Mulatos, México – 11/03/09. Luis Pedro Hurtado, niño de once años, platicó con Dossier Político y relató los hechos. “Cuando se bajaron los guardias me agarraron a mí y a Isabel. No nos dejábamos agarrar. A mí me agarraron entre tres y me golpearon, me pellizcaron en el brazo y me metieron en la patrulla de la mina. “Me quería salir de la patrulla y empecé a patear la malla, hasta que casi me pude escapar. Me iba a salir y un guardia me pegó una cachetada. Minas de Oro Nacional es de origen canadiense. Y tiene una inversión en Mulatos de 125 millones de dólares, donde extrae oro a través del método de lixiviación. Por José Luis Jara / Dossier Politico
Desde la comunidad de Mulatos llegó la familia Hurtado para denunciar que los guardias de seguridad de la Mina de Oro Nacional secuestraron a dos hijos, de once y cinco años, y al vaquero del rancho.
Los hechos ocurrieron el primero de marzo, cuando unos ocho guardias, encabezados por el abogado de la empresa Marco Antonio Andrade, llegaron al predio El Metate para desalojar a sus posesionarios.
Es decir, a la familia Hurtado, que tiene más de 40 años de posesión del predio, que la empresa minera quiere para realizar sus excavaciones para extraer el oro.
El padre de los niños que fueron privados de su libertad, Martín Hurtado dijo que los guardias querían desalojarlos del predio. Se llevaron a sus hijos, Isabel de 5 años y Luis Pedro de once.
El secuestro se dio cuando llegaron unos ocho guardias de la empresa a querer desalojarlos del predio. El señor Hurtado acudió a la comisaria para que la autoridad pusiera orden.
Pero en ese lapso, los guardias empezaron hostigar al señor Reynaldo Enríquez Enríquez, que se desempeña como vaquero en el rancho del señor Hurtado. Y lo metieron a una patrulla donde ya estaban los niños detenidos.
La familia Hurtado dijo que la minera y sus guardias, encabezados por el abogado Andrade, ya les había trozado el cerco que delimitaba el predio.
A un hermano del señor Hurtado, también lo secuestraron por cinco horas. De tal suerte que la familia Hurtado acudió al tribunal agrario para definir al legítimo propietario o posesionario del terreno.
En esa denuncia que interpuso la familia Hurtado fue contra de la empresa Minas de Oro Nacional de S.A. de C.V., así como a su presidente, John A. Mccluskey; al director de la mina Masnley Guarduccci, al subgerente de la mina, Ken Balleweg y al abogado Marco Antonio Andrade.
A estas personas y a la empresa en general, el tribunal agrario les dictaminó que “se condene a los demandados a que se abstengan de seguir con los actos perturbatorios sobre los derechos posesionarios en el predio de El Metate.
Sin embargo, a los guardias de la empresa y al abogado no le importaron estas protecciones legales de los posesionarios y el primero de marzo volvieron al predio, rompieron el cerco y secuestraron a los niños y al vaquero.
Luis Pedro Hurtado, niño de once años, platicó con Dossier Político y relató los hechos.
“Cuando se bajaron los guardias me agarraron a mí y a Isabel. No nos dejábamos agarrar. A mí me agarraron entre tres y me golpearon, me pellizcaron en el brazo y me metieron en la patrulla de la mina.
“Me quería salir de la patrulla y empecé a patear la malla, hasta que casi me pude escapar. Me iba a salir y un guardia me pegó una cachetada. Me dijo que me calmara”.
Pensé que ya no íbamos a ver a mi papá, porque nos tuvieron todo el día, comentó el niño, cuyo nombre es Luis Pedro Hurtado.
La pequeña Isabel, de cinco años, habló con el reportero como si trajera la gran pena del mundo.
Dijo: “A mí me llevaron y vomité mucho”.
-¿Por qué?
-Tenía mucho miedo –respondió la niña.
-¿Hasta qué hora los detuvieron?
-En la noche –respondió el jovencito
-¿Qué pasó?
-Pensé que ya no íbamos a ver a mi papá. Luego vi al licenciado Andrade y le grité ¡Pinchi joto! Y volteo enojado.
Al vaquero del rancho, el señor Reynaldo Enríquez, lo detuvieron un día antes, el sábado.
Ese día se trasladaron del rancho a Sahuaripa, para acudir a un citatorio que les mandó el agente del ministerio público, porque la mina los había demandado.
Cuando regresaron de esa cita, al llegar al rancho, se percataron que personal de la mina estaba trabajando en el rancho del señor Hurtado.
El señor Hurtado decidió trasladarse a la comisaria para darle aviso del problema y en eso se tardó dos horas, que fueron suficientes para que los guardias agredieran al señor Enríquez.
Le piden que abandone el predio, pero el señor Enríquez se niega y entonces deciden llevárselo detenido a las instalaciones de la mina. Lo tuvieron encerrado como cinco horas.
Eso fue el sábado. El día siguiente se presentó el abogado de la empresa, Marco Antonio Andrade y volvió a arrestar al vaquero. También secuestraron a los niños.
Diana Hurtado, hermana del padre de los niños explicó los antecedentes del problema:
Hace 15 días un hermano de ella también fue detenido ilegalmente por los guardias de la mina, porque ellos no son autoridad para hacer eso. Vino a Hermosillo a interponer la denuncia porque ya no se tiene confianza a las autoridades de Sahuaripa.
A pesar de que puso la denuncia en Hermosillo, la procuraduría la remitió a Sahuaripa. Entonces por ello, es que vienen a ratificar esa demanda y a interponer esta otra.
-¿Por qué dice que no tiene confianza en las autoridades de Sahuaripa?
-En Sahuaripa, cuando la mina pone una denuncia contra mi hermano y el vaquero y el agente del ministerio público se traslada al rancho encabezando una caravana de seis patrullas, de la policía estatal y municipal. Llegan armados con metralletas cuerno de chivo, como si mi hermano y el vaquero fueran los grandes capos del narco.
Luego remata la historia para dar contundencia a su respuesta: cuando se presenta el caso del secuestro de los niños de mi hermano, el ministerio público se paró hasta las nueve de la noche. Y llega para decir que los niños estaban bien, porque estaban con el vaquero.
Minas de Oro Nacional es de origen canadiense. Y tiene una inversión en Mulatos de 125 millones de dólares, donde extrae oro a través del método de lixiviación.
Esta empresa llegó a este municipio con la promesa de que los 420 empleos director que se generan y los mil 200 más que se generan indirectamente, serían empleados gente de Sahuaripa, Bacanora, Arivechi, Yécora y Mulatos.
Sin embargo, la comunidad de mulatos ha denunciado que no es así.
Por lo pronto, la mina quiere desalojar a posesionarios de tierra donde pretende continuar con su extracción de oro.
AAhora, el problema lo sufre directamente la familia del señor Hurtado.