lavaca en Jachal, a un año del derrame de millones de litros de cianuro por parte de Barrick Gold. Este martes realizarán una conferencia de prensa al mediodía y a la tarde habrá un festival con música: toca Bruno Arias. A las 19 preparan una marcha por las calles de la ciudad. En esta entrevista, el abogado denunciante, Diego Seguí, resume la situación legal: qué se sabe y qué no.
Fuente: La Vaca
El 13 de septiembre de 2015, gracias a un Whatsapp que se viralizó, se conoció la noticia que cambió para siempre la vida cotidiana de Jáchal: la empresa Barrick Gold derramó millones de litros de agua cianurada sobre el cauce del río. Dos días después se radicó la primera denuncia, que hoy tiene procesados a 9 empleados de la empresa, pero a ningún directivo de la minera ni funcionario estatal.
Para el abogado denunciante, Diego Seguí, el procesamiento – que aún debe ser confirmado en la Cámara- recae sobre los famosos “perejiles” para evadir las verdaderas culpas. “Nosotros pedimos que se le tomara declaración al Secretario de Gestión ambiental y Control Minero, Marcelo Ghiglione, el jefe policial, y a l ministro de minería provincial, Felipe Saavedra. Y el juez cuando hizo la conferencia contando del procesamiento acá en San Juan a perejiles, él dijo que agradecía a las autoridades mineras de la provincia por haberlo ayudado en la investigación, cuando ellos son responsables”.
El agradecimiento del juez a los funcionarios es apenas uno de los gestos en el racconto de este año en el que las estrategias judiciales se fueron diluyendo, entre el poder político y el económico.
Así, lo que pasó en la mina Veladero la madrugada del 13 de septiembre se debate aún entre teorías y misterios.
Hipótesis sobre el derrame
El juez Pablo Oritja dio por finalizada su investigación este año, cuando dictó el procesamiento de 9 empleados de Barrick Gold y presentó su teoría de los hechos. Contexto: la causa contaba con fiscales puestos especialmente como “refuerzos y ,a pesar que la Asamblea quiso constituirse como querellante a través del asambleísta Saúl Ceballos, el juez lo impidió.
La teoría que se desprende de la investigación del juez Oritja apunta a una falla en la válvula de contención como la causa del derrame. “Nunca pudimos ver las pericias de la válvula, ni quién la tiene”, bromea en serio el abogado Seguí. “Las sospechas de la Asamblea: fue un desborde producto de la sobreexplotación. Y el nivel de sobreexplotación no es culpa de los nueve procesados. Es una decisión empresarial y de la falta de control estatal”.
Estas sospechas se basan en hechos concretos, que el propio juez Oritja tuvo en cuenta en el tramo de la causa según el cual decidió suspender la actividad de Veladero durante 15 días. “Fue porque encontró sobreexplotación, porque la cota del valle de lixiviación estaba alta”. Esta hipótesis ya había sido explicada por Freddy Espejo, ex trabajador de la mina, según fuentes que aún mantiene dentro de la empresa.
Justicia recortada
La otra causa que investiga la responsabilidad del derrame de cianuro está en manos del juez federal Sebastián Cassanello. “Estas dos instancias de investigación penal por el mismo hecho generaron un conflicto de competencias que tuvo que dirimir la Corte”, cuenta Seguí. En efecto, la Corte Suprema falló en mayo sacarle la competencia a Cassanello para investigar a los responsables de la empresa. “Como el CEO de Barrick Gold, Guillermo Caló, que estaba imputado. En la práctica significó declarar la impunidad de Caló”.
El fallo de la Corte detuvo además una línea de investigación marcada por el perito internacional que presentó la Asamblea, Robert Moran, especialista en impacto ambiental. Seguí subió junto a Morand a la mina Veladero y así lo cuenta: “Nosotros íbamos con una orden de allanamiento. Y dispusieron un solo policía federal. Nos reciben con las cámaras de filmación de ellos, el sindicato de Aoma… Horrible: ahí sentís a la inmensidad de esta brutal desigualdad que hay entre las empresas y la justicia”.
¿Qué vieron? “Lo grosero. Ya estaba todo remediado, pero lo grosero fue la falta de respuesta a las preguntas técnicas de Moran. Llegamos al famoso lugar de la válvula: Moran ve toda esa historia y le empiezan a explicar. Le dicen: ‘Esta válvula que es la que se rompió antes no tenía lo que ahora le voy a mostrar que se ha hecho: ahora está revestido en una casucha que tiene con material aislante que va a resistir la brutal amplitud térmica entre el día y la noche, y entre el invierno y el verano´. ¿Qué más? ‘Pusimos un manómetro acá, un manómetro que mide la presión’. Hasta el auto más humilde tiene un manómetro. ¿Vos podés creer que Barrick Gold ha estado 10 años explotando esa mina sin un manómetro? ‘Ahora –nos decía el empleado- además tenemos cámaras que filman cada una de las 12 válvulas que hay ante una eventual rotura’. Conclusión: “Que no haya estado todo eso antes confirma la responsabilidad de la empresa”.
Con estas pruebas, la querella había solicitado la suspensión o clausura por violación de la Ley de Residuos Peligrosos y a la Ley de Glaciares. Pero la Corte recortó a Cassanello esa posibilidad, la volvió a la justicia provincial, y dejó a la justicia federal investigando sólo la responsabilidad de funcionarios nacionales. Qué esperanzas quedan: “Lo poco que nos queda es con Cassanello: la justicia de acá ya la conocemos”.
Qué se sabe y qué no
¿Cuántos litros fueron?
Mucho más de los que reconoció la empresa. La pericia de Roberto Adaro, que era funcionario de ambiente, que sube hasta la mina el 26 de septiembre, hace unas cuentas básicas y plantea que hay que contar la estimación desde la última vez que pasó un vigía. Pueden ser más de 3 millones de litros.
¿Qué no se sabe aún?
El volumen del derrame.
Qué pasó.
El impacto.
Qué otros metales están contaminando.
¿Qué se sabe?
Los efectos que no son producto del derrame, que tienen que ver con la actividad desde el día que se inició la mina. En la causa el juez reconoce en la causa 3 derrames anteriores. Apunta el abogado: “En una de esas hablar de ‘el’ derrame lava a la Barrick, porque lo singulariza: seguro que fueron más de tres. Lo que también se sabe es que el abandono al que han dejado al departamento de Jáchal desde el día del derrame es escandaloso”.