Jujuy, Argentina – 28/10/08. En la provincia de Jujuy avanzan múltiples pedidos de exploración de empresas mineras trasnacionales, con fuerte impulso del Gobierno a la actividad ofreciendo grandes ventajas para atraer estas inversiones. Actualmente, en la zona, se encuentran en proceso de explotación a cielo abierto dos emprendimientos: Mina Pirquitas y Mina Aguilar. Estos emprendimientos, fuertemente defendidos por los empresarios del sector y los medios de comunicación, son resistidos por las comunidades campesinas y movimientos sociales y políticos locales. Entrevista con Ariel Méndez, activista de la Red Puna y Quebrada, Movimiento Nacional Campesino Indígena – Vía Campesina, acerca las verdades de la megaminería y sus impactos.
Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla
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“Las Comunidades Indígenas Campesinas que formamos parte de la Red Puna y Quebrada queremos expresarnos, hacer oir nuestra voz, y decirle al gobierno que NO queremos un modelo que agota nuestros bienes naturales, destruye los suelos, nos quita y contamina el agua, dejando a nuestras comunidades sin posibilidad de trabajar nuestras tierras.”[1]
La Agencia de Noticias Biodiversidadla conversó con Ariel Méndez acerca de de la megaminería y sus impactos y también sobre los primeros pasos de un proceso de organización territorial en Jujuy para llegar a una concientización y movilización de las comunidades locales que pueda resistir y ponerle freno a la expansión de la industria minera, defendiendo los bienes comunes naturales y el desarrollo de la producción local alimentaria.
– ¿Cuáles son las promesas que les hicieron para instalar la minería en la zona de la Puna?, ¿qué significa la minería allí?
Tiene que ver con una promesa de ocupación para disminuir el desempleo en la zona que el gobierno viene impulsando ya hace unos años. En la zona de Quebrada y Puna jujeña hay producción netamente frutihortícola y ganadera. Nosotros a partir del ’90 empezamos a plantear los documentos y dábamos el debate, las discusiones en los distintos espacios, en las comunidades, en las escuelas, espacios interinstitucionale s con otras organizaciones. A partir del ’89 y ’90 se empieza a dar un proceso de la megaminería, que ya no tiene que ver con la mina de socavones, con los túneles, sino que es una megaminería de explotación a cielo abierto. Eso ha hecho que, por ejemplo Mina Aguilar y Mina Pirquitas hayan cerrado en esos años, también Mina Pan de Azúcar. Se terminan, se van a quiebra y dejan sin ninguna indemnización a los obreros que hoy siguen esperando que les paguen. En Mina Aguilar ha surgido la desocupación de 1350 obreros del proceso del ’90 y ’96 que ha pasado.
Nosotros vamos denunciando toda esa desocupación, el margen de desocupación que ha dado y que va surgiendo en todas las empresas mineras. Entendemos que también las empresas como Mina Pirquitas[2] hoy está empleando a 189 familias, pero son simplemente 6 obreros tomados en Mina Pirquitas, es la megaminería altamente tecnificada, que no está ocupando manos de la zona. La mano de obra viene de afuera con una capacitación técnica, con las maquinarias, y eso tiene que ver con una secuencia, hablando de la desocupación. Pasando a otro plano, el impacto que va provocando esta megaminería, la desaparición de los cerros, la voladura de cerros, y también la utilización de sopas químicas con cianuro y otros químicos que se usan para poder separar los materiales. Eso va provocando río abajo contaminaciones. También tenemos que hablar de los diques de cola, que al reventarse se va dispersando en toda la flora de la zona puneña.
– ¿Cuáles son los impactos que ven ustedes como organización campesina sobre los bienes naturales, sobre los bienes comunes que comparten en el territorio?
Para nosotros hoy es una gran preocupación. Podemos hablar de la Mina Pan de Azúcar cerrada en el año ’89, que hoy el gobierno provincial no se está haciendo cargo del saneamiento ambiental. Saneamiento, porque hoy si recorremos Mina Pan de Azúcar vamos a ver todas las bolsas de pastillas de cianuro, todos los materiales de contaminación que hay, los diques de cola reventados y dispersándose por todos lados. También vemos las bocas de mina que están descubiertas, podemos hablar de 300, 400 metros de profundidad que no están ni siquiera cercados. Eso si hablamos de que a 100 metros hay una escuelita donde van a estudiar 70 alumnos de las zonas rurales, eso tenemos que sumarlo como una gran preocupación. Indignación, preocupación, están jugando los chicos alrededor de estos materiales, que nos están contaminando todos los días. El Gobierno no puede ponerse una venda en los ojos y no reconocer la realidad que ha dejado esta minera Pan de Azúcar, esta empresa. Si bien cerró y nunca más volvió, están todos los papeles, los cascos, están las carretillas, y el campamento, por la situación que ha pasado, está en ruinas. Es preocupante ver eso.
