El desenlace fue rápido y para muchos sorpresivo. El bochazo al proyecto minero San Jorge generó un cimbronazo porque el tema sacó del eje al oficialismo, que mezcló la gestión de gobierno con la campaña electoral y terminó atrapado en la estrategia de la oposición.

En el oficialismo toman con cierta resignación el tema. Aseguran haber tomado conciencia de que el rechazo de la comunidad era legítimo y por eso le soltaron la mano a la empresa que impulsaba el proyecto. Según explican, lo que más repercutió fue la opinión de los jóvenes. “Nunca promovimos una minería que sea contaminante ni nada por el estilo. Entendemos que hay un rechazo de la gente a este tipo de minería, especialmente de los jóvenes. Lo vimos con chicos que no tienen nada que ver con la política, que se oponen”, explicó Fabián Miranda, diputado y presidente del PJ de Las Heras.

 

Aunque el principal impulsor del rechazo a San Jorge haya sido el movimiento generado en defensa del agua, ayer desde la UCR tomaron la resolución como un triunfo político propio. Es que sienten que lograron desestabilizar al PJ y “meterlo” en el terreno que ellos propusieron. Así, desde temprano comenzaron las chicanas desde las redes sociales y la estrategia se centró en la Cámara de Diputados, donde comenzaron a presionar para que el tema se trate sobre tablas, hasta que el PJ cedió y finalmente se sumó al rechazo. “Es una victoria política porque logramos que el oficialismo tratara el tema y se quede en el recinto, cuando no lo querían hacer. Después estuvieron obligados a rechazar el proyecto”, aseguró Luis Petri.

Otros legisladores que siguen el tema de cerca, aseguran que hay que ir por más. “Yo aún no puedo creer lo que se ha logrado. Ahora tenemos que conseguir que Mendoza se desenganche de la ley nacional de inversiones mineras para que haya otro tipo de minería y se cobre lo que corresponde”, dijo Patricia Gutiérrez.
Silencio desde la empresa

Desde la empresa, ayer prefirieron no hablar públicamente. Los voceros de la firma explicaron que aún debían analizar la resolución de la Cámara de Diputados para saber qué camino tomar. Justo ayer llegó a la provincia el CEO de Coro Minig, Alan Stephens, quien se desayunó la noticia.
Se espera que hoy la firma, de capitales canadienses, emita algún comunicado para dar su parecer y explica si insistirán con el proyecto.

La pequeña interna oficialista

La decisión trajo algunas paradojas que ayer los propios integrantes del oficialismo mencionaban. Durante la gestión de gobierno encabezada por Celso Jaque hubo una guerra fría interna por el manejo de la política de explotación de los recursos naturales. Esa pelea la encarnaban el secretario de Ambiente Guillermo Carmona por un lado, y el ministro de Infraestructura Francisco Pérez y su equipo por el otro.

Las diferencias se corporizaron con el proyecto minero San Jorge y desde el ministerio manejado por Pérez cuestionaron decenas de veces las “trabas” impuestas por Carmona. Y hasta el gobernador Celso Jaque apoyó la idea de acelerar los trámites en distintas ocasiones, entre ellas la Asamblea Legislativa.

Carmona se fue del Gobierno y ayer su “enemigo” en la guerra fría tuvo que anunciar que San Jorge moría como proyecto, al menos así como está. Aprovechando la ocasión, el ex Secretario de Ambiente dijo lo que antes no se había animado a blanquear.