La minera Vale está apurando las negociaciones con sus proveedores para cerrar la mina de potasio en Mendoza por la que hubo cruces con el Gobierno y hasta tensión entre bilateral. Está pagando indemnizaciones y cancelando contratos, mientras deja todo preparado para retomar el proyecto en otro momento. El objetivo es mantener todo “en estado” a la espera de una resolución oficial que, dicen en el sector, daría a la minera facilidades similares a las que obtuvo Chevron.

 

Fuente: Clarín

La mina iba a requerir una inversión de US$ 6.000 millones, pero se frenó por el reclamo de la compañía de un tipo de cambio diferencial: no quería entrar dólares al cambio oficial para pagar obras que cotizan al paralelo, planteó.

En ese tren, a principios de año paró las obras, y 6.000 trabajadores fueron suspendidos. Por un acuerdo con la UOCRA, estos seguirán cobrando hasta el mes próximo, cuando quedarán finalmente desvinculados. En tanto apura los acuerdos con contratistas más pequeños: cierra los contratos y paga indemnizaciones que para alguna empresa mediana llegaron a US$ 2,5 millones.

El contrato más importante es con las constructoras del Consorcio Río Colorado. Con ellas, que harían toda la construcción de la mina, el convenio se estaría cerrando este mes: pagaron los certificados de obra y buscan acordar el monto indemnizatorio, que no sería tan alto, dicen fuentes del sector, por tratarse de un contrato de asociación y no de obra. En tanto, Vale contrató a Techint para el mantenimiento y vigilancia de la mina, por unos $ 3 millones mensuales. El objetivo es mantener todo “en estado” a la espera de una resolución oficial que, dicen en el sector, daría a la minera facilidades similares a las que obtuvo Chevron.