Pese a el triunfo de la comunidad de Caimanes en los tribunales para cerrar el tranque de relave El Mauro, y la ratificación de este triunfo por el Tribunal de Los Vilos este 9 de marzo, que ratifica y da orden de ejecución al fallo de la Corte Suprema del 21 de octubre del 2014, Minera Los Pelambres (MLP) ha argumentado mediante distintas estrategias y amenazas, que es imposible el cierre del relave que ha agotado la cuenca del Estero El Pupío, que irriga a la localidad de Caimanes.

Fuente: Radio Villa Francia
Entre los argumentos, esgrimidos tanto por el director de Antofagasta Minerals (controladora de MLP, y propiedad del grupo Luksic), Diego Hernández, como de la CPC, la SOFOFA y Asociación Nacional de Bancos, señalan el riesgo económico y laboral que implicaría el cierre del relave, puesto que, argumentan, esto implicaría el cierre de las faenas de la Mina Los Pelambres.

El otro argumento, y esta vez digitado desde la academia (en particular desde la Universidad de La Serena), es respecto a la imposibilidad factual de demoler el tranque y restituir el curso de aguas del estero El Pupío.

Sin embargo, ambos argumentos son producto de la posición de poder e incluso prepotencia con que cuenta Minera Los Pelambres, en donde no ha escatimado en amenazar con el desempleo, la desaceleración económica, a la vez que podría utilizar sus redes de influencias para obtener una posición favorable en los estudios y en la academia, para sustentar desde la supuesta evidencia, la imposibilidad o inviabilidad de cumplir con lo que los tribunales han ya dictaminado.

La amenaza, un recurso que comúnmente el empresariado utiliza para imponer sus condiciones

No es de sorprender que el empresariado, en un gesto de unidad y de consenso, preste apoyo al grupo Luksic en para cuestionar, y poner en relieve los supuestos daños que produciría el acatamiento de la resolución emanada por los tribunales en cuanto al cierre y demolición parcial o total del tranque El Mauro.

Es así que han salido distintas voces y personeros de la elite empresarial a mostrar su total respaldo a Minera Los Pelambres, a la vez que advertir, a modo de amenaza, de los serios riesgos humanos y económicos que implicaría el cierre y posterior demolición del relave El Mauro, a la vez que argumentaron como innecesaria la medida, e incluso dañina para el medio ambiente. De este modo, una a una de las asociaciones gremiales empresariales salieron apoyando al gran negocio de los Luksic.

Llamativas fueron las visiones dadas por la CPC y la SOFOFA en mano de los presidentes de dichas agrupaciones.

Hermann von Mühlenbrock de la SOFOFA argumentó a través de la amenaza de y de la desautorización de la validez de un tribunal en fallar en materias medioambientales que ya contaban con la certificación gubernamental, lo que según su visión, está “poniendo en jaque su credibilidad [de la institucionalidad] y garantías”. En otras palabras, lo que von Mühlenbrock amenaza es que de seguir estas condiciones y lógicas, se podrían restar de participar en proyectos de inversión.

La CPC, por su lado, ocupó una argumentación aún más llamativa, la cual fue cuestionar la factibilidad y el impacto ecológico de la resolución de los tribunales, puesto, argumenta Andrés Santa Cruz (presidente de la CPC), que es una “aberración” derribar el tranque, y que podría conllevar a graves daños ecológicos. Como veremos más adelante, esta línea argumentativa va a ser justificada mediante el discurso académico y de los “especialistas”.

Todas estas excusas y amenazas, se suman a las ya esbozadas por la minera en su comunicado oficial, como así por las vertidas por el director de Antofagasta Minerals, Diego Hernández a través de los medios de comunicación. Más allá de reiterar algunos elementos esbozados por las gremiales empresariales, Diego Hernández suma la amenaza de un eventual cierre de las faenas, de tener que cerrar y demoler el tranque El Mauro. Señala Hernández a El Pulso: “Sin el tranque, no podemos seguir operando. Estaríamos obligados a declarar fuerza mayor y suspender las operaciones de Pelambres.

