Carlos González es director de Medio Ambiente de la Asociación Ecologista Inti-Chuteh (“Andes de todos” o “tierra de/para todos”, en huarpe) que se especializa en los procesos de generación y conservación del agua cordillerana. Es verano agobiante en San Juan y su voz, seca como lijazo en la tarde, explica cómo funcionan los glaciares y cómo lo hace su depredador “natural”: la megaminería química. Insinúa que Pascua Lama y otros proyectos ya han provocado daños irreparables y espera que sus hijos no tengan que verlo llorar por el resto de sus días lejos del territorio donde eligió vivir. Entrevista realizada en el verano de 2010.
Por Marcelo Mangiante
Glaciares o destierro
“EL PAÍS ESTÁ SUBSIDIANDO LO QUE EN UNOS 10 AÑOS SERÁ UN DESIERTO TÓXICO”
Glaciares, los motores del sistema agua
Carlos González– Nosotros nos enteramos entre gallos y medianoches que teníamos una minera instalada en plena cordillera para extracción de oro y otros metales y nos pareció muy fuera de lo común la forma en que ingresó la empresa y el lugar. Nos juntamos unos conocidos, creamos esta institución y el primer paso fue hacer un monitoreo de las aguas de San Juan. Sabemos lo que es la minería y qué daños provoca a nivel mundial. El tema a dilucidar era cómo iba a actuar sobre nuestras aguas. Hicimos estudios porque nos dimos cuenta que el gobierno no los tenía, o los tenía muy mal hechos, o mal puestos en distintos entes, sin correlación. Estudiamos los dos ríos de San Juan, y oh sorpresa, encontramos arsénico en el río Jáchal, trazas de cianuro en el San Juan y cianuro en otros lugares donde había habido muertes de cabras. No sabíamos por qué. Y nos fuimos dando cuenta cómo funciona el ecosistema. La minería viene del 1890, 1900. Pero no era como ahora, que se añadió el cianuro, causa de la destrucción paulatina de todos los ecosistemas y motivo por el cual el agua de San Juan no es tan pura como en otros sitios.
El sistema es muy complejo: Lo que nos da agua a nosotros no es el glaciar, como nos quieren hacer creer. El glaciar es, digamos, el motor que hace funcionar el sistema para que tengamos agua. En invierno, cuando nieva, la zona periglacial es la que se congela. Cuando viene el verano es la que se descongela.
Marcelo Mangiante– Y es el agua que se toma después.
CG– Claro. No en ese estado, pero sí. Al derretirse la masa periglaciar, en 90 % de los casos, el agua se sumerge y pasa por distintas capas, de arsénico, boro, de millones de sustancias, y vuelve a surgir. El agua que tal vez arranca contaminada resurge 5, 10 ó 20 kilómetros más abajo tras pasar por capas de arcilla y distintos filtros naturales y cuando sale… está buena. Y es la misma cuenca… Vos decís ¿cómo? Es así, la naturaleza es sabia, ha equilibrado el sistema para que abajo el agua esté buena. En el año 70 ya se trabajaba en una mina arriba de Valle del Cura, la Rosa Amarilla, haciendo voladuras y tronaduras; destruyendo pozos y generando pozos con los cateos, destruyendo canales subterráneos de agua. Eso tuvo y sigue teniendo aún hoy su impacto. Ahora, ¿qué hace esta nueva minería? Nos mete los cartuchos de dinamita, vuelan todo, y al volar las capas de arcilla y demás… desaparecen todos los filtros.
MM– Y el agua mala sigue quedando mala…
CG– Claro. Entonces nosotros decimos: “ahí no hagan minería”. No la hagan acá porque están destruyendo toda una provincia aguas abajo. Y más, porque esa agua antes llegaba pura a La Rioja, a Córdoba. No va a llegar más. Tenemos fotos en nuestra página (ver: www.intichuteh.org.ar), se ve perfectamente cómo han destruido y tapado las vegas, las nacientes de aguas. Nosotros le discutimos a manos llenas al gobierno que eso no es natural. Los mineros hace muchos años nos advierten: tenemos antecedentes del año 73 de que hacen voladuras en San Juan.
