Durante la última semana de agosto y la primera de septiembre, se llevaron a cabo diversas presentaciones por todo el territorio mendocino con el fin de informar sobre la megaminería hidroquímica metalífera a cielo abierto con uso de compuestos químicos. Los vecinos auto convocados de esa provincia acompañaron a Javier Rodríguez Pardo y al ingeniero en minas Hugo González quienes recorrieron colegios e instituciones intermedias.

Por Javier Rodríguez Pardo

Mendoza, Argentina – 07/09/09. Llevaron el mensaje de que es el pueblo de Mendoza quien deberá defender la ley 7722 que prohíbe el uso de cianuros, acido sulfúrico, mercurio y cualquier otro compuesto tóxico en la actividad extractiva.

Rodríguez Pardo y González promediaron en ocasiones seis disertaciones por día e intervinieron en los medios de difusión de mayor relevancia ante el impacto que causó esta campaña en Tunuyán, donde se halla una de las asambleas convocantes. En San Carlos, La Consulta, Tunuyán y Tupungato hubo presentaciones en espacios públicos. En la capital mendocina, radio Nihuil recogió el reportaje de mayor trascendencia; numeroso público se comunicó con la emisora sobre todo ante el anuncio de autoridades del departamento de Las Heras y ejecutivos de la minera San Jorge quienes concretarían una audiencia pública que propone explotar los minerales por el sistema de flotación y a cielo abierto. Los disertantes explicaron detalladamente que los reactivos que usará Minera San Jorge en la flotación, son tan tóxicos como los utilizados en la lixiviación. En este sentido la ley 7722 prohíbe en minería cualquier tipo de tóxicos en el territorio mendocino. “Los Xantatos que figuran en el informe de impacto ambiental que presentó la empresa minera -anunciaron los entrevistados- son compuestos orgánicos obtenidos a partir de bisulfuro de carbono, alcohol y un álcali, se los reconocen por su fuerte olor a azufre, solubilidad en agua, y la toxicidad que ocasiona en la fauna acuática en niveles de 0,1 mg/L y en la salud humana. “

Las aguas residuales, donde impactó esta minería, ofrecen detergentes conformados por cuatro grupos de sustancias: los tenso-activos, los adyuvantes, los agentes de blanqueado y los aditivos. Entre los adyuvantes se destaca el tripolifosfato de sodio que se hidroliza fácilmente en ortofosfatos causando la eutrofización. En la explotación minera por flotación, se usan estos detergentes y xantatos, investigados mediante pruebas de toxicología utilizando el método de Toxicidad Aguda con peces (Pez “Guppy”) a fin de obtener la concentración letal media: se comprobó que se trata de uno de los tóxicos más peligrosos que se conocen. Los xantatos son doce veces más tóxicos que los detergentes de la minería por flotación, en ningún caso biodegradables.
Casos testigo: impactos letales de minería por flotación
Un camión cargado con 24 toneladas de xantato tenía como destino los yacimientos mineros de Collahuasi, en la Primera Región chilena, volcó en la ruta 26 en la salida norte de Antofagasta. La toxicidad del xantato esparcido por el medio obligó a Carabineros a desviar el tránsito y a la inmediata intervención de la Sexta Compañía de Bomberos “especializados en el manejo de sustancias peligrosas”, porque además de su “composición tóxica se trata de un elemento de combustión espontánea, ya sea por contacto con el agua o por alguna chispa.” El caso provocó gran alarma debido al fuerte viento al momento del siniestro, debiéndose evacuar la zona.

La gente recordaba entonces varios sucesos por derrames de compuestos químicos de la minería, en una región donde el hecho ocurre con relativa frecuencia. Tal fue el caso del desastre ecológico en el río Loa, al sur de Calama, que separa la Primera de la Segunda Región, en pleno desierto chileno de Atacama. Quillagua era un oasis y de repente se transformó en un páramo estéril cuando en abril de 1997 varias toneladas de xantato, escurrieron aguas abajo. El río Loa nunca se recuperó. “Primero murió la vida silvestre y luego la agricultura, la sequía sucedió al despoblamiento de la ribera más importante del rio Loa. Vivían de la crianza de animales, alfalfa, maíz y se alimentaban de peces y camarones… Quedan 90 habitantes que resisten la muerte del río”, escribió diez años después el periodista chileno Roberto Farías. No hay luz eléctrica, ni teléfonos, ni señales de radio. No hay agua.

