Se movilizaron varias integrantes de las 32 naciones que conviven en el Estado argentino, con el fin de “dar un ultimátum” al tratamiento del proyecto que presentaron hace un año. El mismo, busca la creación del Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir, para que se realice un “proceso de consulta, participación, información y difusión a fin de elaborar y proponer normativas y políticas que garanticen y efectivicen el buen vivir”.
Fuentes: Facebook Marcha de Muejeres Originarias y Otra Óptica
Hoy es el Día Mundial de la Tierra y el martes fue el día de la Convivencia en la Diversidad Cultural. Estas efemérides, que tal vez decoraron alguna cartelera escolar o viralizaron un meme en Facebook, se llenaron de sentido y se hicieron carne en los pies de un grupo de personas que marcharon ayer desde el monumento al genocida Julio Roca hasta el Congreso de la Nación.
Sumak Kawsay (buen vivir en quechua) es retomar el camino del bien común, es entender la comunidad como un todo y es una propuesta para dar rumbo a la humanidad en un estado de armonía entre personas, sociedades y la madre tierra. Es decir, todo lo contrario al sistema de explotación de la naturaleza y de los seres humanos que hace cinco siglos desembarcó por estos territorios.
Además de la lucha por un sistema más sano y humano los reclamos fueron concretos: que las comunidades tengan acceso al agua, que la minería deje de destruir la tierra, que se devuelvan los territorios usurpados y que se cumplan algunas promesas de la campaña electoral, entre otras cosas.
Durante la jornada, en la que abundaron los colores de las banderas mapuches y la wiphala, se pronunciaron cantos a favor de la tierra, la cultura, la justicia y la libertad. En el punto final de la marcha, señalando el Congreso de la Nación, la oradora anunció:
“Es tiempo de empezar a luchar con nuestras armas, porque hemos venido luchando siempre con las armas del Huinca, siempre nos dijeron que con las leyes, las movilizaciones, las armas de fuego… pero ellos siempre van a ganar porque ellos inventan los métodos. Tienen el poder político, económico, las armas de fuego. Nosotras tenemos nuestra espiritualidad, a partir de ahora las mujeres originarias hemos decidido pelear con nuestras armas”.
Y así finalizó la concentración, con el grupo hermanado alrededor de los elementos sagrados: fuego, viento, agua y tierra.
Documento de la marcha de mujeres originarias
No han podido borrar nuestros cuerpos con estrategias de la política genocida de los Estados-naciones, ni con discursos ilustrados que alzan la bandera del mestizaje como pomada cicatrizante de nuestras heridas coloniales aún abiertas, aún sangrantes.
No queremos que se cierren las cicatrices, si eso implica hacer culto a la desmemoria, al olvido y a esa simpático desdibujamiento del pasado que se hace con gestos, sonrisas, y abrazos a políticas tibias del “multiculturalismo” neoliberal, blanco y colonial que pretende exterminarnos.
No abandonamos la resistencia y tampoco desconocemos nuestra fragilidad potente, nuestra espiritualidad ancestral y nuestra pertenecía a la tierra. No queremos pactos ni concesiones.
Desde nuestro lugar como mujeres de las 36 naciones originarias, desde nuestros cuerpos territorios que habitamos y son habitados, y desde nuestras lenguas que dan sonido y voz a la tierra que no logra encajar en este relato de estado-nación.
EXIGIMOS :
Derogación del código minero que desde 1986 legaliza la invasión de nuestros territorios y por ende de nuestros cuerpos colectivos atentando contra nuestra vida y la de la tierra.
La lista de mujeres indígenas asesinadas, contaminadas en territorios en conflictos con empresas multinacionales y latifundistas empresariales , va en aumento, pero no figuran en el listado de denuncia de ninguna organización . Sentimos el cuerpo- territorio por eso pedimos la prohibición absoluta de la actividad minera.
Urgente solución a la crisis hídrica : a consecuencia de la sojización, explotación minera, deforestación , fracking de las mega empresas que plantean e instalan la crisis humanitaria en las 36 naciones originarias . Al desaparecer el agua, desaparece la vida.
Exigimos la restitución de nuestros espacios sagrados a lo largo de las 36 naciones de nuestro territorio : resistimos porque ese es el legado de nuestros ancestros y nuestra espiritualidad está enraizada a nuestros territorios, sin territorio no hay espiritualidad.
Este 21 de Abril las mujeres originarias de Argentina una vez más marcharemos, para decirle al país y al mundo cómo y porqué nos matan.
Somos una fuerza creciente e instituyente, y tenemos en nuestras manos la posibilidad de unir a todos los pueblos tras un solo objetivo refundar el país, desde la reciprocidad entre los pueblos y para con la naturaleza.