No puede comerLa federación Minera de Chile, denunció hoy que las compañías mineras extranjeras aumentan artificialmente sus costos para así, “pagar menos impuestos en Chile”. Entre el 2005 y 2007, los costos de estas mineras han aumentado en 111%. El mecanismo del fraude se realiza mediante “empresas relacionadas pertenecientes al mismo grupo económico”. Inventando costos como por ejemplo; el transporte, servicios varios, etc. brindados por empresas maquiladoras propias, domiciliadas en paraísos tributarios como Andorra, Liechtenstein, Islas Bermudas, Bahamas, Islas Vírgenes, etc. Que estas empresas relacionadas estén domiciliadas en paraísos tributarios, es la condición esencial de este esquema de fraude, porque las utilidades que las mineras de Chile le traspasan a estas empresas maquilladoras quedan exentas de impuestos en esos paraísos fiscales. De esa forma aumentan los costos y disminuyen las utilidades de la minera en Chile y pagan un mínimo de impuesto a la renta e impuesto específico a la minería.
Fuente: Crónica Digital

No puede comer Después de haber analizado exhaustivamente los estados de resultados económicos de las mineras extranjeras, los economistas Orlando Caputo y Graciela Galarce nos han demostrado – dice la Federación minera- que entre el 2005 y 2007, los costos de estas mineras han aumentado en 111%, lo que representa en el mismo período, casi el doble del cuestionado aumento de los costos de Codelco que alcanzó el 67%, situación última que los medios de comunicación han informado profusa e insistentemente, pero no han dicho una sola palabra sobre el exagerado e injustificado aumento de los costos de las modernas mineras privadas.

En efecto, Orlando Caputo y Graciela Galarce señalan que en un documento del SII (Servicio de Impuestos Internos), de junio de 2008, que -por un par de días fue noticia-, y después se ocultó en todos los medios y que, textualmente decía; “Disminuye la declaración de impuestos de las empresas mineras”. De hecho, “el resultado es que se constata una disminución de 19,1%, en los montos declarados, pasando de US$ 3.356 millones en 2007 a US$ 2.716 millones en la Operación Renta 2008”. En dicho documento se concluye: “El SII lanzará un programa de fiscalización especial para verificar las bases imponibles de las mayores empresas del país, concentrándose en las empresas mineras” .

A pesar de lo impresionante y preocupante de lo antes dicho y, como suele ser costumbre, bastó que Alfredo Ovalle, máximo dirigente empresarial de las mineras privadas y Presidente de de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC, que agrupa a los grandes empresarios chilenos, criticara al Servicio de Impuestos Internos y justificara la disminución de la tributación de las mineras privadas, para que los dirigentes políticos de la Concertación y de la derecha, incluyendo a los parlamentarios, ni siquiera se pronunciaran al respecto.

Otro destacado economista, esta vez Julián Alcayaga, se pregunta en otro documento ¿Tendrá alguna justificación técnica o económica este espectacular aumento de los costos de las mineras extranjeras en 111% en sólo dos años? Bueno, los que vivimos y trabajamos en las mineras, sabemos que –técnicamente-, no se justifica en nada, sin embargo, es dable pensar que aquí ha habido un lamentable aumento de viejas malas prácticas utilizadas a través del tiempo por las mineras extranjeras y con ello, dejar el mínimo posible en las arcas del Estado chileno.

¿Cuáles son estas malas prácticas? Son muchas, variadas y rebuscadas, entre ellas están: “los precios de transferencia entre empresas relacionadas”, tanto en lo que compran como en lo que venden en el extranjero, a empresas relacionadas pertenecientes al mismo grupo, las que en algunos casos se incluyen las de servicio como por ejemplo; el transporte y empresas maquiladoras propias, que además y en la mayoría de los casos, están domiciliadas en paraísos tributarios como Andorra, Liechtenstein, Islas Bermudas, Bahamas, Islas Vírgenes, etc. Que estas empresas relacionadas estén domiciliadas en paraísos tributarios, es la condición esencial de este esquema de fraude, porque las utilidades que las mineras “chilenas” le traspasan tanto en compras como en ventas a sus congéneres, quedan exentas de impuestos en esos paraísos fiscales, pero eso aumenta los costos o disminuye las utilidades de la minera “chilena”, para así no pagar o pagar un mínimo de impuesto a la renta e impuesto específico a la minería.

A modo de ejemplo, la minera “chilena-foránea”, le compra camiones, maquinarias, etc. a una empresa relacionada domiciliada en Liechtenstein o en las Islas Bermudas a precios que pueden ser el doble o más de lo que valen en el mercado internacional, con lo cuál, la minera “chilena” sobrecarga sus costos, para no tener utilidades en Chile, y ese sobreprecio es utilidad “limpia” para las empresas relacionadas, que tampoco pagarán impuesto en el paraíso tributario en que se domicilian. Esta política no es nueva, ha sido utilizada desde hace décadas por las mineras extranjeras, y en general por todas las empresas extranjeras que existen en Chile, y es una práctica habitual de las transnacionales en sus relaciones con el Tercer Mundo, y ello explica entonces, porque existen esos paraísos tributarios, que debieran estar prohibidos por el FMI y el Banco Mundial.

Alcayaga, dice que con el mismo objetivo, las mineras extranjeras así como todas las empresas extranjeras en Chile, gastan centenas de millones de dólares en diversas asesorías técnicas, jurídicas, de mercado, etc., efectuadas por empresas relacionadas con la casa matriz en el extranjero, asesorías que no siempre son necesarias, o que no se comprueba que efectivamente se hayan realizado. El objetivo de estas asesorías es siempre el mismo, aumentar los gastos en Chile y trasladar utilidades al extranjero en forma de asesorías y pago de honorarios diversos que tampoco tributarán en el extranjero. Se adiciona a todo este banquete, el abuso del mecanismo de “depreciación acelerada” utilizada a destajo por la minería privada.

