La novedad, recién conocida y que ha generado mucha indignación, comenzó a expandirse como reguero de pólvora entre sectores ambientalistas y comunicaciones vía Internet, una de las cuales llegó a quien esto escribe: en manuales de 9º grado se han incluido folletos y cuadernillos destinados a alumnos de escuelas rurales, cuyo material está dedicado exclusivamente a exaltar las bondades de la minería en el país, acompañado por otro referido a la energía nuclear. Dicho material fue editado por organismos estatales. De hecho, en el encabezado figura la plana mayor del ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, obviamente con el nombre del ministro Daniel Filmus en primer término.
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Una de las personas que informó sobre este hallazgo señaló que lo vio en una escuela rural muy cercana a la localidad de Gastre, en la provincia de Chubut. Se recuerda que hace algunos años esa zona estuvo en el ojo de la tormenta que se desató por la intención, respaldada por las autoridades nacionales y provinciales de entonces (administración Alfonsín), de autorizar allí el entierro de residuos nucleares y tóxicos provenientes de otros países. Finalmente ello no se concretó gracias al éxito de la firme resistencia llevada a cabo por pobladores y organizaciones ambientalistas.
En el folleto de marras se hacen comparaciones mezquinas y tendenciosas, como por ejemplo que “mirar televisión es más peligroso que vivir cerca de una central nuclear”, y se subestima nada menos que una tragedia como la ocurrida en 1986 en la ciudad ucraniana de Chernobyl, donde como se recordará un escape radiactivo producido en la central atómica del lugar dejó como saldo miles de muertos y graves problemas de salud en los habitantes de las zonas cercanas, entre ellos cáncer, leucemia y malformaciones genéticas, consecuencias que persisten al día de hoy. También se incluye un chiste de muy mal gusto, en el que unos pájaros salen del “smog” de una gran ciudad para respirar el “aire puro” que rodea a una planta nuclear.
Respecto del folleto sobre minería, éste fue titulado “Desarrollo de un proyecto a partir de un caso modelo”. En realidad toda una serie de humoradas si tenemos en cuenta que el “caso modelo” elegido es nada menos que la mina catamarqueña “Bajo la Alumbrera”, explotada por un consorcio suizo-canadiense-australiano y que viene causando varios desastres.
Humorada I: Una parte del folleto expresa que “Bajo la Alumbrera es el primer yacimiento en exportar minerales argentinos de manera significativa. La empresa procesa alrededor de 80.000 toneladas diarias de rocas, para exportar oro y concentrado de cobre por 600 millones de dólares anuales”. Pero evita explicar a los chicos de las escuelas rurales, a quienes está destinado, que el dinamitado de rocas y la utilización de productos altamente tóxicos, entre ellos cianuro y ácido sulfúrico, para separar los metales de la roca, hace que los pobladores de las cercanas localidades de Andalgalá, Belén y Santa María vivan cubiertos por una lluvia ácida y nubes de polvo, con sulfuros impregnados en el aire. Ni que además del aire están contaminadas las aguas de la zona, contaminación que ya alcanza a las cuencas acuíferas de las vecinas provincias de Tucumán y Santiago del Estero a través de los ríos Salí y Dulce. Ni que ha ido creciendo de forma alarmante la existencia de pobladores afectados de cáncer y graves enfermedades respiratorias. Ni que la minera consume unos 100 millones de litros de agua por día, lo que ha provocado que en Santa María, por ejemplo, desaparezcan plantas, animales y cultivos, transformándose paulatinamente en un desierto. Ni que la empresa no paga nada por esa cantidad de agua que consume, mientras todos los pobladores deben pagarla religiosamente.
Humorada II: Otra parte del folleto señala, como “algunos aspectos del impacto a escala local y regional”, cuestiones tan “ventajosas” como “la creación de empleo permanente en forma directa para 600 personas mientras dure la explotación de la mina; la creación de otros puestos de trabajo en forma indirecta, a través de los bienes y servicios que distintas empresas brindan a la mina; el mejoramiento de la infraestructura de la región en lo que se refiere a caminos, puentes y comunicaciones; el impacto ambiental de la actividad humana”. A los alumnos rurales no les cuentan, en cambio, que pese a la “panacea económica” anunciada, la pobreza ha aumentado en lugar de disminuir, ya que los agricultores pierden cultivos y animales; que en general las personas empleadas por la minera provienen de otras provincias, una costumbre de todas las multinacionales del sector para no tener que rendir cuentas en casos de muertes por accidente, ya que generalmente nadie hace reclamos por víctimas que vienen desde lejos; que al “mejoramiento de la infraestructura de la región referida a caminos, puentes y comunicaciones” todavía lo están buscando con lupa, y ya se lo comenta como otro chiste del ministro De Vido; y que el “impacto ambiental de la actividad humana” no es otro que el que vienen padeciendo los habitantes de la región, ya explicado anteriormente.
