Comisión Chilena del Cobre estimó que las mineras públicas y privadas deberán invertir 2,500 millones de dólares para adecuarse a las nuevas normas de medio ambiente que entrarán en vigor en el 2018.
Fuente: El Economista
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre, Sergio Hernández, estimó en 2,500 millones de dólares la inversión que deberá hacer en conjunto la minería pública y privada para adecuar las fundiciones a la nueva norma medioambiental de emisiones que comenzará a regir el 2018.
En el 2013, el Ministerio de Medio Ambiente emitió el Decreto N° 28 que establece a partir del 2018 límites para la emisión de material particulado (MP), dióxido de azufre (SO2), arsénico (As) y mercurio (Hg) para las fundiciones, proceso que es importante porque es una operación hidrometalúrgica que permite separar los metales nobles del cobre.
Hernández aclaró que “esa inversión (2,500 millones de dólares) es exclusivamente para respetar la norma ambiental en el 2018, no genera teóricamente ningún peso de mayor rentabilidad, es pura carga en respeto del medio ambiente”.
Además, precisó que de este monto total, la minería pública deberá invertir cerca de 2,000 millones de dólares, divididos en Codelco y Enami; mientras la minería privada, compuesta por Anglo y Glencore –únicas mineras con fundiciones – en torno a 500 millones de dólares.
Dentro de la minería pública, la Enami deberá invertir en la Fundición Paipote entre 320 millones de dólares y 500 millones de dólares dependiendo de la tecnología que finalmente la empresa estatal se adopte.
Para el representante de Cochilco, “la decisión del Gobierno es respetar la norma que hay, pero los análisis permiten siempre discutir las normas, cuando aún no llegan los plazos de cumplimiento”.
“Desde ese punto de vista, se ha analizado que si el país propone para una mejor calidad ambiental, una nueva norma más exigente que la que entrará en vigencia en el 2018 (…) norma que seguramente va a llegar en algún momento a proponerse y a ser ley más adelante; y decimos por qué no anticipamos normas más exigentes, pero damos más plazo para la inversión (y que se concrete después del 2018), probablemente esa inversión no solo va a considerar elementos de mejoría ambiental, sino que también rentabilidad”, agregó.
Hernández resalta la importancia de impulsar una nueva norma de adecuación de las fundiciones más exigente, pero con un plazo de implementación mayor al año 2018 advirtiendo que “si pensamos que toda la mayor producción que va a tener Chile en la minería del cobre los próximos ocho o diez años está exclusivamente en concentrado y nada en fundiciones; y consideramos que los chinos están teniendo una capacidad creciente de fundición, van a tener un poder monopólico de producción de cobre fino tan grande”
“Probablemente, que lo que pasará a lo largo del tiempo es que captarán toda la riqueza de los niveles de producción más bajo de extracción y de concentración, porque van a cobrar cargos de fusión y refinación tan altos, que nos van a absorber toda la rentabilidad de las etapas que nosotros producimos y vamos a generar una minería no rentable, muy poderosa, de mucha producción, pero no rentable”, culminó.