La minera chilena Pelambres, responsable de la escombrera Cerro Amarillo colocada en territorio sanjuanino y en la zona del proyecto Pachón, presentó la ingeniería de detalle para el aislamiento de la escombrera y desde el Ministerio de Minería de San Juan lo devolvieron con varias observaciones. Se trata de 51 hectáreas de material que podría ser contaminante, basura producida por la quinta mina de cobre más importante del mundo, Pelambres, y localizada en las nacientes de las cuencas en la Cordillera de los Andes. Ciudadanos y organizaciones reclaman que directamente sea removida del lugar.
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Fuente: Tiempo de San Juan
El Ministro del área, Alberto Hensel, contó que “se hicieron observaciones a esa ingeniería y se trasladó esto a Pelambres para que tenga en cuenta las observaciones de la Provincia. Una vez que tengamos finalizada esa ingeniería para el aislamiento de la escombrera, vamos a pedir asistencia técnica al Centro de Ingenieros de Minas de República Argentina para que nos asesoren y den su opinión. Teniendo todas las autorizaciones podemos empezar a retirar los 500 neumáticos que hay arriba”.
La historia de la escombrera comenzó en 2007 pero fue descubierto 4 años después, cuando a principios del año 2011 la empresa sanjuanina Pachón, adquirida por Glencore, se empezó a quejar sin obtener respuestas de Pelambres. En marzo de 2014 presentó una demanda civil contra la minera chilena, del Grupo Luksic. El Fiscal de Estado, Guillermo De Sanctis, se hizo parte en defensa de los intereses de la Provincia.
En mayo último, la Provincia firmó un Acuerdo Marco con Pelambres por el cual se obligaba a la minera a realizar los trabajos necesarios para el “aislamiento ambiental total y sustentable” de la escombrera.
“Estamos pidiendo informes al Instituto de Hidrología de la Universidad Nacional de San Juan, análisis de agua, monitoreos, para poder avanzar en el aislamiento de la misma. Además de la ingeniería de detalle, la empresa debe presentar un Informe de Impacto Ambiental”, dijo Hensel.
El Ministro explicó que el plan de trabajo para la remediación de la escombrera busca evitar cualquier efecto nocivo, actual o potencial, sobre el ambiente, “que es la mayor preocupación, más allá de la discusión que existe entre las dos empresas privadas, ya que por encima de eso están los intereses de San Juan”.
El Acuerdo Marco, que salió por decreto del Poder Ejecutivo, contiene 8 puntos a los que la minera chilena debe responder: el aislamiento de la escombrera se hará en base al plan de trabajo exigido por la Provincia y el costo lo asumirá Pelambres. Lo primero será retirar los neumáticos depositados; deberá realizará monitoreos de aguas superficiales y subterráneas en la zona; y las obras de aislamiento ambiental serán auditadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).