El Secretario de Minería de Santa Cruz salió a publicitar a las empresas mineras y realizó un juego de palabras con el fin de instalar en el subsconciente de la opinión pública que Santa Cruz es una de las tres provincia con excelencia. La minería está lejísimo de ser el eje de desarrollo económico de la provincia, siendo que solo aporta el 1% juntando las regalías de todo un año y de todas las mineras; con ese producido el estado provincial no alcanza a construir una escuela en cualquier localidad del interior.
Fuente: Agencia OPI Santa Cruz
18/06/2010. Sostiene el concepto de excelencia minera ya que, si bien en su planteo se interpreta inicialmente que se refiere a uno de los territorios más explorados (de ahí lo de minera por excelencia), no deja pasar la oportunidad para recordar lo ordenada que son las empresas y lo respetuosas del medioambiente que resultan las multinacionales.
El Secretario de Minería de la provincia, Oscar Vera, en declaraciones a un medio radial de esta ciudad, dijo que Santa Cruz se encuentra entre los distritos mineros “por excelencia” de la Argentina y que actualmente estamos en los niveles de San Juan Y Catamarca. (NdR: estuvimos en esas provincias y la realidad que se vive allí con la minería es más para el olvido, que para resaltar sus bondades y pretender parecernos).
Luego de blanquear, de alguna manera, los nuevos emprendimientos como el de Cerro Negro, lugar donde tuvimos oportunidad de comprobar lo que se está haciendo en el terreno, se encargó de resaltar que la empresa Oroplata SA ya ha presentado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y esta mención le sirvió de disparador al funcionario para recordar que la minería es la única actividad productiva primaria que tiene una ley que la rige en materia ambiental.
Acertadamente el Secretario de Minería señaló que la norma regula desde el comienzo de la prospección hasta la exploración y cierre de la mina. Siguiendo con la impecable teoría del “deber ser” recordó que las empresas, antes de empezar a explotar, deben presentar el plan de manejo ambiental, el cual debe ser aprobado, luego de un “exhaustivo” análisis y que las presentaciones de las empresas están hechas con carácter de declaración jurada.
¿Y quién dijo lo contrario?
El Secretario Vera no hace más que repetir lo que “debe ser” o en todo caso lo que se adopta como mecanismo legal para incorporar la explotación a la provincia desde lo meramente formal; el problema (que el Secretario no explica) es cuánto de esto se cumple, cuánto de eso que él mismo expresó se controla y en qué condiciones las empresas llegan a regularizar su actividad.
La foto de portada muestra el interior de mina en el yacimiento San José-Huevos Verdes, donde se achica alrededor de 180 mil lts/h y donde han ocurrido anegamientos, los trabajadores tienen que hacer sus labores en condiciones de humedad, mala ventilación, con aguas contaminadas y cercanas a conductores eléctricos. Todo esto es desmentido o desconocido por las empresas y/o el gobierno.
El funcionario del gobernador Peralta aparece en sus declaraciones más como un lobysta de las empresas mineras, que como un defensor de los intereses comunes de los ciudadanos quienes como parte del Estado, debiéramos estar representados por funcionarios que molesten, alerten e incomoden a las empresas mineras, más que ampararlas, defenderlas de las críticas y justificarlas ante la opinión pública.
Un equipo de OPI Santa Cruz estuvo en Cerro Negro, nos adentramos en los campos, cruzamos las estancias, arribamos a la zona de cateo y exploración de la empresa Oroplata SA, recorrimos los yacimientos arqueológicos que no están abiertos al público, entrevistamos a vecinos de Perito Moreno, a trabajadores de minas y profesionales, a propietarios de estancias, incluyendo la cual contiene el yacimiento y estamos en capacidad de decir que entre lo que expresa Vera y la realidad en el terreno hay una distancia cuyo recorrido se puede medir en años luz.
Vimos, fotografiamos y filmamos la forma en que la empresa abrió los caminos internos en los campos, sin ningún tipo de cuidado por preservar la flora autóctona, amontonando hasta 80 cms de piedra y tierra sobre coirones, mata negra y arbustos menores, esto multiplicado por decenas de kilómetros, sin que se observe en todo el trayecto la mínima pretensión de la operadora de preservar nada.
Encontramos manchas de combustibles en la tierra (presumiblemente gas oil), filtros de vehículos semienterrados junto con aceites, desperdicios, pedazos de caños y maderas también semienterrados en el campo, etc y hay que tener en cuenta que la empresa mencionada por el funcionario, aún no comenzó la explotar.
