La Osisko despidió a Beder Herrera mientras sus ministros no aparecen en las encuestas. La confianza y la credibilidad en una personalidad política son vitales a la hora de ejercer el poder y la toma de decisiones que involucran la vida del ciudadano. En el caso del gobernador riojano estamos en la antítesis de las palabras que abren el encabezado de esta nota, desde ahí en adelante, el riojano sabe que Beder puede desayunar con Gandhi a las ocho de la mañana y a las ocho y treinta sin ponerse colorado ordenar una represión. Por Miguel Galeano.

Credibilidad es un concepto que las personas utilizan para decidir si creen o no una información de la que no son testigos directos. En su aplicación intervienen componentes objetivos y subjetivos que se conceden a las fuentes, canales o plataformas de difusión de información.

Tradicionalmente, la credibilidad se compone de dos dimensiones principales: confianza y grado de conocimiento donde ambas poseen componentes objetivos y subjetivos. Es decir, la capacidad de generar confianza es un juicio de valor que emite el receptor basado en factores subjetivos como las afinidades éticas, ideológicas o estéticas. Éticas ausentes desde la comunicación bederista que gasto millones de pesos desde su Fm Osisko (Fénix) y el diario bederista el supuesto Independiente, intentando hacer creer a los riojanos que el cianuro es una mescla rica de dulce de leche con nestun, cuando el mismo que les pide que digan hoy esto es el que decía que el cianuro mataba.

El grado de conocimiento puede ser percibido en forma subjetiva aunque también incluye características objetivas relativas a indicadores indirectos sobre los conocimientos expertos de la fuente (por ejemplo acreditaciones académicas o profesionales, prestigio, trayectoria) o del rigor del mensaje, imaginemos que el diseño del mensaje para convencer que la mega minería era la meca de los riojanos fue diseñado por Pichi y quienes salen a refrendar el fracaso disfrazado del cumplimiento de la palabra de la abducción de Osisko, son nada más y nada menos que medios pagos hoy carentes de calidad de la información, exhaustividad, referenciarían o acreditación periodística alguna más que el monto de la pauta que perciben.

Otras dimensiones secundarias en este hecho que quedara en los anales de las ridiculeces políticas que debemos soportar a menudo los riojanos, son el dinamismo o carisma de la fuente y la atracción física que genera en medios de comunicación que transmiten la imagen del emisor, es este caso, los mismos que levantaron la mano condenando, firmando, destituyendo y apoderándose del gobierno bajo la consigna “Famatina no se toca”, hoy son quienes luego de una vil represión, buscan reconstruir algo que nunca tuvo este gobierno…la credibilidad de sus actos.

La credibilidad va de la mano de la verdad, de manera que una persona o fuente posee un mayor grado de credibilidad si no se ha visto involucrada en episodios en que se haya puesto en evidencia o se sospeche que ha mentido. A medida que se producen sospechas sobre su honestidad, la credibilidad disminuye paulatinamente, llamado inconmensurable a desistir de la re re elección y las SAPEM, indicadores estadísticos que posicionan junto a la mega minería y los bajos salarios, a la CORRUPCION, como el ariete más desproporcionado del bederismo ante el pueblo.

Además de las dudas sobre la honestidad, la credibilidad también se puede perder por una acumulación de errores en la difusión de información o de incongruencias en la difusión de opiniones o interpretaciones, el “mierdeador” del domingo consume por ejemplo la tinta más cara del mundo, ni la contratapa del diario la Nación factura tanto como este vertedor de sandeces y mentiras oficiales.

Entre el ejercicio permanente de las mentiras estatales, decir que, la recisión del contrato con la minera Osisko es una medida electoralista y típica de las picardías baratas de quienes le sugieren medidas tendientes a achicar la brecha casi irrecuperable con la formula opositora que conformaron Martínez y Bordagaray, no es tema de discusión, era previsible, como también es previsible que aumente a los Pil, que prometa becas como las veinte mil uqe prometio en el 2007 que se bajaron a los tres meses, que prometa erradicaciones, que va a hacer escuelas, que va a poner el gas natural, etc, etc, lo cierto es que en seis años de gobierno y treinta años cobrando de los riojanos, lo único parecido a una obra y que refleja el pan y circo esta consustanciado con la delicadeza del gusto en el parque de la ciudad de Lito Asís, de ahí en más el gobernador no acredita en su gestión nada más que las locuras de las faraónicas promesas de Bosetti (casi me tiento y le digo el golosinero) de querer hacer superdomos y shopping donde quepa algún negocio particular.

Demás está decir que la minera Osisko levanto el circo de la explotación mega minera en Famatina hace rato, como de mas esta decir que el mega negocio esta redirigido vía SAPEM y el despliegue territorial en busca de Uranio y Oro desde el Cantadero hasta Laguna Brava está repartido entre amigos del poder y más aún, esta demás confirmar el despido del empleado que se planteó como el mejor gerente de esta minera, obvio el propio Beder Herrera se auto envió el telegrama de despido ante el fracaso que se produjo de este emprendimiento ante la lucha digna de un pueblo que trascendió las fronteras enarbolando la bandera de defensa de la vida.

Justo en medio, justo ahí, en su cadalso electoral, donde nada es creíble más que lo que sembraste, en medio de serviles actores que hablan de que hoy se cumple con la palabra de rescindir un contrato minero que a todas luces solo vino a corroborar la falta de la misma.
La imposibilidad de posicionar la formula ministerial a pesar de la tracción que busca generar el aparato prebendario del estado, lleva al bederismo a buscar alternativas traídas de los pelos que de una u otra manera repercutirán de maneras negativa en la imagen de la ex candidata menemista y ahora supuestamente de cristina, Tere Madera, toda vez que no tan solo debe compartir estructura con Yoma en la provincia, sino que acarrea a cuestas, el descontento de los intendentes, además de sus derrotas, la mochila de Álvarez que entre sus fojas de servicio cuenta con la estrella de la represión al Pueblo cuyo amo hoy dice le saca de encima la minera Osisko.

Como decía el General, “la única verdad es la realidad” y la realidad indica que es más fácil que Minuzzi se vuelva a dejar crecer las patillas a lo Menem a que Beder despierte algo de confianza y credibilidad en el electorado riojano. Fuente: MediosRioja.com.ar