La minería, al igual que otras industrias extractivas como la petrolera, causa severos e irreversibles impactos, en las sociedades y en el medio ambiente. Uno de estos impactos es el incremento del calentamiento global, con los consecuentes desastres climáticos. Aunque no siempre sea evidente, la relación entre cambio climático y minería es directa.
Por Acción Ecologica
Quema de combustibles fósiles en los procesos mineros
La industria minera y metalúrgica es responsable de más del 20% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero (GEI) pues se estima que esta industria consume alrededor entre el 10-20% de combustibles fósiles. Este consumo se da en el uso de maquinaria y durante los procesos de explotación de los minerales y también se da con intensidad durante la refinación y procesamiento de minerales.
Las fundiciones metalúrgicas demandan grandes cantidades de energía en los procesos de remoción de humedad (secado), calentamiento de menas (tostado), fusión, recristalización, destilación, electrólisis, entre otros. En Perú, por ejemplo, las emisiones de CO2 provenientes de las fundiciones metálicas (La Oroya, Ilo y Cajamarquilla), sufrieron un incremento del 300% entre los años 1994 y 2000 de acuerdo al CONAMA, Perú. La industria de cemento y las siderúrgicas son particularmente consumidoras de combustibles fósiles y sumamente contaminantes de la atmósfera.
La producción de material particulado de plomo o azufre alteraran la composición atmosférica local y regional, provocando que la atmósfera se vuelva más seca y caliente.
En cuanto a la extracción de carbón y su posterior quema para termoeléctricas es directamente responsable del cambio climático por la combustión de este hidrocarburo.
Durante el transporte de los productos se emiten también muchos gases con efecto invernadero. El mercado de minerales tanto terrestre como marino, es gigantesco y pocos mencionan su peso en incrementar el cambio climático.
Emisiones de otros gases con efecto invernadero en la minería
Durante los procesos industriales mineros se emiten grandes cantidades de Óxidos de Nitrógeno y de Ozono a nivel de tierra que son, a parte del CO2, otros de los gases con efecto invernadero. La construcción de embalses para la generación hidroeléctrica para la industria minera es también directamente responsable de la emisión de metano (CH4) que es 20 veces más contaminante que el CO2.
Muchas faenas mineras se alimentan de energía generada por centrales termoeléctricas que queman petroleo o gas, o peor aún, queman coque de petróleo y carbón, los mayores contribuyentes al cambio climático.
Otros factores
En los lugares donde se instala la industria minera, hay un impacto social muy fuerte, pues en muchos casos ocupa tierras agrícolas fértiles y de cierta forma obliga a los agricultores a convertirse en empleados de la empresa minera. Esto tiene también un impacto sobre el clima, puesto que las comunidades campesinas con sus prácticas tradicionales, sin agrotóxicos o protegiendo los suelos enfrían el planeta.
Impactos por deforestación y pérdida de suelos
La pérdida de bosques es una causa muy importante del cambio climático. La industria minera muchas veces causa deforestación y la consecuente emisión de CO2. La degradación de suelos, por contaminación y remoción de las capas de suelo también son factores que contribuyen al calentamiento global.
La minería se está expandiendo en territorios indígenas quienes han cuidado por miles de años los bosques, que regulan el clima de la tierra.
El agua en la minería
La industria minera no solo contribuye a incrementar el cambio climático, sino que además acrecienta los impactos del mismo. La industria minera es altamente consumidora de agua y con el cambio climático, uno de los principales problemas será la disminución de los recursos hídricos, por lo que la industria minera estaría acrecentando la difícil situación climática.
La tendencia es el acaparamiento para garantizar su acceso, y la posterior contaminación y pérdida, lo que además estaría vinculado a la militarización, violaciones a los derechos humanos y agudización de los conflictos por el agua.
Otros impactos de la minería
Con el cambio climático habrá un aumento de las enfermedades y crisis en los sistemas de salud pública. La industria minera ahondaría el problema de salud pública puesto que es directa responsable de numerosas enfermedades respiratorias, entre otras.
Con el cambio climático se producirán hambrunas. La industria minera que ya atenta contra la soberanía alimentaria agudizaría el problema.
La industria minera se considera a si misma víctima del cambio climático, con una actitud de desprecio hacia los verdaderos afectados que son las comunidades indígenas y campesinas, en particular las mujeres, quienes a su vez ya son las principales afectadas por la industria minera.
La industria minera y las falsas soluciones al cambio climático
En lugar de enfrentar el problema del cambio climático a través de medidas coherentes como ya no extraer más hidrocarburos ni abrir más minas, proteger los bosques y respetar los derechos de los pueblos que habitan en ellos o alentar la agricultura campesina, se están promoviendo falsas soluciones como son las hidroeléctricas, las plantaciones forestales o la energía nuclear y el mercado de carbono. La industria minera es una de las principales promotoras de estas falsas soluciones.
Por un lado, la minería demanda de mucha energía por lo que tiende a construir centrales hidroeléctricas, que como ya dijimos emiten metano que acrecienta el calentamiento global. Por otro lado, la industria minera se ve alentada a extraer más uranio para satisfacer la demanda de las centrales de energía atómica, y sus consecuentes riesgos e impactos socioambientales.
No debemos olvidar tampoco que la industria minera está utilizando los Mecanismos de Desarrollo Limpio y el mercado de carbono, a través de centrales hidroeléctricas o plantaciones forestales para obtener créditos de carbono que le permiten seguir contaminando la atmósfera y seguir causando los desastres ambientales.
Con el pretexto de utilizar energía limpia, se priva a las poblaciones locales del uso del agua y se la destina a la construcción de proyectos hidroeléctricos. Se pretende justificar la ocupación de cientos de miles de hectáreas de uso agrícola, páramos y bosques para la implementación de las plantaciones forestales, con el argumento de que los árboles de éstas son concentradores de carbono. La apropiación ilícita de enormes territorios de bosques y páramos, es vista como una medida para evitar emisiones de CO2 causadas por la deforestación. Por último, con la producción de los mal llamados agrocombustibles – que están ocupando millones de hectáreas de suelos agrícolas -se está quitando el alimento a la gente para dar combustible a los vehículos .
Tales falsas soluciones al calentamiento global está arrebatando los suelos, los territorios, el agua y la biodiversidad de los pueblos indígenas y campesinos del mundo. Como una forma de lavar su imagen de ser parte de los responsables del cambio climático las empresas mineras promueven también los agrocombustibles con los conocidos impactos sobre el suelo, las comunidades, las culturas, los territorios indígenas, etc.
Más información: mineria@accionecologica.org