Participaron agrupaciones de un amplio abanico social, ONG ecologistas, algunos militantes independientes de las luchas enmarcadas contra el extractivismo y fuerte presencia de entidades que impulsan mensajes espirituales como Del Cielo a la Tierra y Antimafia Dos Mil Argentina las que al mismo tiempo elaboran y difunden dossiers denunciando que “El cianuro destruye a los Andes” y “No a la energía nuclear”.
Por Unión de Asambleas Ciudadanas UAC
21/04/2012. Otras organizaciones presentes fueron: (por orden alfabético) ACCAE Asociación contra la contaminación de Esteban Echeverría, Asociación Tierra Viva, Conciencia Solidaria, Greenpeace, MACH Movimiento Antinuclear del Chubut, Movimiento Antinuclear Zárate Campana, RENACE Red Nacional de Acción Ecologista, y UAC Unión de Asambleas Ciudadanas.
Se usó como escenario la plataforma de un camión completamente rodeado de banderas alegóricas rechazando las instalaciones nucleares, el peligro de contaminación y proliferación de los desechos radiactivos y los proyectos de nuevos emprendimientos nucleoeléctricos. El sonido lo aportó la Fundación Che Pibe, de Villa Fiorito (Lomas de Zamora); a esta entidad dedicada a ayudar a la niñez y a la juventud, la acompañaba una importante delegación de chicos, hijos de padres cartoneros.
A pedido de las organizaciones presentes abrió el acto Javier Rodríguez Pardo (Movimiento Antinuclear del Chubut-MACH – Unión de Asambleas Ciudadanas – UAC – RENACE), quien recordó que “mucho antes de Fukushima, Japón integra un listado de tragedias nucleares sin precedentes. Relacionó el caso de “la planta de reprocesamiento de uranio y plutonio de Tokaimura, como parte de decenas de nucleares de ese país plagado de incidentes radiactivos, y en todos los casos no fue necesario un movimiento telúrico o tsunami para que la radiación invadiera pueblos que terminaron siendo evacuados y destruida la cadena trófica de sus alimentos”. Entre los oradores hubo diputados como Carlos Comi (Ari-CC de Santa Fe) y Pablo Bergel (Proyecto Sur CABA), y dirigentes ecologistas como Claudio Caruso y el médico Valentin Stiglitz de la Asociación Contra la Contaminación Ambiental de Esteban Echeverría (ACCAEE), con un mensaje de fuerte impacto, que denuncia el enterramiento de residuos radiactivos contiguos a la cabecera de pista del aeropuerto internacional de Ezeiza, hecho que obligó a peritajes e intervención judicial comprobando la contaminación radiactiva en las aguas del acuífero Puelche.
Uno de los oradores fue el estigmatizado Giorgio Bongiovanni, místico y activista social, que habló de la “urgente necesidad de abandonar la energía nuclear y los daños irreversibles que ocasiona”; e impulsó otros conceptos de fuerte contenido espiritual.
Conjuntos de música, estribillos y mensajes antinucleares cerraron una concentración que contó con mucha más gente de la esperada, procedente de Uruguay, San Rafael, Mendoza (Uranio No Gracias) y de diversas partes de América Latina, especialmente activistas antimegaminería de Brasil y de Méjico. Las consignas más difundidas hacen referencia a la urgente necesidad de abandonar definitivamente la idea de instalar plantas nucleares, también a la reconversión de los trabajadores de esa actividad hacia otras energías de alternativa y al debate de una matriz energética no contaminante, mediante plebiscitos populares que permitan hacer realidad la ley nacional que obliga a consultar a las provincias que fueran elegidas sede de alguna instalación nuclear relevante.