechos de corrupción que se están presentando alrededor de la solicitud de la licencia ambiental tramitada por Minesa.

“Más allá de dar a conocer de esta situación a la Oficina de Transparencia de la República, la ANLA -Autoridad Nacional de Licencias Ambientales-, dada la gravedad de la denuncia, debe ponerla en conocimiento de los Órganos de Control del Estado colombiano”, puntualizó.

La multinacional minera Minesa ha presentado al Gobierno colombiano un proyecto para explotar oro en las cercanías a la zona del Páramo de Santurbán. En lo que va del año se han sostenido más de dos reuniones, mientras la empresa espera por la aprobación de una licencia ambiental para iniciar los trabajos, donde se prevé la extracción anual de más de 400.000 onzas de oro y otros minerales en la zona de Soto Norte de este ecosistema intertropical.