La gravedad del hecho merece al menos la renuncia de los funcionarios. La Secretaría de Minería de La Rioja admitió que su propio personal produjo la explosión en un cerro de la zona de Chilecito que afectó viviendas circundantes y pidió “perdón” por el hecho, al tiempo que aseguró que sus técnicos están capacitado para ese tipo de tareas y que se pondrán a disposición de la Justicia. El estallido dañó seriamente cinco viviendas circundantes y “sólo por un milagro” no fue una tragedia, porque perforó techos de casas.
Fuentes: diarios Crítica de la Argentina y Chilecito
La Rioja, Argentina – 25/08/09. La Secretaría de Minería de La Rioja admitió que su propio personal produjo la explosión en un cerro de la zona de Chilecito que afectó viviendas circundantes y pidió “perdón” por el hecho, al tiempo que aseguró que sus técnicos están capacitado para ese tipo de tareas y que se pondrán a disposición de la Justicia.
El secretario de Minería riojano, Oscar Lehz, fue denunciado penalmente por “negligencia” por vecinos de la zona, acompañados por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
En el comunicado oficial de Minería se precisó que la responsabilidad del hecho fue asumida por “el ingeniero Aldo Ruarte y el técnico Ramón Gómez”, quienes están “a disposición de la justicia”.
Lehz admitió haber estado en la obra del Cristo Redentor, que se ejecuta en el cerro El Portezuelo, pero aclaró que fue “un rato antes” de la explosión.
En el comunicado, la cartera de Minería local negó que no haya dado aviso preventivo de la explosión, aunque la delegación de bomberos de Chilecito aseguró que “no habían sido prevenidos”.
El estallido dañó seriamente cinco viviendas circundantes y “sólo por un milagro” no fue una tragedia, porque perforó techos de casas donde había gente y el pavimento, aseguraron los propios vecinos.
En el comunicado se destacó: “Pedimos perdón a toda la comunidad de Chilecito. Somos gente de trabajo, absolutamente respetuosos de las leyes, y nos ponemos a disposición de la Justicia para que la investigación dilucide y determine la responsabilidad que nos cabe en esta situación”.
Admitieron que lo ocurrido fue “un desastre, totalmente indeseado” y expusieron posibles razones técnicas que explicarían lo ocurrido, aunque no descartaron “fallas humanas”.
También aseguraron que “en los años de experiencia trabajando con explosivos, más de treinta en el caso de Gómez y dieciséis de Ruarte, nunca antes había sucedido una situación de esta naturaleza”.
El titular de la Unión Cívica Radical de la provincia y diputado nacional electo, Julio Martínez, se refirió ayer el tema con una ironía: “Si el ambiente de nuestra provincia va a quedar en manos de Oscar Lehz y sus bombarderos, que Dios nos proteja”.