Cada vez más lejos de los años del “boom minero” afirma este artículo publicado en un medio argentino especializado en temas energéticos y mineros. La minería argentina se prepara para afrontar otra temporada de vacas flacas, con dos de sus tres grandes promesas (Potasio Río Colorado y Pascua-Lama) en stand by. Sin embargo, se pondrá en marcha Cerro Negro y podrían reactivarse algunos proyectos.
Fuente: Inversor Energético y Minero
Los principales proyectos mineros de la Argentina hoy comparten una elevada dosis de indefinición sobre su futuro inmediato. En mayor o menor grado, esa cuota de incertidumbre está presente en todas las grandes inversiones, desde las canceladas (Potasio Río Colorado) o demoradas (Pascua-Lama) hasta las recientemente confirmadas (Cerro Negro), ya que un nuevo cambio de rumbo en términos monetarios o tributarios podría agravar el panorama.
Potasio
Al decidir la suspensión de Potasio Río Colorado, en Malargüe (Mendoza), Vale dejó sin trabajo a 3.500 personas y truncó una inversión de más de u$s 6.000 millones. Lejos de reconsiderar la medida –basada en el aumento de los costos y la falta de facilidades fiscales–, la minera brasileña anticipó que intentará vender el proyecto. Y de no lograrlo antes del final de la concesión, simplemente lo abandonará, algo que resulta un tanto inverosímil si se tiene en cuenta la enorme inversión ya hecha.
Pascua-Lama
No tan dramática –pero aun así compleja– es la situación del binacional Pascua-Lama, cuyas obras se hallan en stand by por orden judicial en Chile. Algunas obras de construcción vienen ejecutándose tímidamente en suelo sanjuanino, más allá de las dificultades financieras que padece Barrick. Pero la megainversión –cercana a los u$s 8.500 millones– depende en esencia de que la Justicia chilena revea su suspensión y mejoren las condiciones económicas de la compañía. En ese contexto, la firma canadiense acaba de presentar un recurso ante la Corte Suprema trasandina con vistas a evitar más multas y, sobre todo, una mayor extensión de las demoras.
Cerro Negro
Bastante más auspicioso es el caso de Cerro Negro, que –de no mediar inconvenientes de último momento– podría comenzar a producir oro y plata en apenas tres meses. Así lo anticipó Eduardo Villacorta, vicepresidente senior para Sudamérica y Centroamérica de Goldcorp. “Este año invertiremos u$s 600 millones para terminar las obras de construcción, que ya tienen un avance de casi un 80%. La idea es iniciar la producción en junio próximo”, reveló el directivo.
Ubicada a 70 kilómetros de Perito Moreno, en el noroeste santacruceño, la iniciativa se encuentra actualmente en la fase de desarrollo subterráneo de Eureka, Mariana Norte y Mariana Central, las tres primeras vetas donde se extraerá el mineral. Hay también otras tres vetas: Vein Zone, Bajo Negro y San Marcos, que serán desarrolladas una vez que esté operativa la mina, capaz de producir unas 525.000 onzas de oro en sus primeros cinco años de vida.
Agua Rica y Pachón
Un gran signo de interrogación se cierne sobre el futuro de Agua Rica, en Catamarca, y Pachón, en San Juan. “El desarrollo de ambas iniciativas dependerá enteramente de lo que decida Glencore tras la fusión con Xstrata. La compañía está en plena revisión de activos”, explicó Julio Ríos Gómez, presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA).A decir de Luis Álvarez, titular de la Cámara Minera de Catamarca, lo más probable es que se priorice el desarrollo de Agua Rica. “Además de implicar una inversión menor que la prevista en Pachón, presenta una serie de ventajas competitivas vinculadas con temas de infraestructura y logística por su proximidad a Bajo La Alumbrera”, destacó.Según sus palabras, si las obras de construcción en Agua Rica se iniciaran esta temporada, en cuatro años podría entrar en producción, lo que significaría empalmar con el cierre de Alumbrera. “Se trata de un yacimiento de magnitudes similares o incluso un poco mayores, pero con una vida útil más extensa”, señaló.Pachón, en tanto, no sólo contempla el emplazamiento de una mina de cobre y molibdeno, la planta de procesamiento, el campamento y los caminos de acceso en el país, sino también la instalación de infraestructura en la provincia de Choapa, en la región chilena de Coquimbo. Sin certezas sobre su continuidad, por el momento sólo alberga tareas relacionadas con la optimización del estudio de factibilidad, la elaboración de estudios ambientales y la implementación de programas de desarrollo sostenible y comunitario.
