Una de las propuestas solicita que el Gobierno “establezca límites y estrictas regulaciones socioambientales”. El Gobierno colombiano no ha respondido. Es uno de los primeros puntos en discusión en diálogo de paz y lo describen como crucial dentro de la agenda pactada en negociación.
Fuente: Informador
La guerrilla colombiana de las FARC, inmersa en un diálogo de paz con el Gobierno, pidió el martes mayores controles y regulaciones a la actividad minera y petrolera, que se han convertido en pilares de la economía del país sudamericano enlutado por décadas de guerra.
La propuesta fue hecha por el grupo izquierdista dentro de sus exigencias para acercar las diferencias sobre el sector agrario, el primer punto y descrito por las FARC como crucial dentro de la agenda pactada en la mesa de negociación instalada desde mediados de noviembre en La Habana.
Una de las propuestas solicita que el Gobierno “establezca límites y estrictas regulaciones socioambientales, o prohibiciones, según el caso, a las economías de extracción de gran minería a cielo abierto, de hidrocarburos, de generación de energía hídrica y de producción de agrocombustibles”, según un comunicado de las FARC divulgado a periodistas.
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos no dio respuesta inmediata al pedido, aunque anteriormente ha puesto a las actividades minera y petrolera como fundamentales para dar impulso a la economía colombiana y a la inversión en esas áreas.
Las FARC y el Gobierno colombiano, que buscan alcanzar la paz bajo el principio de “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, discuten una agenda que incluye también garantías para el ejercicio de la oposición política, fin del conflicto, solución del narcotráfico y compensación a las víctimas.
Otra propuesta de las FARC contempla la creación de un “Fondo de Tierras” compuesto por terrenos “provenientes de latifundios improductivos, ociosos o inadecuadamente explotados, tierras baldías, tierras apropiadas mediante el uso de la violencia y el despojo, y tierras incautadas al narcotráfico”, precisó el comunicado leído por el delegado Rubén Zamora.
Venezuela, que actúa como garante del proceso de paz, estuvo presente el martes en la mesa de diálogo a través de su embajador en la OEA, Roy Chaderton, quien no respondió preguntas antes de ingresar a la sala de convenciones de La Habana.
Aunque debilitadas por una ofensiva militar que inició en el 2002 el Gobierno del entonces presidente Alvaro Uribe con el apoyo de Estados Unidos y que obligó al grupo rebelde a replegarse a aisladas zonas selváticas y montañosas, las FARC aún mantienen la capacidad de realizar ataques de gran impacto.
Justamente el sector petrolero fue objeto el martes de ataques de rebeldes de las FARC, los primeros atentados desde que concluyó este fin de semana una tregua unilateral de dos meses que fue declarada por los rebeldes al inicio del diálogo de paz.