Los diques de cola, en los tiempos de lluvia, se van dispersando en todas las pasturas y van muriendo los animales, eso también toma contacto con el río Cincel, que desemboca en la Laguna Pozuelos, monumento nacional[3]. Este Gobierno no tiene políticas de desarrollo, no tiene políticas públicas para el sector ganadero ni para el sector frutihortícola de la zona nuestra. La única política que quiere aplicar es la inversión de capitales extranjeros para la explotación de los bienes naturales, y a nosotros eso sí nos precupa bastante. No entendemos cómo un gobierno provincial no quiere entregar las tierras comunitarias, que las debía haber entregado hace unos años. Entendemos también que tenemos toda una zona cateada y el Gobierno quiere impulsar más que nunca la minería, porque de hecho las líneas de ferrocarril van a recorrer la ruta 40 y toda una franja de la Puna, y en esa franja por ejemplo, está la empresa y realizaron pavimento para exploración.
– ¿Cuáles son los proyectos que hoy amenazan la zona de Quebrada y Puna?, ¿cómo se puede resistir ese avance?
El 10 de julio se hizo una marcha, porque una empresa, “Uranio del Sur”[4], vino con la intención de explotar y estuvo en esos momentos explorando, para después extraer uranio de las montañas de las comunidades de Juella y Yacoraite. Estamos hablando de 2000 km donde estaban realizando exploración y que rápidamente la comunidad de Juella, que forma parte de la Red Puna, trabajamos ahí, tomamos contacto y hemos realizado talleres de concientización, porque también esa es la otra realidad, no hay información, hay mucho desconocimiento y eso es trabajo nuestro. Ahora estamos apostando fuertemente a esta problemática, a través de compañeros abogados y geológos que nos dan una mano en ese sentido. Vamos informando, vamos concientizando e hicimos que rápidamente la gente se movilizara, y terminamos con una marcha en Tilcara[5], donde otras organizaciones también se sumaron, las escuelas, los docentes, los niños, y también algunos empresarios que tienen algunos intereses, una cabaña, hoteles, que también estuvieron acompañando. Esa fue la acción que se ha generado para luego poder seguir dando un debate a nivel provincial.
Después de esa acción, alguna asociación presenta un proyecto de ley, también diputados radicales presentan un proyecto, se suma la Tupac Amaru de la CTA, un sinfín de organizaciones que se sumaron. Los empresarios hicieron una marcha con mineros, con todos los mineros obreros y el Gobierno, sumándose al discurso de que “las organizaciones sociales están contra ustedes, quieren dejarlos afuera, sin trabajo”, y no es esa la idea porque nosotros no estamos en contra de nuestros hermanos. Nosotros entendemos que son esclavos de este proceso, son gente que como nosotros estamos viviendo una etapa de estrategia de subsistencia, y ante una necesidad tan grande, si no hay otro ofrecimiento uno termina estando ahí. No estamos en contra de ellos, estamos en contra de este Gobierno y de los empresarios. Después hay muertos y enfermos, eso no se da a conocer. Nos infla el pecho de decir “vamos a estar acá en pie de lucha”, vamos a estar organizándonos e informándonos por supuesto, que es lo que tenemos que hacer, concientizando.
– ¿Cuáles son los proyectos que me decías que hoy están afectando a la región de Quebrada y Puna?
Mina Pirquitas, de la empresa canadiense Silver Standard y Mina Aguilar que tiene una “legimitidad” con el Gobierno Provincial, son capitales chilenos, bolivianos mineros y yankis, esas son las dos empresas que están fuertemente apostadas y explotando la megaminería a cielo abierto.
– ¿Cómo sigue la lucha para defender la soberanía alimentaria, para defender el territorio?
