Las empresas celebran las buenas noticias que les llegaron desde el fangoso terreno político, un campo integrado por funcionarios electos, desginados y candidatos que en su mayoría están siempre dispuestos a manipular con habilidad ambidiestra lo que reciben y lo que gestionan a favor de la actividad extractiva. El sector minero, quejoso de los bajos precios de los commodities en el plano internacional y las restricciones cambiarias y la inflación, en el local, ven este año electoral como un período de transición para la industria minera.

 

Fuente: El Inversor Energético y Minero

Sucede que a diferencia de la campaña presidencial de 2011, en la que Fernando “Pino” Solanas desplegó un fortísimo discurso antiminero como líder de la agrupación Proyecto Sur, en esta ocasión los principales candidatos a suceder a Cristina Kirchner están de acuerdo en la conveniencia del desarrollo del sector. Los tres, en algún momento, así lo expresaron.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que competirá en las PASO con el radical Ricardo Sanz y Elisa Carrió, consideró que la minería es buena, pero hay que saber administrarla. “El objetivo es generar recursos que tengan una fuente de inversión a futuro: edificios, escuelas. Hay que saber invertir para cuando se termine el ciclo y que en las provincias no se produzca una crisis social”, explicó. Sus intenciones con el sector van más allá de las declaraciones. En el marco de la Fundación Pensar, el think tank del PRO, un grupo de especialistas que desde hace meses mantienen reuniones con empresarios y referentes del sector minero prepara un plan para el sector minero.

En tanto, el precandidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, manifestó que “la actividad minera hizo su propia maduración en cuanto a ser consciente de que hay que encontrar un desarrollo sustentable”, y remarcó su apoyo a la industria: “La minería, junto al sector energético y de agroalimentos, serán claves en la gran etapa de desarrollo de la Argentina”. El apoyo del gobernador de Buenos Aires era previsible. Continúa con la línea de la presidenta Cristina Kirchner, que siempre se mostró a favor del sector.

Quizás el caso más ambiguo es el del diputado nacional Sergio Massa, titular del Frente Renovador. Días atrás sostuvo que “donde hay licencia social, hay que bancar a muerte la minería”. Pero al mismo tiempo tiene en sus filas al intendente riojano Ismael Bordagaray de Famatina, una comunidad que rechaza la actividad. “Estoy a favor de la minería como actividad, pero estoy en contra de creer que eso nos habilita a que pueblos que no quieren la minería, no puedan hacer valer su autodeterminación”, dijo Massa.

Este giro en el discurso sobre la minería es visto con buenos ojos por las cámaras empresarias del sector. Según el presidente de la Cámara Minera de Argentina, Martín Dedeu, los principales candidatos presidenciales, parecen más dispuestos a atraer la inversión extranjera.