Pequeños artículos sobre diálogo, discriminación, represión, un buen libro y algunos guanacos, todo en torno a los conflictos que envuelven a la megaminería en nuestro país.

 

 

Por Hernán Horacio Schiaffini

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Martín Fresneda es un dirigente cordobés, miembro fundador de la Agrupación HIJOS de esa provincia. Llevaba apenas horas de haber sido designado como nuevo Secretario de Derechos Humanos de la Nación, cuando Luis Beder Herrera, Gobernador de La Rioja, se despachó con las siguientes afirmaciones: “los escraches nacen en Alemania, cuando los nazis marcaban las casas de judíos y luego terminó en una matanza de millones. Se demoniza a la gente. Imagínese haber demonizado a los judíos sólo por ser judíos, y luego mataron millones de ellos. Es una práctica que no se usa en el mundo, por los recuerdos que trae”.

Y después dijo: “En Famatina hay cuarenta hippies, gente que no trabaja, vive gratis y tiene actividades non sanctas. Allá la gente los repudia. La gente tiene que reaccionar pacíficamente y decirles que se retiren del frente de su casa. Cuando metan a dos o tres presos, se termina” (la protesta contra la minería).

Es llamativo que la segunda parte de las declaraciones de Beder no hagan otra cosa que aplicar aquellas prácticas criticadas en la primera, “marcando” a “cuarenta hippies”. En esto parece seguir a su colega sanjuanino Gioja, quien ya se había manifestando tachando de “nazis” a otros opositores a la minería a cielo abierto.

Pero más llamativo pareció que el Gobernador desconociera, primero, las diferencias que existen entre la Argentina actual y la Alemania nazi, y segundo, el lugar que tuvieron los escraches en las luchas por memoria, verdad y justicia que organizaciones como HIJOS llevaron adelante durante largos años, y continúan sosteniendo.

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En Tinogasta, Catamarca, provincia gobernada por Lucía Corpacci, que aparentemente se encuentra aún buscando el sumario traspapelado de los policías golpeadores de Febrero (y de los policías asesinos de Marzo), volvió a haber represión. Después de eso, el Intendente Ávila amenazó a la población con “llamar a una consulta popular”, como si fuera temible.

Aquí está la segunda paradoja: a un par de miles de kilómetros de Tinogasta, en Loncopué, (Neuquén), la población espera con ansias manifestarse en un plebiscito el próximo 3 de Junio. Pero CORMINE, la empresa minera estatal, ha presentado un inaudito recurso judicial para impedirlo. Al parecer, las promesas de diálogo, debate democrático y serio y respeto por las comunidades locales se diluyen rápidamente cuando el debate no llega a los puertos que las empresas y sus lobistas esperan.

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Una buena noticia, está circulando una traducción al español de Noir Canada. Pillage, corruption et criminalité en Áfrique (Canadá Negro. Saqueo, corrupción y criminalidad en África), que aquí comparto. Este libro tuvo problemas para salir porque cuando estaban por presentarlo, allá por 2008, la empresa Barrick Gold entabló una demanda contra sus autores por valor de seis millones de dólares.

No era para menos. Entre otras cosas el libro reconstruye el modo en que al menos 50 mineros “artesanales” de la localidad de Bulyanhulu, en Tanzania, fueron enterrados vivos mediante bulldozers y topadoras porque se oponían a entregarle a Barrick sus concesiones. Este modelo de pax canadiense le sirvió a la minera, que explota actualmente el yacimiento. Hasta hace unos meses se podían visitar las instalaciones de Barrick en Tanzania a través de la web. Ahora lo sacaron.

Que raro que FUNDAMIN (Fundación para el Desarrollo de la Minería Argentina), una organización “sin fines de lucro (!) que boga por un desarrollo minero socio-ambientalmente sustentable” no mencione nada de esto. Claro que su Presidente es Hernán Celorrio, quien fuera el jefe de Barrick Argentina durante varios años.

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¿Cuántos guanacos hacen falta para demostrar que una mina de oro a cielo abierto no contamina? Si entran en la página web de Cerro Vanguardia sabrán la respuesta.