Cuando nos acercamos al lecho del Arroyo Feo, en cercanías del yacimiento explotado por Patagonia Gold la situación se agravó. Nos habían alertado sobre las explosiones que realizó la empresa a menos de 150 metros de yacimientos arqueológicos, algunas de cuyas paredes han sufrido desprendimientos de la piedra en las cuevas donde están las artes rupestres, dado que la superficie no es altamente compacta ni resistente y se parte fácilmente con las vibraciones. Los senderos por donde las empresas realizaron en su momento los trabajos de exploración y luego la apertura de caminos, se puede visualizar desde muy lejos, sin mencionar los lugares que están vedados para el que transite por allí, como si detrás de las tranqueras con enormes candados se escondiera algún secreto vital para la seguridad nacional o bien algo que no puede estar a la vista de cualquier curioso.
Cuando el Secretario Vera dice que se han respetado “todos los pasos legales” y se ha realizado el EIA, no desconocemos que eso sea así, lo que sospechamos es que el gobierno no se ha tomado el trabajo de corroborar las condiciones en el terreno ni la veracidad de los datos que aportan las empresas contratadas por las mineras para realizar el estudio de impacto ambiental.
Ni hablar del resto
El Secretario Vera tampoco se ha manifestado sobre la obsolescencia de la tecnología para la obtención del oro y la plata que se utiliza en Santa Cruz, toda vez que la lixiviación con cianuro ya ha sido desterrada en los principales países del mundo y tiene fecha de vencimiento en Europa donde, además, para obligar al resto del mundo a adoptar la misma actitud, amenazan con bloquear el comercio de aquellos países que no respeten las nuevas tecnologías de extracción. En eso, Argentina y especialmente Santa Cruz de la cual el funcionario se ufana de ser “minera por excelencia”, sigue trabajando como en el siglo 19.
Podríamos repasar lo que sucede en Minera Santa Cruz, donde tenemos decenas de denuncias por falta de seguridad en mina (común a la mayoría de los yacimientos), efluentes contaminados, utilización y manejo de sustancias contaminantes sin la debida protección para las personas, una pérdida localizada hace más de un año en el dique de cola que contiene compuestos cianurados por la rotura de la membrana geotérmica que lixivia detergentes y compuestos directamente al suelo; los accidentes en mina de varios tipos y gravedad que han sucedido y no han sido reportados o habiendo sido reportados no produjeron acción por parte de los organismos competentes; el ensilado a cielo abierto de los contenedores de cianuro en la Minera Triton; los hechos expuestos en Cerro Vanguardia, donde en el 2003 hubo una importantísima fuga de compuestos cianurados que contaminaron el suelo o el virtual cierre o abandono de Mina Martha que tan bien lograron ocultar desde la empresa Coeur hasta el propio estado provincial, para dejar en la ignorancia a la opinión pública y evitar de esta manera las voces que pudieran levantarse desde algunos sectores para cuestionar a la empresa.
Mejor callarse
El gobierno provincial lo que mejor puede hacer es, primero hacer cumplir las leyes y los reglamentos, esos mismos que menciona Vera pero que en realidad solo son papeles sin contenidos prácticos. Luego no salir a defender a la minería como si esta actividad fuera el eje principal de desarrollo económico de la provincia, siendo que solo aporta el 1% y juntando las regalías de todo un año y de todas las mineras; con ese producido el estado provincial no alcanza a construir una escuela en cualquier localidad del interior. En tercer lugar es necesario que desde el Gobernador para abajo (incluyendo el Secretario de Minería) conozcan como conocimos nosotros, con contacto directo y sin filtros, la realidad en el terreno y los relatos de sus actores.
Mientras se siga atendiendo a la minería desde atrás de un escritorio, mientras el gobierno provincial sienta que cuando uno habla de las malas condiciones de trabajo en un yacimiento, le está sacando una uña al Secretario de Minería y mientras los funcionarios del área sean defensores y no controladores de las empresas que explotan las riquezas en la provincia, nada va a cambiar y va a ser cada vez más evidente que han una complicidad manifiesta entre los gobiernos y las mineras en la campaña “evangelizadora” que llevan adelante las empresas y que sospechosamente, cuentan con la zona liberada que les proporcionan las autoridades a los que esas empresas, les debieran temer.