En la zona se han presentado asesinatos de vecinos y comuneros que pugnan por el reconocimiento de su territorio y repudian la invasión minera que avanza sobre sus tierras. Las disputas las genera el consorcio dueño de Peña Colorada, la mina de hierro más rica del país, parte central de los problemas territoriales entre Colima y Jalisco por las enormes ganancias que obtiene con los yacimientos.D os miembros del Consejo de Mayores de Ayotitlán fueron asesinados en años recientes. Aristeo Flores Rolón, el 20 de abril de 2007, y Nazario Aldama Villa, el 31 de diciembre de 2004, ambos conocidos activistas que se oponían a otorgar más territorio a la minera.

Zona de muerte

Miguel Delgado Díaz, director de la Policía de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, fue asesinado a tiros en las afueras de su domicilio en la población de La Huerta, la noche del domingo 11 de enero de 2009, por tres sujetos que, de acuerdo con el reporte, huyeron a bordo de una camioneta Ford Explorer blanca. Delgado Díaz era primo hermano del alcalde de Cuautitlán, Raúl Delgado Benavides, quien también fue ejecutado en julio del 2006 en una emboscada en la que además pereció su chofer, Francisco Javier Nogales Núñez. En 2006, el alcalde de Cuautitlán Raúl Delgado Benavides y su chofer fueron ejecutados la tarde del sábado 15 de julio, mientras circulaban en el vehículo del munícipe sobre la carretera que conduce a Cuautitlán, a 2.5 kilómetros con el entronque de la carretera federal 80. De acuerdo con la versión de la Procuraduría del Estado, los atacantes esperaban a los funcionarios para cometer su fechoría y hasta la fecha no se tienen mayores datos.

Otro asesinato reciente y sin esclarecer fue el que se dio el año pasado, también en julio pero el día 10, de Alberto Herrera Casillas, presidente municipal de Tecalitlán en el periodo 1992-1995.

Además de los atentados contra alcaldes, ex alcaldes y jefes policiales, en la zona se han presentado asesinatos de comuneros de Ayotitlán que pugnan por el reconocimiento de su territorio y repudian la invasión minera que avanza sobre sus tierras, en especial la del consorcio dueño de Peña Colorada, la mina de hierro más rica del país, parte central de la disputa territorial entre Colima y Jalisco por las enormes ganancias que obtiene con los yacimientos que se calcula aún tienen al menos 200 millones de toneladas de hierro en sus entrañas.

Dos miembros del Consejo de Mayores de Ayotitlán fueron asesinados en años recientes. Aristeo Flores Rolón, el 20 de abril de 2007, y Nazario Aldama Villa, el 31 de diciembre de 2004, ambos conocidos activistas que se oponían a otorgar más territorio a la minera.

A estos asesinatos se suman los de Odilón de Jesús, muerto el 27 de julio de 1970 en el poblado de Lagunillas, Jalisco; Félix González, el 5 de marzo de 1988 en la población de Cañadas; Juan Velázquez, en mayo de 1980 en Ayotitlán; Margarito Flores, en abril de 1982 en Lagunillas; Guadalupe Elías, el 4 de abril de 1983 en Ayotitlán; Adán y Andrés Ciprián, el 20 de octubre de 1985 y el 3 de abril de 1989, respectivamente, en Lagunillas; Crescencio Chávez, el 6 de enero de 1988 en Cañadas; Cirilo Villa, el 15 de junio de 1988 en “R. Viejo’’.

También Abel y José Roblada, el 22 de febrero de 1989 en Ayotitlán; Rubén Fermín, el 24 de febrero de 1990 en Maderitas; Refugio, Melesio, Bartolo, Lucio y Ramiro Fermín, el 20 de enero de 1991 en Tierra Blanca; Felipe y Cleto Hermenegildo, el 28 de julio de 1991 en Maderas; Santos Prudencio Villa, el 3 de noviembre de 1991 en Champulga; Cleofas Aldama, el 18 de marzo de 1992 en Chancol; Apolinar Flores, el 21 de mayo de 1992 en Maderas; Espiridión y Gabino Jacobo, el 9 de mayo y 26 de julio de 1992 en Mojoneras. Todos aún impunes.

Ejecutan a Miguel Delgado, director de la policía municipal de Cuautitlán

Tres sujetos le dispararon cuando salía de su casa; la PGJE investiga el caso

Miguel Delgado Díaz, director de la Policía de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, fue asesinado a tiros en las afueras de su domicilio en la población de La Huerta, la noche del domingo, por tres sujetos que, de acuerdo con el reporte, huyeron a bordo de una camioneta Ford Explorer blanca. Delgado Díaz era primo hermano del alcalde de Cuautitlán, Raúl Delgado Benavides, quien también fue ejecutado en julio del 2006 en una emboscada en la que además pereció su chofer, Francisco Javier Nogales Núñez. El asesinato del jefe policial se da en una zona cercana a la Costa sur jalisciense, a 255 kilómetros de Guadalajara, donde el narcotráfico y la disputa por los límites territoriales entre Jalisco y Colima han recrudecido la violencia, incluida en contra de los indígenas nahuas del ejido de Ayotitlán.

En julio del año pasado el ex alcalde, también de Cuautitlán, Juan Manuel Orozco, fue asesinado en Barra de Navidad, y apenas el pasado 9 de diciembre se intentó asesinar a Rigoberto Valencia Rangel, director de la policía de Villa Purificación –municipio vecino de Cuautitlán–, cuando circulaba por la carretera Guadalajara-Barra de Navidad y recibió cinco balazos que lo dejaron al borde de la muerte y malherida a su secretaria.

El director de la policía de Cuautitlán quedó malherido luego del ataque de los tres sujetos, uno de los cuales fue quien le disparó a la cabeza, y murió cuando era trasladado a un hospital privado en La Huerta. Los hechos ocurrieron a eso de las 20:30 horas del domingo, cuando Delgado Díaz salió de su casa, ubicada en el cruce de Paulino Navarro y Eutilio Montaño. No se tienen mayores características físicas de los agresores y tampoco se conoce el rumbo hacia el que huyeron, según los datos aportados por la Policía del estado.

La Procuraduría de Justicia del Estado tomó conocimiento del caso y en estos momentos se encuentra indagando si el policía tenía problemas en particular con grupos delictivos. Además de ser jefe policial en la actual administración de Cuautitlán, durante el trienio 2001-2003 se desempeñó con la misma responsabilidad pero en el municipio de La Huerta, donde tenía su residencia. También era hermano de una de las actuales regidoras del Ayuntamiento de Autlán, vecino igualmente a Cuautitlán.

El ejecutado encabezó en agosto del año pasado, acompañado de 20 policías municipales, un operativo para romper una cerca de alambre e invadir el predio del comunero nahua de Ayotitlán Lino Roblada Flores, en busca de abrir paso a la explotación minera en esa zona rica en yacimientos de hierro, favoreciendo a la empresa Gan-Bo, del empresario de origen chino Liantuan Wu, luego de supuestos arreglos a los que se llegó con el Ayuntamiento panista encabezado por Gerardo Palacios Campos.