Desplazamiento y reducción del área agrícola a manos de la minería a gran escala e hidroeléctricas. El fenómeno lo perciben los productores cafeteros en diferentes zonas del país, quienes lo califican como algo preocupante para el futuro de la actividad que da de vivir a 563.000 familias en el país. Mientras tanto el Gobierno, conocedor del tema, no logra unificar su posición.
Fuente: La República
“Si en el cafetal mío descubren una mina de oro, la vendo”. Así de enfático es Ricardo Alonso Gutiérrez Agudelo, caficultor del Quindío, quien con su afirmación deja entrever como el apetito por la explotación minera puede robarle terreno a la caficultura.
El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, afirma que el problema no es solo de la caficultura sino de todo el sector agrícola. “Hace cuatro años hubo un festival de entrega de títulos mineros y ahora estamos viendo los problemas entre la minería y la agricultura por todas partes”.
Además de reconocer que lo que está ocurriendo es preocupante, Restrepo aboga por hacer un ejercicio conjunto para velar porque la minería no avasalle a la agricultura, y en particular a la actividad cafetera.
Pero para Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Hacienda, el país está avanzando muchísimo en materia de la normatividad ambiental en el caso de la minería. “No creemos en prohibiciones ni en decisiones que impidan la minería de plano, sino que más bien la regulen, de forma tal, que se pueda armonizar con el medio ambiente y, particularmente, con la caficultura”.
Cárdenas considera que es posible la convivencia de ambas actividades. “Sabemos de experiencias exitosas y ese es el camino. No debemos buscar el choque y la confrontación, sino buscar la armonía por la vía de una buena normatividad”.
Lo que se ve en las regiones
En el Quindío, según el caficultor Gutiérrez, hay minas que ya están concesionadas en los municipios de Salento, Córdoba, Buenavista, Génova, La Tebaida y Pijao, donde hay oro, cobre y cales.
Por su parte Mario Gómez Estrada, dirigente cafetero de Caldas, coincide con el ministro de Agricultura en que hasta hace algún tiempo hubo liberalidad en la concesión de títulos mineros. “Fue espantoso lo que las normas permitieron. A nadie le sorprendería que su propio cafetal sea denunciado por lo que pueda tener por debajo. Incluso nadie sabe si el subsuelo de su predio ya fue adjudicado a alguien más”.
Luis Fernando Botero Franco, director del Comité de cafeteros de Antioquia, reconoce que hay casos puntuales sobre los que se están trabajando. “Yo no diría que es algo generalizado, pero lo estamos analizando. La minería organizada es lícita, pero habrá que definir cómo se va a trabajar”.
Por su parte, el productor cafetero del Cauca, Jesús Muñoz, manifiesta su inquietud por la explotaciones de oro en esa región, en especial, en las áreas del Macizo Colombiano, Inzá, Valle del Patía y Suárez. “Lo que intentamos es conformar un frente común para resistir la contaminación química de la actividad aurífera”.
La caficultora María Muñoz advierte que en San Lorenzo, Norte de Nariño, se está acabando con la flora y fauna debido a las explotaciones de coltán.
Salomón Artunduaga, dirigente cafetero del Huila, sostiene que los proyectos hidroeléctricos como El Quimbo y Pericongo son una amenaza para la producción de café en el suroccidente del país.