La minera brasileña suspendió las tareas de obra en el campamento al sur de Malargüe aludiendo retrocesos en la comercialización de hierro. Fue sólo una excusa. Detrás hay una pulseada con Cristina por el financiamiento del proyecto que garanticen la máxima ganancia con le menor inversión y a costa de los bienes naturales como el uso intensivo del agua y el gas. Hubo un pedido de Dilma Rouseff. Cuál es el rol de Paco Pérez.

 

Foto: Vista panorámica del complejo minero ubicado en Malargüe.
Fuente: Mendoza On Line

Hoja de ruta

“Este emprendimiento había sido puesto en duda. Los clubes del desánimo que hay en todos lados decían que no se iba hacer. Afortunadamente ahora podemos anunciarlos porque es nuestra obligación esperanzar y transmitir fortaleza a la sociedad. Porque nadie puede hacerlo solo hemos firmado el acuerdo. Es el emprendimiento más grande del mundo en materia de potasio que es uno de los tres principales nutrientes para la agricultura. También esto nos va a permitir equilibrar nuestro saldo comercial con Brasil”, (Cristina Fernández en el acto de anuncio del emprendimiento del proyecto Potasio Río Colorado por parte de la minera brasileña Vale, el 19 de julio de 2012 en Casa Rosada).

Con sólo comparar aquel discurso de Cristina Fernández de hace seis meses y el actual silencio público de la presidenta argentina sobre la situación de la minera Vale se puede concluir que la jefa de Estado está en una encrucijada. Porque su mensaje esperanzador al que aludía hace medio año se le antepone esta realidad que es la suspensión de las tareas en el mega establecimiento instalado en Malargüe bien pegado con la frontera de Neuquén.

El proyecto de desarrollo de extracción de sal de potasio es uno de los ejes de coordinación política y económica con el país que gobierna Dilma Rouseff. Y si bien esta explotación parece beneficiar más a Brasil porque necesita el compuesto mineral para su producción de soja para Cristina no es menos importante desde su visión continentalista de la economía para sostener a Brasil como líder del bloque de países de sur de América.

Escuchá los argumentos de la presidenta en el acto del 19 de julio de 2012.

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La huella de la sal

Parece que en estas esferas de poder también los excesos son contraindicados para un funcionamiento saludable en una relación bilateral. En este caso es el exceso de sal (de potasio) a extraer y las grandes expectativas puestas por ambas presidentas en el desarrollo del emprendimiento en manos de una empresa global -con origen de capitales del Estado brasileño- pero concebida como multinacional.

Lo primero que hay que entender es que por más que las gobernantes de ambos países coincidan en la política de desarrollo, otras son la prioridades de quienes comandan la compañía minera con inversiones en varios puntos del planeta.

Quizá sea ahí la divergencia que ocasiona la actual crisis que tiene ocupado al gobernador mendocino Paco Pérez. Como se sabe el gobernador viajó a Chile a la cumbre internacional, acompañando a Cristina apurado para salir de este embotellamiento político económico y social que representa la suspensión de las tareas en Malargüe.

Claro que la misión soterrada de Paco y de último momento quedó condicionada a la imprevisible tragedia de una disco brasileña que obligó a Dilma a abandonar la cumbre en Santiago de Chile.

Aún así la jefa brasileña le hizo un pedido a su colega argentina a favor de Vale y fue en ese punto donde se produjo la primer divergencia entre ambas. Aunque también pensaron en otras acciones que alivie a la empresa en el camino hacia la explotación de la sal de potasio,

Cuál es el problema según Vale

Las fuentes mineras señalan que Vale decidió parar las obras porque las condiciones financieras no son las adecuadas de acuerdo a sus estimaciones. La primera explicación que dejó trascender a través de sus voceros fue que la caída de la venta de hierro había afectado el flujo de fondos destinados al desarrollo del proyecto minero. Pero eso sólo fue una excusa.

La empresa brasileña plantea una situación de crisis dentro y fuera del país. Aunque en realidad mantiene una pulseada con el gobierno nacional para conseguir ventajas proporcionales a la inversión híper millonaria que la misma Cristina ha dimensionado públicamente.

La verdad, de acuerdo a los propios datos salidos de los ámbitos mineros, es que los brasileños están presionando para conseguir estos beneficios a largo plazo como la autorización de sacar divisas del país una vez que comience la explotación de la mina. Este punto es lo que distintos sitios informativos han hecho trascender. Pero hay más y es lo que se deslizó en estas últimas horas mientras Cristina y Dilma piensa en cómo salir del vallado puesto por la empresa. Veamos.

1- Vale pide el diferimiento del IVA. Se trata de un esquema donde no se paga en las compras el impuesto. El mecanismo es el siguiente: el tributo se paga por parte del beneficiario dentro de una determinada cantidad de años, que pueden ser 10, 15 o hasta 20. También puede haber diferimientos en el IVA contenido en los bienes de capital, las inversiones. En el caso de Vale esto representaría una suma millonaria proporcional a los 6 mil millones de dólares. Es en realidad un financiamiento estatal asumido por el Estado nacional y las provincias ya que el IVA es coparticipable.

Fuentes de la Casa Rosada revelaron a MDZ que en Chile Dilma le pidió a Cristina un diferimiento tributario equivalente a 1000 milllones de dólares. la respuesta de la mandataria argentina fue negativa.

2- El tipo de cambio. La minera pretende que se Cristina le subvencione sus actividades por el atraso cambiario que soporta ya que en sus operaciones le liquidan en base al dólar oficial a 4,70 pesos pero tiene que pagar insumos en dólar blue.