El otro aspecto fundamental de los precios de transferencia se encuentra en las ventas de cobre y sobretodo de concentrados de cobre a empresas relacionadas. El barco que se lleva el concentrado, como ejemplo; está BHP Transport, la Cía de Seguro que asegura el transporte, la que realiza la fundición y la refinación, son también empresas relacionadas que en todas esas etapas van cargando valores superiores a los existentes en los mercados internacionales, y todos estos “sobre-costos” disminuyen el valor de los embarques de concentrado y evidentemente las utilidades de la minera “chilena-foránea”, que se transforma en utilidad de la empresa relacionada, debidamente domiciliada en un paraíso tributario.

La maquilación declarada por estas empresas mineras, contempla desde el proceso de estibado, arbitrajes en las leyes, análisis químicos, transporte, descarga y vuelta a cargar para llegar al destinatario para ser fundido y refinado, lo que decididamente duplica los costos, y eso, lo pagamos complacientemente nosotros los chilenos. Pero eso no es todo, en una nota elaborada por el economista Manuel Riesco, llamada balance 2005 y 2006, explica el por qué las mineras privadas prefieren llevarse el cobre contenido en concentrados. La respuesta es simple; CODELCO en el 2006, obtuvo ingresos, por la venta de los subproductos del cobre (oro plata, niquel, molibdeno, entre otros preciados metales) un valor de US$ 1.969 por cada tonelada de concentrado vendida.

Estos ingreso de CODELCO por los subproductos cubrieron en 2006, casi la totalidad de los costos de la estatal. Las mineras privadas reportan cantidades mínimas por los subproductos.

Por lo tanto, si extrapoláramos la situación de CODELCO a la minería privada, podríamos decir que; producir cobre en Chile a las mineras privadas les resulta gratis, ya que se autofinancian con la venta de estos mal llamados “subproductos”.

En el Comité de Defensa y Recuperación del Cobre, en conjunto con la Coordinadora de Trabajadores del Cobre, recientemente creada por las más importantes organizaciones sindicales de la mediana y gran minería, tiene las pruebas de estas prácticas, fraudulentas, pero no podemos hacer mucho, puesto que según nos contestó el Consejo de Defensa del Estado, ante una denuncia nuestra, solo el S.I.I. tiene las facultades para fiscalizar y accionar, cosa que aún no se materializa.

A propósito de las facultades proferidas al S.I.I., estas diferencias de precios entre empresas relacionadas, está sancionado por la Ley chilena, y más específicamente por la Ley 19.506 de 1997 que establece que: “Cuando los precios que la agencia o sucursal cobre a su casa matriz, no se ajusten a los valores que por operaciones similares se cobren entre empresas independientes, la Dirección Regional podrá impugnarlos fundadamente, tomando como base de referencia para dichos precios una rentabilidad razonable a las características de la operación, o bien los costos de producción más un margen razonable de utilidad”.

Como el concentrado no tiene precio, ya que el se determina a partir del cobre fino contenido en el concentrado, y de ese valor se van descontando los procesos que son necesarios para transformar el concentrado en cobre fino, como la fundición y la refinación, pero además el flete, seguros, precios de participación, comisiones por venta, y otros cargos, el SII, Aduanas, e incluso COCHILCO, aducen que los controles no se realizan, porque no cuentan con el personal y los medios técnicos para hacerlo, según lo que declararon los directores nacionales de estos organismos, el año 2003, en la Comisión Especial del Senado sobre tributación minera.

La falta de personal y de medios, por cierto, no puede deberse a una casualidad, ni a la falta de preparación o capacidad de las más altas autoridades del Ministerio de Hacienda, que son las que dejan que nuestro país pierda miles de millones de dólares, porque faltan 2 o 3 millones para contratar personal calificado,

En síntesis, las razones que explican este saqueo son muchas, pero también son elocuentes y burdas, por lo tanto, no difíciles de investigar. Ante este cúmulo de información seria, detallada y profesional, resulta inconcebible la idea de seguir en esta parsimonia.

Por lo tanto, la Coordinadora antes mencionada, hará llegar esta y la información que sea requerida, para que tanto el gobierno, parlamentarios de izquierda o derecha (Bancada por Defensa del Cobre), el SII, la Contraloría General de la República y el Consejo de Defensa del Estado, le dé una respuesta a Chile y a los chilenos.

“Acompañaremos a este documento, dice el comunicado- una Carta Tipo que certifique recepción de esta nota y exigiremos respuesta, aunque sea puerta a puerta.
En forma paralela haremos circular esta información para que sea analizada en cada Asamblea de los trabajadores mineros de Chile y como Coordinadora de Trabajadores del Cobre, convocaremos a una Conferencia de Prensa en la ciudad de Santiago”.

“Si al final de este ciclo, no hay voluntad política para instalar esta discusión en el Congreso Nacional, para parar este robo a Chile y a los chilenos, los “Verdaderos Mineros de Chile” se pondrán de pie y la Coordinadora de Trabajadores del Sector Minero, con el apoyo de otras organizaciones de trabajadores, de organizaciones estudiantiles, y otros sectores de la sociedad, convocaremos a un Paro Nacional en diciembre del presente año”, finaliza el comunicado de prensa que es firmado por Pedro Marín Mansilla, Presidente Federación Minera de Chile.