La aprobación de la ley minera en la Legislatura neuquina reavivó la resistencia de los grupos ambientalistas que se oponen a la actividad en su modalidad a cielo abierto y con el uso de químicos. Plantean que más que el fin del reclamo, la legislación que se aprobó sólo reactivó el conflicto que se había calmado con el fallo judicial que hace pocos meses frenó el emprendimiento en Campana Mahuida.
Fuentes: diario Río Negro y La Mañana de Neuquén
Neuquén – 28/11/2009. La gente autoconvocada de Loncopué (Aval) definían en asamblea el paso a medidas de acción directa y evaluaban cortar la ruta 26. Una de las razones era salir a manifestar públicamente el repudio a la ley que se votó el jueves en la Legislatura, pero también a denunciar el desconocimiento de parte del Ejecutivo provincial de una orden judicial de suspender toda actividad relacionada con la mina de cobre de Campana Mahuida.
Éste fue el segundo tema de debate y surgió por una notificación de parte de la Fiscalía de Estado sobre los resultados de un estudio de impacto ambiental de la eventual puesta en marcha de la mina y por el que se le dio a la comunidad mapuche Mellao Morales un plazo de 20 días para realizar observaciones. “Lo gravísimo de esto es que la Fiscalía está violando una decisión del Tribunal Superior de Justicia de no innovar. Eso significa que nada de nada se puede hacer en ese contexto”, dijo Carlos Camargo, de la conducción de Aval que, previo a la asamblea, describió un clima caldeado en la localidad. “Me inclino a pensar que la asamblea votarán acciones directas”, evaluó el dirigente.
El jueves, la Legislatura aprobó en general la ley que, lejos de prohibir la modalidad a cielo abierto y el uso de químicos para el proceso de obtención final del metal, como reclaman las asociaciones de vecinos y ambientalistas del foro por el medio ambiente, delimitó las condiciones para permitir la minería. Fue sobre la base de un proyecto elaborado por el diputado Hugo Gonçalves (justicialista en Alternativa Neuquina) y que profundizó los controles a la actividad.
Desde Une, el legislador Rodolfo Canini estimó que la ley transformará a la provincia en “un potencial basurero”, porque las empresas que “no tienen permitido operar en Río Negro, Chubut y La Pampa, ahora tendrán la puerta abierta para venir”. Dijo que existen formas menos contaminantes de minería metalífera, como “el uso de bacterias para los procesos dixiliatorios (por el que se separa el metal de la tierra). La vicegobernadora dijo que en Neuquén hace 10 años que hay un grupo que trabaja en eso. Sabiéndolo, me parece que es importante prohibir el uso de mercurio, el cianuro y el ácido sulfúrico”, detalló.
Controles improbables o irrealizables
Las organizaciones medioambientales anti minería que se movilizaron por el centro de la ciudad el martes pasado, expresaron su repudio y rechazo a la ley que redactó el diputado de Alternativa Hugo Goncálves.
Carlos Camargo, de la Asociación de Vecinos Autoconvocados de Loncopué (AVAL), expresó su descreimiento a los controles ambientales que establece la normativa aprobada el jueves porque, según dijo, “no tiene ninguna utilización práctica en la provincia”.
“Es una utopía pensar que la Provincia puede llevar adelante controles de esta característica porque en general no existen en el país y sobre todo porque en el Provincia hay sólo tres policías mineros para todo el vasto territorio”, señaló Camargo, líder del movimiento social que rechaza la instalación de la megaminería de cobre a cielo abierto en Campana Mahuida, cerca de Loncopué.
“La rechazamos y la repudiamos porque es nada más que una expresión de deseo, la legislación tiene que cambiar más profundamente. Las mineras multinacionales verán un territorio fértil para instalarse con gravísimos costos para el medio ambiente porque pueden utilizar mercurio, cianuro u acido sulfúrico.
Todavía no se tomó conciencia de lo que significa esta ley, es gravísimo para toda la sociedad y también de forma institucional”, añadió.
La discusión en la Legislatura
La ley fue aprobada por los 20 votos que aportaron el MPN; sus aliados del interbloque Peronismo Federal; Goncálves de Alternativa y Miguel Ángel Guidali del Partido Justicialista. En contra votaron la Concertación; Rodolfo Canini de UNE-MUN-PS; Paula Sánchez de Libres del Sur y Soledad Martínez de Alternativa.
Los diputados que argumentaron a favor de la iniciativa destacaron los beneficios del desarrollo sustentable a través de un cambio en la matriz productiva provincial y el progreso económico que implican los puestos laborales.
Entre los defensores de la actividad, Daniel Baum, del interbloque Peronista Federal, tomó como ejemplo la explotación de Veladero en San Juan para afirmar que es posible la actividad con control ambiental. Dijo que Veladero emplea técnicas certificadas de cuidado ambiental; genera 2 mil puestos de trabajo directo y una inversión de 700 millones de dólares en 17 años.
Entre los opositores, Rodolfo Canini, de UNE-MUN-PS, destacó que siete provincias prohíben la minería a cielo abierto y el uso de cianuro en el proceso. Además, advirtió que la megaminería producirá un saqueo de recursos que sólo dejará migajas a la provincia. “Neuquén va a pasar a ser potencialmente el basurero minero de la norpatagonia porque todas las provincias limítrofes tienen leyes prohibitivas”, dijo.
En tanto, el autor de la iniciativa, Goncálves, explicó que su proyecto busca controlar los daños de la actividad minera y que tiene como prioridad la protección del recurso hídrico y subrayó la participación vinculante de los vecinos en el control del medio ambiente.
Carlos Pacheco, del MPN, sostuvo que es “inviable” el mundo sin la explotación minera y defendió llevar adelante la actividad de forma responsable con controles serios.
Martínez, de Alternativa, quien votó en contra del proyecto de su compañero de bancada, destacó que el Estado neuquino “no quiere ejercer el control” en actividades extractivas.