3- Freno en la obra portuaria. Una organización portuaria en Bahía Blanca ha puesto reparos en la obra de muelle que la minera ha comenzado con varios pilotes ya instalados. La exigencia de la organización civil es la revisión de la infraestructura.

4- El costo de la obra ferroviaria. En Neuquén y La Pampa, cuentan los informante mineros exigen cánones muy altos por donde pasa la línea férrea por donde correrá el tren de la sal hacia el puerto bahiense. Vale se queja de que no hay bajada de línea de parte de gobierno nacional para hacer factible la obra ferroviaria.

En este punto sí aparece una línea de acuerdo entre Dilma y Cristina. De acuerdo a la infidencia de un alto funcionario argentino se podría en estudio una nueva traza ferroviaria que evitaría pasar por el territorio neuquino y de este modo se bajarían los costos de los cánones.

5- El costo de la RSE. La conocida responsabilidad social empresaria también es un lastre para Vale. Señalan que están obligados a hacer una inversión extra de mil millones de dólares en ese rubro. Entre ese costo se encuentra la refuncionalización de un tramo de línea férrea de 350 kilómetros que cuesta 200 millones de dólares que no está dentro del circuito del traslado del cloruro de potasio.

6- Las peleas con los aliados. Más allá de estas exigencias los mismos conocedores de los recovecos del sector reconocen que también ha fricciones internas dentro de la misma compañía con las empresas que llevan adelante el emprendimiento en Malargüe, por el manejo de los tiempos y los compromisos asumidos. Traducido: hay desaveniencias entre los socios de Vale que complica el avance del proyecto.

La sal y la interna política

La decisión del paro empresario pegó fuerte dentro del gobierno provincial pero más se sintió en la Casa Rosada. Eso hizo que el primero que reaccionara fuera Axel Kicillof, el cruzado cristinista, viceministro de Economía y mega gerente de cualquier empresa administrada por el Estado. Con enjundia el hombre se mostró reactivo y fue el primero que anticipó que el proyecto minero emblemático para Cristina no se iba a caerse, por lo que amenazó con avanzar con la estatización de la mina. Es decir, sostuvo Kicillof que la explotación de la sal de potasio se haría con Vale o sin ella.

Cristina decidió correr de la estrategia de urgencia al polifuncional Kicillof y abrió el juego con el ministro de Planificación Julio De Vido y al secretario de Minería Jorge Mayoral. Juntos coordinaron con Paco Pérez el emplazamiento de cinco días a la empresa para que reinicie los trabajos. Además la presidenta impuso el silencio público para no apagar el incendio con nafta. Por eso el mismo Paco tuvo que suspender una conferencia de prensa que iba a dar para anunciar el emplazamiento a la minera.

Lo curioso, para algunos avispados observadores, es que fuera coincidente el 4 de febrero, la fecha del plazo que fijo el gobierno mendocino con el anuncio del reinicio de tareas que la empresa hizo a través de un comunicado oficial.

Los mismos infidentes gubernamentales señalaron que con ese emplazamiento obligó a la minera a salir de la inercia y así abrir un espacio de diálogo. Quienes conocen el proceder empresario no se sorprenden de esto ya que Vale, aseguran, tomas medidas extremas y fuerza una negociación con el poder concedente de turno para que, condicionado, escuche y negocie algunas de sus exigencias.

También el factor político dentro de Brasil y su correlato en la política económica exterior mete la cola para complicar el desarrollo del complejo minero en el sur de Mendoza.

Es conocida la ligazón política e ideológica entre las mujeres jefas de Estado. Una relación heredada de la histórica simpatía que se profesaban entre sí Lula De Silva y Néstor Kirchner. Sobre ese vínculo es que juntas diseñan planes de desarrollo que a veces conspiran con los intereses sectoriales especialmente en Brasil.

Tanto Lula como Dilma han encontrado un duro escollo en los industriales de San Pablo que concentran la fuerza productiva de un gigante en crecimiento que busca expandirse para ponerse a tono de las otras economías emergentes que pujan entre sí por ganar mercados propios y externos.

Es el grupo conocido como BRIC, en referencia a las economías de Brasil, Rusia, India y China que marcaron el rumbo del nuevo orden económico. Sostienen los observadores brasileños que Vale, como Petrobras, que son empresas de base estatal, están bajo influencia de la Federación de los industriales de San Pablo la poderosa Fiesp.

Por eso dicen desde el gobierno argentino que es necesario plantar bandera en esta disputa por la mina de sal de potasio. Esta pulseada también es de Dilma con su frente interno con el sector industrial.

Justamente la Fiesp, señalan fuentes brasileñas, presiona al gobierno federal porque pretende que Brasil direcciones sus inversiones hacia los mercados más competitivos para no perder terreno en la carrera con los integrantes del BRIC.

En este tablero corre a favor de quienes pretenden aleccionar a Vale, de que ya hay un tercio de la inversión “enterrada” en suelo malargüino. Ya hay 2 mil millones de dólares invertidos, es decir en infraestructura en la recóndita localidad de Pata Mora y además ya tiene comprometidos otros mil millones para cumplimentar una etapa de la construcción.

Por eso nadie cree que Vale finalmente decida irse sino más bien puede jugar con los tiempos de inversión en la línea ferroviaria y enlentecer el avance de la obra para salir de la asfixia financiera que acusa la tercera minera más grande del mundo. De ella dependen 4.500 puestos de trabajo y en buena parte el destino político de Paco y Cristina.