Esto significa interrumpir los contratos que tenemos con proveedores de bienes y servicios, y también con clientes”. Amenaza así, explícita e implícitamente de desempleo y afectar a la economía local y nacional, si que se detienen las faenas de MLP. También, y para diluir la culpabilidad de las acciones emprendidas por MLP, señala que “El Mauro no afecta ni influye sobre el agua del estero”.

Todas estas, son las estrategias y argumentos llevados a cabo por la minera de los Luksic para si bien no revertir lo fallado, generar una opinión favorable que les permita aplazar hasta donde sea posible el cierre del relave El Mauro, hasta al menos encontrar otro sitio para llevar a cabo dicho proceso. También, y a pesar de las palabras que buscan matizar las opiniones, se ve una voluntad y un deseo de no respetar ni valorar lo fallado en tribunales.

Cuando el discurso académico coincide con el discurso empresarial

Dentro del despliegue mediático que ha realizado Minera Los Pelambres para intentar tener el máximo respaldo posible de la opinión pública (y así descomprimir el ambiente que los presiona a acatar cuanto antes el fallo), es que han salido todas estas declaraciones de apoyo y de solidaridad. No son meras opiniones, sino que todo parecería indicar que cada uno de los argumentos esgrimidos responden a lo que mediáticamente se debe decir al respecto.

Dentro de todas estas argumentaciones, nos encontramos con la de ridiculizar el fallo del Tribunal de Los Vilos, considerándolo inviable. Y para lograr aquello, es necesario oponer el argumento de autoridad del tribunal, al argumento de conocimiento de los “especialistas en el tema”. Por ello, y como suele funcionar los medios cuando se trata de instalar un discurso, el día 11 de marzo, luego del fallo en Los Vilos, diversos medios al unísono lanzan la nota de que un académico de la Universidad de La Serena, considera inviable e inédito lo acordado por los tribunales. Se trata de Jorge Núñez, académico del Departamento de Ingeniería en Minas de dicha casa de estudios, y también miembro del Centro de Agua para Zonas Áridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC). La noticia sale por dos medios originalmente dicho día -La Tercera y un diario local de la Cuarta Región, El Día-, y ambas notas son redactadas y realizadas por el mismo periodista: Cristián Riffo. Rápidamente otros medios replicaron la noticia, para convertirse en la voz oficial de un experto ya al finalizar el día. De este modo, la opinión queda instalada, y matizando (e incluso cuestionando desde lo técnico), lo fallado por los tribunales: no se puede demoler el tranque, porque sería un remedio peor que la enfermedad, rezaría el argumento.

Más allá de la probable operación mediática para instalar esta opinión, hay otros elementos que hacen cuestionable y siembran dudas sobre la independencia que tiene la casa de estudios antes mencionada (y en particular su Facultad de Ingeniería) respecto a uno de los grandes inversionistas de la región: Minera Los Pelambres. Llama la atención en este sentido la “alianza estratégica” que tiene o tenía el Centro Tecnológico de la Facultad de Ingeniería de la ULS con Minera Los Pelambres, que de continuar, podría poner en duda de la independencia y de lo exclusivamente técnico en lo señalado por Jorge Núnez a La Tercera/El Día.

Manotazos de ciego, o la compra del tiempo

No se puede negar de que las estrategias comunicacionales desplegadas para aminorar el golpe recibido en tribunales tuvieron al menos un ligero éxito. Aunque no se pudo cuestionar lo fallado, al menos generó un manto de dudas respecto a lo pertinente que fue dicho fallo, y de las consecuencias que podría tener, más allá de que todos consideren que “es lo justo”.

¿Cuál es el objetivo de esto? Como se decía anteriormente, de descomprimir, de disminuir aunque sea un poco la oposición, y con ello dilatar todo lo que sea posible el acatamiento del fallo. En este momento Minera Los Pelambres se encuentra en una operación de contener daños, y de mantener el relave, y con ello el funcionamiento normal de la mina, el máximo tiempo posible. En otras palabras, lo que quiere MLP es un escenario más favorable para poder comprar tiempo, y retrasar cuanto sea posible el cierre de El Mauro.
Manotazos de ciego dirán muchos, puesto que no se ve factible, dadas las condiciones y la oposición existente, a que MLP encuentre un sitio para construir un nuevo relave, sin encontrar oposición de las comunidades aledañas, y con la premura de que quieran o no, el tiempo se les está agotando.