Entre científicos y profesionales
MM- ¡¿Desde el 73?!
CG– Sí, del 73, en Veladero y Pascua Lama. No sé si sabe cómo son los cateos… Meten hasta cierto límite una excavadora; sacan un pedazo de tierra y ellos averiguan por napas cómo está compuesto el yacimiento y qué ley tiene y toda la historia. Así, no me vengan a decir que cuando perforan un río subterráneo no lo afectan… Afecta porque mezcla distintas napas. Se puede dar que vos tengas acá [arriba] una napa contaminada y acá [abajo] una buena. Y si le hacés un agujero y comunicás las dos napas el agua buena deja de serlo. Eso es a lo que nos oponemos seriamente. Ningún científico nos ha podido decir que estamos equivocados. Profesionales sí nos han dicho… pero son profesionales, no son científicos.
MM– ¿Profesionales de qué?
CG– Profesionales… Existen dos tipos: el profesional y el científico. El científico es el que investiga y no recibe prácticamente remuneración. O no pasa por ahí. Investiga porque le gusta. Y tiene una libre captación de los problemas. El profesional no, ya está dirigido para hacer determinada cosa.
MM- Sólo ve lo que quiere ver, o lo que le pagan para que vea…
CG– O no. Puede ser un tipo al que le digan: “yo quiero que hagas esto”. El tipo hace eso. No mide las consecuencias. Es un profesional, no voy a decir que sea malo. Hace su trabajo y se va. Lo demás no le importa. Por eso, profesionales nos objetan, científicos no. Mirá, cuando Inti Chuteh le presenta al gobierno que el río Jáchal está contaminado con arsénico ya se sabía que estaba contaminado con boro; pero lo del arsénico había estado escondido. Ellos sabían desde el año 98 que estaba el arsénico en el agua y lo habían callado. Pero nos dijeron que era natural.
MM- ¿Qué gobierno era en el año 98?
CG– Pero es que esto no viene de un solo gobierno. En el 98 estaba Escobar, justicialista. Después vino Avellini, lo voltearon a Avellini y vino este muchachito que está ahora.
Contaminación sin red
MM- ¿Está en riesgo el agua de los sanjuaninos?
CG– Directamente, no es que esté en riesgo… está sufriendo consecuencias graves el agua de San Juan. Tenemos también mineras que eran de sulfato de aluminio, nada que ver con el oro. Y hoy en día el agua de San Juan está con niveles al borde de lo que marca el código alimentario argentino. Tenés El Castaño, otra mina vieja, tenés Marayes, zonas donde quedó todo contaminado. Y no mejoró el cuidado ambiental. Las mineras dicen que vienen con toda la tecnología… sí, vienen con toda la tecnología, pero para extraer, para obtener mayores rentas. ¿Y cuidar el ambiente? Si la renta va con el ambiente, va; y si no va, no va. No les importa. Veladero tiene la geomembrana pinchada; reconocido por el mismo secretario de Minería de la provincia, que ahora es ministerio.
MM- ¿Y qué es la geomembrana?
CG– Veladero no tiene dique de cola, según los mineros. Para nosotros es dique de colas: es un valle de lixiviación; es donde quedan todos los residuos. Ellos colocan -dicen que para cuidar el medio ambiente- una capa de arcilla y una geomembrana, que es como la membrana del techo de las casas pero con otros compuestos, plásticos, aislantes. Colocan otra capa de arcilla y otra geomembrana y una capa más de arcilla. Arriba echan las rocas, las rocían con cianuro y les sacan el oro. Hay peleas entre quienes hacen minería cuprífera y quienes hacen minería aurífera. Cuprífera es cobre, aurífera oro. Los del oro recriminan a los cupríferos que no ponen geomembrana. Los del cobre les contestan que para qué la van a poner si total se termina rompiendo. Nunca, nunca son garantía de nada. Entonces, ¿cuál es la conclusión? Es por un tema económico que ponen o no la geomembrana. No es para cuidar el ambiente. Tiene mayor proceso de extracción la geomembrana a la que no se le filtra el cianuro. El cianuro separa el oro en el proceso. En cambio para el cobre… el cobre vale 200 dólares, la geomembrana cuesta millones… no la ponen.
