San Carlos de Bariloche, Río Negro, Argentina – 03/07/07. Pichileufu es apenas un paraje de la estepa patagónica, cercano a la línea sur rionegrina (la línea sur es una serie de poblaciones unidas de este a oeste por el ferrocarril y el ripio de la ruta 23). Este paraje aparece en los medios con regularidad, por las dificultades edilicias de su histórica escuelita o por quedar aislado en caso de nevadas. Ahora es otra vez noticia, por el avance de la nueva fiebre del oro que agita a la Argentina.
Fuente: Prensa Sur
Toda la cordillera está en la mira de empresas canadienses o norteamericanas, y Bariloche, hasta ahora, no se ha movilizado demasiado por esta cuestión, quizá por considerarla lejana. ¿Qué sucederá ahora que la minería a cielo abierto está a las puertas de la ciudad modelo del turismo mundial?
Los Zgaib llegaron en 1906, y se afincaron en el Establecimiento La Irene, en un área cercana a Pilcaniyeu y Pilca Viejo, a unos 50 km en línea recta de Bariloche. Allí se mantienen criando ovejas, sin vivir una gran bonaza ya que la unidad productiva en el suelo de la estepa es de muchas hectáreas. En el lugar también hay varias cuevas con expresiones gráficas de los pobladores originarios, y está en proceso de ser declarado reserva arqueológica, en el marco del llamado Proyecto Pilcaniyeu, 3000 años de historia. Cuando se enteraron de que las empresas mineras querían meterse en su campo, dieron la alarma.
“Aparentemente el expediente fue armado en el año 2005. A un empleado nuestro lo citaron de la policía de Pilcaniyeu para que vaya a firmar una autorización de cateo. Por supuesto que no firmó nada”. En la misma zona está el Establecimiento Carhué, de Jacobo Zgaib; las tierras de la familia Martínez; la Estancia Garaia (de los mismos dueños de la Estancia San Ramón, muy cercana a Bariloche); el campo de Camilo Criado; y la Estancia San Pedro, propiedad del famoso Luciano Benneton. “En todos estos campos hay prospecciones y estudios satelitales, la gente se está enterando de a poco, el acceso a medios de comunicación es muy limitado, la única radio que se escucha es Radio Nacional, y ni siquiera los teléfonos funcionan bien.”
Pero no serían los pobladores los únicos perjudicados directamente, ya que la contaminación fluiría aguas abajo, por los ríos Pichileufu y Limay, hasta la productiva zona de Neuquén Capital, y el poder contaminador del cianuro es muy difícil de detener. Por eso, tratando de repetir el ciclo que logró frenar el Proyecto Calcatreu en Ingeniero Jacobacci, Vecinos Autoconvocados de esa localidad y otros miembros de la Asamblea Patagónica contra el Saqueo y la Contaminación ya están en contacto con los pobladores, mientras en Bariloche otros grupos se preparan para actuar.
Los Zgaib cuentan que, asesorados por un alto funcionario de la Justicia rionegrina, tomaron la determinación de poner candados en las tranqueras, y están listos para hacer una denuncia penal en caso de que alguna minera intente entrar. ” No los vamos a dejar entrar, eso ya lo hemos decidido, y no daremos marcha atrás. Nos pondremos en contacto con otros propietarios de campos que tomaron la misma actitud, como se hizo en la zona de lago Puelo, y nos ayudaremos para resistir”.
La alarma ante la llegada de la gran minería tiene fundadas razones: “Esto se tiene que para como se paró lo de Esquel. Sabemos cómo contamina el cianuro, sabemos cómo contaminan estas empresas, conocemos la historia de Mina Angela y Cerro Castillo, cómo contaminan y consumen toda el agua, acá toda la gente toma agua de manantial, y por aquí nace el Arroyo Carhué, que va al río Pichileufu, Río que desemboca en el Río Limay, que riega todo el Alto Valle. Una explotación minera acá haría un desastre ecológico. Pero además de la contaminación, creemos que el recurso del subsuelo no debería ser para las empresas privadas, que se lo llevan y no nos dejan nada. La ley es una aberración”.