Desde la esquina de 25 de Mayo y Montevideo comenzó la marcha convocada por las agrupaciones que se oponen a la minería contaminante. “Sin agua no hay vino”, una de las consignas. Más de veinte minutos duró su paso frente al palco. MDZ
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A las 9.30, mientras se desarrollada el desayuno de la COVIAR en el Hyatt, ya estaba todo listo para que comenzara la marcha contra la megaminería desde la esquina de 25 de Mayo y Montevideo.
Más de dos cuadras eran ocupadas por los más de 7.000 manifestantes antimegaminería, quienes sostenían que no querían interrumpir el Carrusel, sino hacer ver su reclamo. E iban más allá con una consigna relacionada con la fiesta: “Sin agua no hay vino”.
El ex diputado nacional Luis Zamora y miembro de la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas) estaba presente entre los manifestantes, y fue contundente cuando declaró para MDZ Online que “con la soja transgénica y la megaminería nos están matando”, y agregó: “Cristina pidió un debate serio pero reprime en Catamarca y reafirma q la actividad seguirá adelante”.
“Vecino no sea indiferente, el agua no se entrega, se defiende”, procalamaban el la marcha contra la megaminería.
Y el reclamo se hace nacional con carteles que rezaban “El Famatina no se toca”, con la llegada de gente de Andalgalá y Tinogasta (ambas de Catamarca) y con el rechazo a la presencia de los gobernadores de provincias mineras en la Vendimia.
El mensaje del fuerte rechazo a la megaminería en la provincia era expresado por la multitud a modo de chanza, cantando “Acá estamos los cuatro gatos locos”.
En tanto, en las redes sociales, al apoyo a la lucha antiminera también se hizo presente. Victoria Donda tuiteó: “El Fente Amplio Progresista en la marcha contra la Megamineria Contaminante. Vamos Mendoza!”.
Aproximadamente a las 10 comenzó la marcha.
Los organizadores dieron a conocer que unas 500 personas llegaron desde el Valle de Uco para participar en la marcha, mientras que los turistas también se hicieron eco del reclamo, lo que se notó especialmente en la calle Perú, donde se apostaban frente a los hoteles para ver pasar la movilización y, en algunos casos, apoyar con aplausos.
En tanto, mientras la marcha se realizaba, por Canal 9, el intendente de La Rioja, Beder Herrera, decía que si la cordillera produce minerales, hay que saber explotarlos, poniendo como ejemplo a Chile. “Nadie quiere contaminar, es increíble lo que se piensa”, destacó, y agregó, minimizando el reclamo de la marcha: “Está bien, que lo hagan [la marcha], pero todos debemos ser serios en esto”.
La gente aplaudía el paso de la marcha cuando esta tomó la ruta del Carrusel, mientras que desde la organización de la marcha sostenían e insistían con que no responderían las agresiones, y como garantía para que no se produjeran conflictos, Aranda y otros funcionarios del Ministerio de Seguridad caminaban al frente de la multitud. Al paso de la marcha, los integrantes de La Cámpora gritaban y lo altoparlantes reproducían música a un volumen muy alto, tratando de desviar la atención de los manifestantes que cantaba “El agua de Mendoza no se negocia” al pasar frente al palco.
“Estamos para tratar de garantizar el derecho a la manifestació, pero que ellos respeten el derecho d ela gente a ver el Carrusel, dijo el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, en el momento en que esto sucedía fente al palco, donde no había funcionarios, quienes se “ocultaron” para evitar a los manifestantes.
Un muñeco gigante que representaba a la reina de Agua era parte de la marcha, mientras que una extensa bandera argentina era portada por los manifestantes, quienes le pusieron otro color al Carrusel.
Los canales de televisión transmitieron la manifestación, y ni siquiera la Televisión Pública pudo evitar mostrar las imágenes, de la marcha, aunque, mientras todos los funcionarios se mantenían fuera del palco, Javier Espina, ministro de Turismo de la provincia, dio una entrevista en la que se refirió a la Fiesta de la Vendimia y al crecimiento de la economía argentina.
Casi veinte minutos duró el paso de la marcha frente al palco oficial. Veinte minutos en los que varias autoridades no asomaron ni la nariz, incomodadas por un reclamo que superó las expectativas.
Luego, los manifestantes siguieron pacíficamente, como lo habían previsto y garantizado, encabezando el Carrusel.
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