MM- Pierden un poco más de cobre, pero les resulta preferible…
CG– ¡No es rentable! Ellos dicen que con una capa de arcilla sobra. “Total”, dicen, “no usamos cianuro”. Pero sí usan cianuro. Si vos tenés una roca que tiene oro y cobre, aunque tenga más cobre, al oro no lo vas a dejar, lo vas a extraer. La Alumbrera dice: “no usamos cianuro”. Sí usan cianuro. Y hay pruebas. Han transportado cianuro ¡para extraer el oro! Esa es la pequeña diferencia entre la cuprífera y la aurífera. Nosotros tenemos Casposo en la cuenca del río San Juan, que es de oro, y Pachón, de cobre; Azules, que es otro proyecto binacional, de oro. Y hay 180 más que están en prospección y avance. Están casi todos sobre la cuenca del río San Juan. Hoy día no tenemos agua para que los agricultores rieguen sus cosechas. Y la minería consume mucha agua.
Agua que no has de beber ni ver correr
MM- ¿Pascua Lama está todavía en espera, no? ¿O está en marcha?
CG– Hoy en día lo único funcionando es Veladero. Pascua Lama dicen que no está funcionando, pero yo me inclino a que sí. Veladero debe estar recibiendo material de Pascua Lama; de las pruebas de cateo, todo eso. Aparte tenemos Minas Argentinas, que es la misma Barrick, en Gualcamayo. Y se dice que empieza a funcionar Casposo, que ya la han vendido. Mirá, se venden estos como vos comprás y vendés un caramelo… vendieron Casposo. Esos son los proyectos que, si no operan ya, son inminentes.
MM- Escuchábamos estos días que los productores viñateros se quejan de que les van a disminuir la cuota del agua. A la población también le falta. Si ya escasea el agua… ¿qué va a pasar cuando estos emprendimientos que funcionan a media máquina o no funcionan todavía anden a pleno?
CG– Y… los recursos se van a agotar. Y hay otra más grave: no están agotando el recurso solamente sino también la fuente generadora de ese recurso: los glaciares y las zonas periglaciares. O sea, es más grave el tema que si fuera sólo que te dejan el 2 % o el 3 % de regalías. O que sea una multinacional, o transnacional. Mucho más grave. Eliminan la fábrica de agua de toda la cordillera. Esa es la madre de la cuestión. Después analicemos porcentajes, después analicemos la composición del capital, todo lo otro. Pero si no hay agua no hay vida, hermano.
Dinamita en el corazón
MM- ¿Es correcto afirmar que convertirían a San Juan en un desierto?
CG– ¡Y ya más desierto de lo que es! Está planteado. Y con el tema del cambio climático es otra cosa más que va a venir a aflorar peor todavía. Nosotros hemos recibido estudios de la Fundación La Nueva Cultura del Agua, de España; nos mandan mucha información de cambio climático; no se sabe a ciencia cierta mucho lo que va a pasar. Se cree que lo que era nieve se va a convertir en agua. Donde cae nieve, va a caer agua. Imaginate en la cordillera, si en vez de nieve cae agua, con los desechos tóxicos que hay ahí, lo que va a ser esta zona. No sólo va a ser un desierto, sino que en gran medida va a ser un desierto tóxico, si se produce eso. Ahora, si cambia el clima de otra manera, ahí no sabemos. Pero en vez de estar previniendo, no, estamos jugando a hacer desaparecer por anticipado los glaciares. Barrick, está probado, ya ha destruido tres glaciares. La Dirección Nacional de Agua de Chile tiene el informe y la denunció. Pelambres, una mina que es la continuación de Pachón… pertenece al grupo Luksic, en Chile, está probado que hizo desaparecer 12 millones de litros de agua de formaciones rocosas… Hacen desaparecer glaciares ya cuando entran, porque tienen que arrojar los desechos, tienen que volar la montaña para hacer su extracción. El glaciar se interpone. Eso afecta directamente el agua de la provincia. Y del mundo. Y es agua dulce. Sólo 3 % del agua mundial es dulce. Y la mayor reserva de agua de la Argentina está en los glaciares. Queremos que la gente entienda eso.