Años ha en Quillagua habían importado un pez exótico, el gambusi afinis para combatir los mosquitos del río. “A partir de 1997 cuando la contaminación raleó las algas y por ende los insectos, el gambusi se convirtió en un carnívoro feroz que devoró los huevos de las truchas, pejerreyes y lisas…hasta que una pequeña crecida del Loa reflotó el xantato y éste dio cuenta también del gambusi. Ahora ya no hay peces en el Loa”, sentencia Farías. Matilde López, una bióloga de la Universidad de Chile, que vivió diez años en Quillagua, intentó que los habitantes criaran camarones en piletas artificiales con agua del río, pero el xantato del agua pudo más y finalmente murieron todos los crustáceos.

Estos casos son elocuentes para describir el impacto irreversible, irremediable que provoca el sistema extractivo por flotación. Ojeando el diario El Mercurio de Antofagasta leemos que el 12 de octubre de 2004 la rápida combustión de recipientes que contenían azufre y xantato a raíz de un incendio en los patios de la empresa Cytec Chile, provocó una grave emergencia tóxica y gran número de intoxicados debido a las emanaciones y derrames de los químicos. Alfredo Espejo, bombero de la Octava Compañía, señaló que debido a la unión del agua y el xantato se formó un gran estanque viscoso de sulfhídrico de sodio, nauseabundo, y una nube de humo altamente tóxica e irritante, siendo ellos los primeros damnificados, derivados al Hospital Clínico Regional de Antofagasta.
Minera San Jorge anuncia extracción a cielo abierto, por flotación, con xantato y otros químicos.
Uspallata y sus 3.500 habitante, concentran la atención de los mendocinos porque precisamente en sus inmediaciones se anuncia un proyecto minero polimetálico de cobre por flotación con el descaro de la compañía Minera San Jorge de querer hacer la explotación a pesar de prohibírselo la ley 7722. La mítica Uspallata, que cobijó a los ejércitos de los Andes en su paso a Chile, es un valle entre 1900 y 2500 metros de altura, en el departamento de Las Heras, atravesado por el río Mendoza y los arroyos San Alberto y Uspallata. La ruta nacional 7 la une con la capital mendocina y la 149 la vincula con las poblaciones sanjuaninas de Barreal, Tamberías y Calingasta, a solo 60 kilómetros. La cercanía del proyecto minero San Jorge ha puesto de pie a los vecinos de ambas provincias cuyanas que ven amenazados sus cultivos y cursos de agua por una actividad extractiva altamente tóxica. El propio informe de impacto ambiental de la compañía minera advierte que debajo de los yacimientos polimetálicos de cobre y otros se hallan encapsulados nada menos que 750.000 metros cúbicos de agua, en una gran palangana reservorio.

Uspallata persigue una calidad de vida que no es la que ofrece esta minería contaminante que saquea y destruye territorios y economías regionales.

Fuimos recibidos por 180 vecinos representantes de esa localidad y muchos otros debieron permanecer en pasillos y salones adyacentes por falta de espacio. La participación fue amplia y a pesar de haber sido anunciada nuestra disertación de un día para otro, explica la preocupación popular. Quedó constituida una asamblea que debatió hasta altas horas (once de la noche) la forma de parar el emprendimiento minero anunciado. Nos fuimos de Uspallata rumbo a General Alvear y Valle de Uco donde las asambleas mendocinas se organizan para expulsar a las mineras (incluyendo el mega proyecto extractivo de potasio) “y también a las autoridades de gobierno” asociadas a éstas con la única intención de pisotear una ley que el pueblo supo arrancarles con múltiples movilizaciones. La sensación final durante la emocionada despedida que tuvimos nos permite anunciar que muy pronto Uspallata será tapa de los diarios nacionales. Cuando esto ocurra, una vez más las acémilas gobernantes buscarán respuestas que solo se hallan transitando la voluntad de los pueblos.

Javier Rodríguez pardo, Mach, RENACE, Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). Autor de “Vienen por el oro Vienen por todo” y Hugo González, Ingeniero de Minas, Auto convocados Sanjuaninos. Desde Mendoza, Uspallata, Valle de Uco, Tunuyán, San Carlos, La Consulta, Tupungato y General Alvear. Agosto/septiembre de 2009. machpatagonia@gmail.com – 011-1567485340