Esta semana el precio de la onza de oro en los mercados internacionales alcanzó el máximo valor registrado en los últimos 27 años, u$s 735,8. Economistas y profesionales del sector explicaron que esta suba hace más atractiva la inversión en los proyectos mineros y más factible la explotación de yacimientos en los que el oro se encuentra más diseminado y por lo tanto hay menos gramos de oro en cada tonelada de roca. Son los yacimientos de «baja ley», en la jerga minera.

“Este aumento del oro impactará en San Juan en las áreas de alto riesgo y de baja ley de mineral; porque hoy la minería no explota una gran veta de oro sacando pepitas. Pero al aumentar el precio del oro, las zonas de reserva con leyes menores entran en la ecuación de costos de la empresa, y si había reservas calculadas por 30.000, por ejemplo, estas aumentan a 40 o 50.000. Muchos proyectos mineros de la zona que no eran rentables, van a pasar a serlo”, dijo el economista Eduardo Coria Lahoz.

En San Juan este ejemplo es aplicable a nuevos proyectos o a los que ya están aprobados o en explotación, como los casos de Veladero, en Iglesia, cuya explotación comenzó en el 2005, pero donde también la Barrick continúa explorando en la zona. Lo mismo en Gualcamayo, proyecto de Yamana ubicado en Jáchal, que comenzará a construirse en unos meses. Allí hay un reserva comprobada de 1,5 millones de onzas de oro, pero los recursos totales calculados en la zona son de 2,5 millones de onzas alrededor del rajo donde se iniciará la explotación, y donde el puede estar más diseminado.

Diario de Cuyo, San Juan