MM- ¿En cuánto tiempo se volvería inhabitable la provincia? Y, lo que es lo mismo, ¿cuánto tiempo tenemos para frenar esto, o mitigarlo, o encontrarle alguna solución?
CG– Mirá, es difícil, muy difícil de determinar. Muchas veces ni los mismos científicos se animan a dar fechas. En base a lo que ha estado pasando en Chuquicamata y otros lugares, se calcula que, a lo sumo, 10 años y ya está. Hoy día hay una mina en Chile que ha decidido importar agua de la Puna argentina. Ellos ya están sin agua. Sin glaciares. Lo mismo va a tener que hacer Barrick cuando termine de destruir los glaciares. Pensá: solamente Veladero está consumiendo 1 millón de litros de gasoil diarios. ¡Veladero sola! Un millón de litros diarios. Con todo el calentamiento que eso significa y todo el dióxido de carbono a la atmósfera, lo que afecta el tráfico ahí, la voladura; se afirman sobre los glaciares… los glaciares desaparecen. Sobre Pascua Lama Barrick dijo que no va a tocar los glaciares, pero poco les queda ya a esos glaciares. De modo que cuando eso se sepa van a decir: “bueno, listo, hacemos el hueco y nos llevamos lo que hay. Si total ya no existen los glaciares”. Por eso estamos luchando y eso es lo que queremos frenar. Después discutimos el resto de la minería, después discutimos los beneficios, los pros, los contras, si son ciertos o no son ciertos. Estamos discutiendo el lugar donde se han metido, que es… ¡el corazón de la vida de San Juan! Plena cordillera, plena zona generadora de agua. No se puede permitir ese lujo. Dejemos el oro ahí, que nos va a dar más beneficios ahí donde está cuando nos brinde agua limpia.
De cómo reventar sin que reviente
MM- Leía en Internet que en el Valle de Huasco detuvieron un camión de Barrick, hicieron bajar a los empleados para preservarlos y quemaron ese camión. Incluso han tomado videos que circulan por la red. No sé qué opinión te merece…
CG– Yo no lo veo bien a eso, no lo veo bien. Pero por ahí a la gente no le dejan otra alternativa. Entramos en un callejón sin salida donde cuidamos el negocio o cuidamos la vida. Esa gente está cuidando su vida. O está peleando por su vida, por el lugar donde trabaja, donde come, donde vive, donde subsiste… ¿Los vas a criticar? Está mal, eso no hay que hacerlo; pero no sé hasta qué punto el gobierno chileno les da otra alternativa. Si es la misma alternativa que nos da el gobierno acá en San Juan ponele la firma que acá en San Juan tendríamos que hacer lo mismo. Lo que pasa es que el sanjuanino es más pacífico, más tranquilo y todavía lo ve muy lejos al problema. Ellos lo ven ahí, lo tienen ahí. No sé… habría que buscarle otra forma. Por ahí la impotencia lleva a la gente a hacer eso.
