Los consejeros de la Universidad Nacional de Tucumán aprobaron la realización de una sesión extraordinaria en la que se escuchará cada una de las razones por las cuales se rechaza a Minera Alumbrera. Se trata de un significativo logro de las ONG quienes, de esta forma, lograron instalar el debate ambiental en el propio seno de una institución que hoy mantiene un estrecho vínculo con la denunciada minera.
Fuente: diario digital Primera Fuente
28/10/2009. Científicos, funcionarios judiciales y referentes de pueblos originarios, entre otros, podrán expresarse en dicho encuentro pautado para la segunda quincena de noviembre.
Para quien no siga de cerca el curso de los acontecimientos que marcan la tenaz lucha de las organizaciones sociales en contra de la megaminería, el hecho podrá verse, a lo sumo, como un mero avance. Pero el transcurso de los acontecimientos muestra que en los aproximados 15 años que tiene la explotación de Minera Alumbrera las ONG debieron sortear todo tipo de escollos, en su mayoría ligados a la Justicia y al poder, para poder dar pasos adelante en su lucha ambiental. Que el propio Consejo Superior de la UNT, socia de esta minera a través del YMAD, otorgue a las agrupaciones sociales una sesión extraordinaria para escuchar cada uno de los argumentos por los cuales ellos denuncian esta actividad, representa un logro histórico en los varios años de lucha que portan sobre sus espaldas.
Antes de iniciarse la sesión del órgano universitario, integrantes de la Asamblea Socioambiental del NOA (Asanoa) entregaron a cada uno de los consejeros y al propio rector, Juan Alberto Cerisola, un petitorio a través del cual solicitaban por enésima vez una sesión extraordinaria para exponer todas las razones que fundamentan su rechazo a Minera Alumbrera.
En forma paralela, también se repartieron solicitudes de idéntico tenor presentadas por la Comunidad Indígena Diaguita de los Valles Calchaquíes y otra por parte de representantes de Proyecto Sur, partido liderado a nivel nacional por el cineasta y diputado nacional electo, Ernesto “Pino” Solanas. Incluso, hasta vecinos del sur de la provincia se acercaron al debate para explicar por qué temen que el agua que consumen estaría contaminada por supuestos metales pesados provenientes de Minera Alumbrera.
En un contexto en el que se esperaba que la propuestas de las ONG sean analizadas en sesión como proyecto sobre tablas, tras la finalización del extenso orden del día, fue la decana de la facultad de Filosofía y Letras, Elena Rojas Mayer, la que dio el batacazo al solicitar al cuerpo que se le conceda la palabra al referente de Asanoa y no docente de esa dicha facultad, Alfredo Carbonel (ver video).
La contundencia de la exposición tuvo su efecto: durante la segunda quincena de noviembre las organizaciones sociales podrán explicar con detalles, en una sesión extraordinaria, cada una de las razones por las cuales reclaman que la UNT finalice su vínculo con Minera Alumbrera -a través de la UTE Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD)- y por las que exigen el cierre definitivo de esa explotación minera ubicada en Andalgalá, Catamarca.
“Creemos que este logro tiene varios factores que lo posibilitaron. La presencia y persistencia de las ONG y el crecimiento de los niveles de información fueron claves. Nuestro rechazo a Minera Alumbrera y sus razones son contundentes. Las pruebas sobre la contaminación que causa esta empresa son elocuentes y, por si nos las conocían, ahora los consejeros superiores tendrán la posibilidad de interiorizarse sobre ellas”, explicó a primerafuente Myriam Genisans, de la organización Pro-Eco. “Científicos, representantes de pueblos originarios, integrantes de la Justicia y denunciantes afectados por el daño de la minera participarán de la sesión para que todo el mundo se entere lo que está causando Minera Alumbrera”, agregó la militante social.
Tras la obtención de lo largamente reclamado, el patio del Rectorado fue otra vez epicentro de la concentración de las organizaciones ambientalistas. Sin embargo, durante la tarde de ayer el clima fue diferente. La sensación de impunidad, por momentos, dejó lado a un mesurado festejo. Se ganó una batalla, aunque saben que ese mismo escenario, como otros tantos, los volverá a congregar por motivaciones similares dentro la misma lucha que decidieron encarar en defensa del medio ambiente.