Humorada III: El folleto (más que folleto un folletín) indica además que “el proyecto impacta también a nivel nacional a partir del ingreso de cientos de millones de dólares en concepto de ingresos por exportación, y otros montos provenientes de impuestos y regalías”. Claro que es difícil que los inocentes alumnos rurales se enteren que las “fabulosas ganancias” para el país residen solamente en el magro 3% que las mineras dejan en concepto de regalías, y que los “montos provenientes de impuestos” prácticamente no existen, dado que la generosidad de los gobernantes que abrieron alegremente las puertas a la explotación de las multinacionales mineras –desde Menem en adelante- hizo que se las liberara del pago de impuestos, que por las enormes cantidades de gasoil que utilizan paguen sólo la mitad de su valor, y hasta que se les permita evitar la declaración en Aduanas del tenor y cantidad del material que exportan, con lo cual bien pueden engañar a las cándidas –o más bien corruptas- autoridades nacionales y provinciales, en relación a lo que deben dejar en el país en concepto de regalías.
¿En qué planeta vive el licenciado?
En suma, tales son las “ventajas” de la minería mostradas a los alumnos de 9º grado de escuelas rurales. Todavía no se entiende el por qué de haberse elegido precisamente esos destinatarios, salvo que los genios que elaboraron esos folletos piensen que por su lejanía de los centros de poder y por su lógica inocencia de “chicos de campo” –los que por esos motivos no deben ser considerados “de segunda” sino que deben ser mejor ayudados educacionalmente- puedan ser más permeables a las fantasías que les venden o les envían desde la “gran capital”. De hecho, desde la Casa Rosada y su zona de influencia.
Algunas de las personas que se encontraron con esta verdadera “propaganda minera” anexada a esos textos escolares, advierten que habrá que tener cuidado con “lo que se puede venir en los próximos años”. Una advertencia que no es para echar en saco roto, habida cuenta de los delirios presidenciales acerca de la megaminería, a la que define como la nueva “panacea económica” del país. Y que incluso en su ahora vapuleada provincia natal, Santa Cruz, hizo desarrollar varios proyectos mineros asociando a la empresa estatal Fomicruz (Fomento Minero Santa Cruz) con multinacionales británicas, sudafricanas y canadienses.
Esas mismas personas que informaron sobre esta aberrante difusión pro-minería en textos escolares, vienen insistiendo en la creación de una ONG con personería jurídica, capaz de poder presentar acciones legales sin comprometer los bienes individuales de cada uno. Al menos deben sentirse algo estimulados, ya que se dio el caso de que la multinacional Meridian Gold perdió el juicio que inició contra pobladores de Esquel que se oponen a la explotación de la mina “El Desquite”, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación acaba de fallar en contra de la minera. Con lo cual ésta y el gobernador de Chubut, Mario Das Neves -facilitador del pretendido accionar de esa compañía-, ahora deben levantar campamento la primera, y cerrar la boca el segundo.
En tanto cabe preguntarse en qué planeta vive el licenciado Daniel Filmus, ministro de Educación y candidato a jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Alguien que nunca llegó a caracterizarse por una gestión siquiera “pasable” al frente de su cartera, que en los recientes y luctuosos sucesos ocurridos durante las protestas docentes en la provincia de Neuquén se “borró” al mejor estilo Casildo Herreras. Y que ahora tuvo la “genial” ocurrencia de hacer llegar a los estudiantes rurales de 9º grado un material promoviendo las supuestas bondades del accionar de las mineras transnacionales que en los hechos depredan el país.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero quizás algunos dirigentes del arco opositor se despierten de su letargo y opten por, al menos, pedir explicaciones a Filmus por esta barbaridad.
Carlos Machado