MM– Una de las “otras formas”, como decís vos, podría ser la movilización social, ¿no? ¿Te parece que hay posibilidades de eso?… porque las noticias que hemos ido recogiendo en estos días acá son que hay mucha gente implicada pero como que están todos divididos, hay muchas internas, no pueden formar una asamblea, organizaciones…
CG– Es que esos temas las mineras los manejan muy bien, los dominan muy bien. Aparte, cuando no tenés bien claro el concepto ahí vienen los problemas. No sé si me entendés. Las mineras trabajan; y trabajan para confundir. Trabajan muy bien socialmente. Tienen sociólogos, tienen equipos y tienen plata para hacer que la gente cambie de opinión muy fácil. Ahí vienen las divisiones. Incluso hay gente que está trabajando estos temas para ver qué puede pellizcar; es real, sucede en todos los ámbitos. En San Juan tenemos un problema que es que se nos ahogó muy mucho durante el 2000 y se hizo mucha miseria; y hoy día, saliéndonos un poquito del tema minero, tenés, aparte de los planes sociales, que la provincia se está subsidiando con 4.500 puestos de empleo en empresas privadas. No sé si entiende. Son 4.500 puestos, no genuinos, que están en San Juan porque el gobierno está dando 600 pesos por cada puesto de trabajo. Y otros 12.000 empleos más de habitantes sanjuaninos en empresas que no están radicadas en la provincia. O sea que, entre empleos públicos y gente que está subsidiada tenés casi 80.000 personas, en San Juan ciudad nada más. Y todos dependen del gobierno. Si el gobierno está apoyando esta minería, ¿cómo pretendés que alguien salga a gritar en contra del gobierno o de esta política minera? De ahí, sumá los planes sociales que hay, que están trabajando medio a dos puntas, digamos. Muchos, pero muchos, de los que reciben planes sociales trabajan a dos puntas: “No voy a chillar porque me sacan la cosa. Me la trago”. Están recibiendo directamente plata del gobierno. Por eso dicen: “San Juan está tan bien”. No, no está bien. Está subsidiado al 100 %, para que no se note que la minería no deja nada. Económicamente la minería no deja nada. Pero no puede quedar en el discurso… porque si no las otras mineras que tienen que instalarse no se van a instalar nunca. Tienen que subsidiarlo a cualquier precio, le cueste lo que le cueste al resto del país, para que el resto de las mineras pueda llegar a instalarse sin que reviente San Juan.
Nadie pone las manos en el fuego por un pirómano
MM- Tengo entendido que Barrick debería operar con un seguro ambiental y no lo tiene.
CG– Sí, la ley de Medio Ambiente lo exige. El otro día escuchaba el debate entre Pino Solanas y Gioja y me reía. Gioja decía: “dénme un solo ejemplo de minería que haya contaminado”. No uno, millones de ejemplos te puedo dar. ¿Querés en San Juan nomás? Yo te puedo dar Marayes… si lo ve Gioja que le cuenten… le puedo dar Castaño, Rosa Amarilla, Cormina, le puedo dar… todas esas son mineras de oro. Si no quiere minería de oro le puedo decir las caleras en Uberra, las sulfateras en el río San Juan, en Calingasta. Millones de ejemplos. ¿Un seguro ambiental? Gioja le decía a Solanas: “No, la empresa no lo consigue al seguro”… y es cierto. Es la única cosa que no ha mentido Gioja. Porque no hay empresa en el mundo que asegure a una minera y menos si trabaja en esta envergadura. No existe una empresa en el mundo que vaya a contratar con Barrick, que le vaya a permitir un seguro abierto y libre como tiene que ser; porque no tiene límites. Imaginate que reviente un dique de colas cuántos millones y millones tiene que pagar… más de lo que produce el yacimiento en sí. Entonces ninguna compañía en el mundo los asegura. Y ese es el gran problema que ellos tienen.
MM- Para redondear… algo que quieras decir y yo no te haya preguntado. Algo importante que faltó.
CG– No… lo más importante, más que nada dirigido a aquellos que tienen poder de decisión en el país, que por favor vean el tema del consumo y contaminación de agua y de la generación de agua. Y cómo funciona el ecosistema del agua en la cordillera. Que lo vean. No es una cosa muy difícil, no es muy complejo, no necesitan un gran apoyo científico. Eso, cualquier niño de primer grado lo aprende. Y que cuidemos eso, nada más; tan sencillo es. ¿Quieren hacer minería? Bueno, no la hagamos ahí donde la estamos haciendo, porque nos va a afectar seriamente. Y en mi familia lo hemos sufrido el tema del destierro, porque mi padre es español y se tuvo que venir a la Argentina. Es muy feo ver a tu padre llorando toda la vida por la tierra que tuvo que abandonar. Yo no quiero que mis hijos me vean llorar a mí porque tuve que abandonar la tierra donde me crié, por no tener agua. Es lo único que le pido a la gente; que nos entienda y ayude en eso. Nada más.
MM- Muchísimas gracias Carlos.
CG– No, por nada. Cualquier cosita ya saben.
® Marcelo Mangiante, con colaboración de Nélida Zubillaga