San Carlos, Río San Juan, Nicaragua – 27/06/08. Con un plantón en las márgenes del río San Juan, precisamente en dirección al área de Crucitas, Cutris, de Costa Rica, donde el gobierno del vecino país ha cedido la concesión al proyecto minero a cielo abierto, y la Declaratoria del I Foro Binacional “Minería y Recursos Naturales Transfronterizos”, culminó el evento, organizado por Fundación del Río, en la ciudad de El Castillo.
Fuente: El Nuevo Diario
Después de que el viceministro del Marena, Roberto Araquistain, sentara la posición del gobierno frente a la amenaza que representa el proyecto minero para el nicaragüense río San Juan y las exposiciones sensibilizadoras del especialista el Centro de Investigación de Recursos Acuáticos (CIRA), Salvador Montenegro y de Angélica Alfaro del Centro Humboldt, un grupo de participantes del Foro, realizó una marcha acuática hasta plantarse frente al cerro Crucitas, en protesta por el daño irreversible que causaría la explotación minera en esa zona fronteriza.
La Declaratoria, firmada por los participantes, entre ellos delegados institucionales, militares, gobiernos municipales, unidades ambientales, Cenidh, ONG, candidatos de diferentes partidos para las elecciones municipales y miembros de Consejo Juvenil departamental, considera que el proyecto minero se ubica a escasos tres kilómetros del río San Juan, donde se inscriben los corredores biológicos fronterizos El Castillo-San Juan-La Selva, las Reservas de la Biosfera Río San Juan-Nicaragua y la Biosfera Agua y Paz en Costa Rica.
“El gobierno de Nicaragua se ha pronunciado oficialmente contra del mencionado proyecto y ha denunciado ante el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y las Naciones Unidas este hecho por considerarse una amenaza al Río San Juan”, indica en sus consideraciones la declaratoria.
Daños evidentes
Asimismo sostiene que “en Costa Rica se ha continuado deforestando la Cuenca del Río San Juan e implementando cultivos con uso intensivo de pesticidas; no se impide la desecación de humedales y cuerpos de agua fronterizas; se favorece el tráfico de especies, y ahora pretende desarrollar la minería metálica a cielo abierto que también afectará irreversiblemente la calidad del recurso hídrico, ecosistemas y diversidad biológica de la zona, el potencial turístico, la calidad paisajística, la navegación y la salud de la población circundante del Río San Juan debido a los procesos de sedimentación y contaminación”.
En el documento, los participantes del Foro manifiestan su rechazo rotundo a la ejecución de este proyecto minero Las Crucitas en la zona fronteriza con Nicaragua porque ocasionará impactos socioambientales irremediables.
“Denunciamos al gobierno de Costa Rica por querer violentar los convenios y acuerdos en materia de la conservación de la biodiversidad y el medio ambiente suscritos y ratificados, al haber otorgado una licencia minera que afectará al río San Juan”, sostiene.
En el mismo, exigen que no se permita la actividad minera a cielo abierto en las Crucitas por las repercusiones socio ambientales irreversibles al río San Juan y que se respete la posición del gobierno de Nicaragua en suspender dicha concesión.
Que Costa Rica cumpla
Demandan a “Costa Rica para que cumpla con la guarda del río San Juan, es decir, contribuir a proteger, cuidar y preservar este ecosistema”, y alertan que si “este grave problema no es atendido, incidirá y menoscabará el clima de paz y armonía existente entre las poblaciones fronterizas de ambas naciones centroamericanas”.
Para concluir exhortan a “la población a la organización y movilización ciudadana como un medio primordial para impedir esta decisión tan bochornosa de permitir actividad minera a cielo abierto en la Cuenca del Río San Juan”.