Mendoza llevará energía hasta el límite con Neuquén con destino prioritario a abastecer de electricidad al yacimiento de potasio de Vale do Rio Doce. Harán una línea de 125 kilómetros. La línea será hecha por el estado para beneficiar una explotación minera cuyas ganancias se colocarán fuera del país. A pesar de eso, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) pretende que la obra sea declarada como de necesidad pública.
Fuente: diario Río Negro
Neuquén – 19/01/2010. La empresa brasileña que desarrolla un yacimiento de potasio en el sur de Mendoza, Vale do Rio Doce, propuso construir una línea de alta tensión de 120 kilómetros de extensión desde Malargüe para abastecer su planta de procesamiento a orillas del río Colorado. La obra, que tiene un costo de 60.000.000 de dólares, pone una fuente alternativa de energía casi en las puertas de Rincón de los Sauces, desde donde podría cerrarse un anillo regional.
Para el 5 de marzo, en Malargüe, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) convocó a una audiencia pública para debatir la declaración de la obra como de necesidad pública. Sin embargo, la misma tendrá un destino exclusivamente empresarial y -para colmo- la extracción de minerales de potasio prevista por Vale do Rio Doce generará beneficios económicos que las leyes argentinas permiten transferir libremente y sin límites al extranjero.
La idea de la empresa minera es obtener la energía de la línea de extra alta tensión Comahue-Cuyo que construye el gobierno nacional para llevar la generación del norte de la Patagonia hacia Mendoza y de allí, en tendidos de menor voltaje, hasta el noroeste del país.
En la empresa neuquina de energía EPEN no se oponen a la obra pero sí al trazado porque proponen que el enganche con la línea Comahue-Cuyo se realice más al sur para que la posible vinculación con la red neuquina sea más eficiente.
El tendido entre Neuquén y Mendoza tendrá una tensión de 500 kilovoltios. La idea es construir, a unos 125 kilómetros hacia el norte de la mina de potasio, una nueva estación transformadora para rebajar a 132 kilovoltios (kV) y desde allí llevar, en ese voltaje, la electricidad hasta otra estación transformadora nueva, en el yacimiento Cañadón Amarillo, donde está la planta de Potasio Río Colorado, de la que Vale do Rio Doce es su titular (la compró a la anglo-australiana Rio Tinto).
Para la zona petrolera del sur de Mendoza (donde tiene fuerte presencia YPF) la nueva línea significará la posibilidad de lograr un mejor abastecimiento.
En el EPEN analizan que la inversión de Vale do Rio Doce beneficiará al norte neuquino, que tiene hasta ahora dos fuentes de energía: una línea de 132 kV que proviene del sistema regional que construyó Agua y Energía, y una doble terna, del mismo voltaje, que construyó un consorcio de petroleras desde la zona de Loma de la Lata para garantizarse el suministro sin perjudicar la demanda de Chos Malal y su zona de influencia.
Si Neuquén pudiera cruzar el río Colorado para obtener una nueva fuente confiable de energía para el sistema del norte lograría cerrar una especie de anillo, con la posibilidad incluso de que funcione en doble sentido.