Organizaciones políticas, estudiantiles y de derechos humanos apoyaron la protesta de las comunidades cordilleranas. Con duros cuestionamientos hacia la Casa Rosada, organizaciones ambientales, estudiantiles y de derechos humanos, junto a partidos de izquierda, encabezaron ayer una marcha nacional contra la megaminería a cielo abierto. En la Plaza de Mayo, representantes de las comunidades cordilleranas le exigieron a la Presidenta que deje “la ignorancia y la soberbia” y “escuche a los pueblos afectados” por los yacimientos. Los manifestantes denunciaron agresiones de patotas parapoliciales en las zonas mineras y anticiparon que tras las marchas que hoy se realizarán en las capitales de La Rioja y Catamarca las organizaciones decidirán si vuelven a bloquear las rutas por las que llegan los insumos a los yacimientos.
El repudio se extendió a los gobernadores que la semana pasada, tras la violenta represión sufrida por ambientalistas en La Rioja y Catamarca, presentaron la Organización Federal de los Estados Mineros (Ofemi) junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Minería, Jorge Mayoral.
Fue, también, una respuesta a los dichos de Cristina Kirchner, que el 9 del actual había pedido un debate “sin dogmatismos” sobre la minería, durante el acto televisado en que dialogó con “Antonio”, el dirigente político y sindical que fue presentado como un “obrero minero”.
“Les exigimos que de ahora en adelante tomen el tema con responsabilidad y seriedad”, reclamó Jorge Ramos, enviado por la asamblea El Algarrobo, que lidera las protestas antimineras en la localidad catamarqueña de Andalgalá, vecina al yacimiento Bajo de La Alumbrera.
Desde el escenario montado en la Plaza de Mayo, Ramos apuntó directamente a la Casa Rosada “Señora Presidenta: donde se ha arrastrado y baleado a mujeres y niños se han violado los mismos derechos humanos que usted pregona defender”, sostuvo, para reclamar: “Dejemos la ignorancia y soberbia de lado. Escuche a los pueblos afectados”.
“Espionaje y saqueo”
Ramos compartió el escenario con representantes de cada uno de los piquetes existentes en Catamarca y La Rioja, unificados a través de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), la organización multisectorial que convocó a la movilización de ayer y que volvió a denunciar el funcionamiento de grupos policiales y parapoliciales que “espían y reprimen” a quienes se oponen a las explotaciones mineras.
“Están saqueando y contaminando los cerros que nos dan agua, comprando a políticos y jueces y dividiendo a los pueblos para enviar riqueza a países del primer mundo”, denunció Mariano Cervantes, enviado desde Belén, la localidad catamarqueña vecina a Bajo de La Alumbrera y Agua Rica, el nuevo yacimiento que Minera Alumbrera explora a 18 kilómetros de Andalgalá.
La movilización ocupó varias cuadras en su marcha del Congreso a la Casa Rosada, pese a que estuvo a punto de suspenderse por la tragedia ferroviaria en Once. Los organizadores decidieron que una bandera negra de luto presidiera la marcha, que se detuvo frente a la Secretaría de Minería.
Estuvieron presentes el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y miembros de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo. También representantes de la CTA, de las federaciones estudiantiles de las universidades de Buenos Aires y La Plata y dirigentes de todos los partidos de izquierda, además de los diputados Jorge Cardelli (Proyecto Sur) y Victoria Donda (FAP).
Desde el escenario, Ramos continuaba su lista de reclamos: los 150 glaciares detectados en la zona de los yacimientos, el racionamiento de agua para los vecinos, la contaminación del aire por las explosiones mineras. Y el debate que les prometió la Presidenta..