Después de que se autorizara el aumento de la producción a la pastera UPM, los ambientalistas realizaron una caravana hasta el Puente San Martín para rechazar la presencia de la planta. Con una caravana de más de quinientos vehículos, los asambleístas de Gualeguaychú volvieron a marchar hasta el Puente Internacional San Martín, donde reclamaron que la pastera UPM-Botnia “sea desmantelada porque hay pruebas de que contamina”.
Fuente: Página/12
La protesta llegó al otro lado del puente, sobre territorio uruguayo. Los manifestantes leyeron allí un documento en el que advirtieron al gobierno nacional que “las deudas ambientales también se pagan”.
La nueva marcha fue una respuesta a la autorización que el gobierno uruguayo otorgó unilateralmente a UPM para que aumente su producción a 1.365.000 toneladas anuales. Por esta decisión inconsulta, la Cancillería argentina se prepara para volver a la Corte Internacional de La Haya. El tribunal avaló hace cuatro años que la planta continuara funcionando en el lugar, pero el fallo fue dictado para una producción tope de un millón de toneladas de pasta de celulosa anuales, y su cambio altera la sentencia. Por otra parte, Argentina ha denunciado que en la zona hay contaminación y que el monitoreo conjunto no pudo ser sostenido por los continuos obstáculos puestos por la administración uruguaya.
La caravana provocó un embotellamiento por el que el puente quedó bloqueado durante unas dos horas. Durante la protesta, los integrantes de la asamblea ambiental recordaron que no se ha cumplido con la instalación y puesta en funcionamiento de los medidores de aire y se quejaron por el incumplimiento de la difusión de los datos del monitoreo, ya que, cuatro años después del fallo que lo ordenó, todavía no se ha montado un sistema de información permanente a la población, como se prometió.
En octubre del año pasado, y luego de que Uruguay realizara, como ahora, una autorización unilateral al aumento de la producción, la Cancillería dio a conocer por primera vez un informe elaborado por los integrantes argentinos del comité científico que realizaba el monitoreo, que denunciaron que UPM está contaminando el río Uruguay con fósforo y fenoles, y causando un daño ambiental con la alta temperatura de su efluente.
Juan Veronessi, integrante de la asamblea, aseguró que en Gualeguaychú hay “indignación” y que el malestar aumentó “desde que se supo que Uruguay había aprobado un aumento de la producción. Más producción es contaminación y, aunque estamos de acuerdo con la decisión del Gobierno de volver a La Haya, para realizar un nuevo reclamo ante la Corte Internacional de Justicia, ratificamos que lo que nos interesa es el desmantelamiento total de la pastera”. Veronessi agregó que los vecinos quieren “que se ratifique el pedido de desmantelamiento de la planta porque hay pruebas de que es contaminante”.
Al término de la caravana, los vecinos realizaron una asamblea en el paraje de Arroyo Verde –el lugar donde la ruta estuvo cortada por tres años y medio– y votaron los próximos pasos a seguir. Los vecinos se declararon en estado de alerta permanente para autoconvocarse “en caso de que ocurra algo”, señaló el asambleísta José Pouler. “Por otra parte, se aprobó realizar el jueves una marcha a la municipalidad para pedir información al intendente José Bahillo sobre una reunión que mantuvo con la Cancillería, que se habría realizado por la compra de los medidores del aire” reclamados.