Bajo La Alumbrera
Bajo La Alumbrera, el mayor yacimiento de cobre y oro del país, hoy se encuentra en su etapa final de producción. Situado entre los departamentos catamarqueños de Belén, Andalgalá y Santa María, a unos 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar, el proyecto agotará sus reservas en el corto plazo. Según Álvarez, todavía hay seis años de producción asegurada, aunque la actividad podría cesar antes de lo previsto si los precios internacionales caen demasiado.
De acuerdo con Manuel Benítez, titular de Yacimientos Mineros de Aguas de Dionisio (YMAD) –que junto con Glencore-Xstrata forma parte de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Minera Alumbrera–, lo ideal sería que Agua Rica entre en marcha cuando Alumbrera deje de producir. “Teniendo en cuenta la incertidumbre que rodea a esa iniciativa, no es un dato menor haber conseguido la habilitación para avanzar con otra área de interés cercana: Bajo El Durazno”, remarcó.
Cerro Moro
Una buena noticia es que Yamana Gold invertirá u$s 450 millones para poner en marcha el proyecto de oro y plata Cerro Moro, situado cerca de Puerto Deseado, en Santa Cruz. Así lo confirmó Hernán Vera, Country Manager de la compañía en la Argentina.
“Inicialmente tenemos previsto invertir u$s 150 millones para la fase inicial de desarrollo, con la idea de comenzar a producir, a más tardar, a principios de 2016. En una segunda instancia realizaremos un mayor desembolso, de alrededor de u$s 300 millones, para garantizar la continuidad de la vida útil de la mina, que originalmente estimamos en 10 años”, precisó el directivo.
Cerro Vanguardia
También en Santa Cruz, Cerro Vanguardia tiene en carpeta un plan de acción para ampliar el horizonte de producción del yacimiento homónimo. No obstante, el gerente general de la firma, Jorge Sanguin, admitió que el vigente escenario no favorece las inversiones en el segmento. “Logramos que AngloGold Ashanti quiera reinvertir una parte de las utilidades para mantener el desarrollo y prolongar la vida útil del campo más allá de 2023. Pero la minería local necesita desenvolverse en un marco de confiabilidad y diálogo responsable. Hay que recuperar de manera urgente el clima estable y el consenso”, advirtió.
Veladero
A lo largo de 2013, Barrick obtuvo unas 640.000 onzas de oro en el proyecto sanjuanino Veladero, situado en plena Cordillera de los Andes. El dato alentador es que la firma prevé elevar esa cifra durante esta temporada, y alcanzar una producción de entre 650.000 y 700.000 onzas.
Menos cierto es el destino de Los Azules. Aunque los análisis de factibilidad demuestran que el yacimiento podría convertirse en una mina altamente competitiva, McEwen Mining aún se encuentra reformulando los planes de operación del proyecto.
Taca Taca
En la Puna salteña, Lumina Copper se ilusiona con el potencial cuprífero de Taca Taca, cuyo programa exploratorio ya suma más de 150.000 metros perforados. Según la información que recibió el secretario de Minería, Jorge Mayoral, la minera lleva detectados recursos por 21.100 millones de libras de cobre y reservas por 7 millones de onzas de oro. De todas formas, aún es muy temprano para aventurar una fecha de inicio de producción.
Navidad
Pan American Silver confía en retomar las conversaciones con las autoridades chubutenses para destrabar el desarrollo de Navidad, emprendimiento de plata, cobre y plomo que fue suspendido debido a fuertes presiones sociales. Sin embargo, el subsecretario de Medios de Chubut, Sergio Fernández Novoa, ratificó recientemente que descongelar la minería no forma parte de la agenda del Gobierno de Martín Buzzi.