Entendemos que si el Gobierno Provincial no muestra otras señales van a desaparecer los productores, va a desaparecer también la actividad ganadera, y a nosotros nos provoca y nos duele en ese sentido. Nosotros apostamos a una soberanía alimentaria, el Gobierno puede entender que el ganadero de la Puna, que es de menor escala, no puede cumplir con la ley federal de carnes, eso es inaplicable para la zona. La cultura nuestra tiene que ver con una forma de producir, para quiénes producir, que tiene que ver con una feria. Hoy el sistema capitalista dio un batacazo, un golpe, y me parece que el Gobierno tiene que empezar a entender que tenemos que ir generando otra alternativa productiva, otro modelo. Ese otro modelo que impulsamos como organizaciones es la soberanía alimentaria, no depender de un mercado que solamente te exige producir para exportar, sino que producir para que nosotros nos podamos alimentar, que uno pueda tener la posibilidad de alimentarse, que pueda llegar a las mesas de los argentinos estos alimentos, y que no se esté produciendo para alimentar animales en Europa. Nosotros creemos que eso tiene que estar en manos de los productores y el Gobierno tiene que entender y empezar a regularizar situaciones, generar ferias, tiene que empezar a generar una producción agroecológica, una producción sana.
El tema de minería tiene que ver con que también el ciudadano de Jujuy, el ciudadano de Córdoba, de Buenos Aires, de Rosario, pueda entender que estamos en una situación bastante complicada ambientalmente, y no podemos estar jugando con la salud de nosotros, ni de nuestros hijos, ni de las futuras generaciones. Me parece que es poder entender que la posición “no a la minería” tiene que ver con que esto se va a contaminar. Hay que empezar a mostrar algunas alternativas. Vamos trabajando con las comunidades el poder desarrollar salas de faena. El Gobierno no invierte en mataderos para tránsito, no está invirtiendo nada, pero después “lógicamente” cuando uno quiere vender los productos vas y te decomisan, hoy el Gobierno Provincial te está decomisando la carne. Te decomisa porque no cumplís con la reglamentación. Obviamente nadie está invirtiendo, el Gobierno debería inveritr en infraestructura para los pequeños productores, para los campesinos y las comunidades indígenas, no lo está haciendo. Eso va generando malestar en la gente.
– Está claro que no hay una apuesta al desarrollo local ni al autoabastecimiento alimentario y de generación de trabajo.
Sí totalmente. Claramente eso es lo que está pasando. El Gobierno no está mostrando señales y eso nosotros siempre lo ponemos en discusión, en debate, y me parece que el Gobierno debiera empezar a mostrar voluntades. En el conflicto del campo estuvo con el Gobierno Nacional, apoyando las retenciones, apoyando una política de poder alimentar, una política de soberanía alimentaria, que hoy también está en el discurso de todos y hasta de la Presidenta, pero me parece que la práctica es totalmente contradictoria. A uno lo decomisan. El Gobierno Provincial durante el conflicto decía “consuman la carne de llama, consuman la carne de cordero, consuman los productos jujeños”, pero en la práctica te decomisan y no te dejan alternativa de poder vender tus productos. Eso es lamentable y nosotros creemos que hay que empezar a ver algo, porque después el diálogo se corta. Si nosotros como organizaciones no vamos viendo resultados políticos, que es lo que queremos, después las mesas de diálogo no sirven porque se terminan cortando. La verdad que nos joroba a todos nosotros.
Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla.
Podés encontrar la columna de la Revista Biodiversidad todas las semanas en Radio Mundo Real.
Notas:
[1] Ver el comunicado “Descubriendo Verdades, No al saqueo de nuestros bienes naturales”. http://www.biodiver sidadla.org/ content/view/ full/44764
[2] Según la minera con asiento en Canadá ‘Silver Standard’, el proyecto ‘Pirquitas’ será una de las minas de plata a cielo abierto más grandes del mundo, con una producción anual de 10.9 millones de onzas, con importantes contribuciones de zinc y estaño. El proyecto, localizado a 355 km al noroeste de la ciudad de San Salvador de Jujuy, consiste en 47 concesiones mineras que cubren una superficie de 3.841 hectáreas sobre terrenos montañosos que se encuentran entre los 4.100 y 4.400 metros sobre el nivel del mar.
[3] El Monumento Natural Laguna de Los Pozuelos fue creado en 1981 y se encuentra en la región puneña al norte de la provincia de Jujuy. Abarca 15.000 ha y pertenece a la eco-región Puna. Para la legislación argentina un “Monumento Natural” es un área, cosa, especies vivas de animales o plantas, de interés estético, valor histórico o científico, a los cuales se les acuerda protección absoluta. http://es.wikipedia .org/wiki/ Monumento_ Natural_Laguna_ de_los_Pozuelos
[4] Uranio del Sur S.A. es subsidiaria de la suiza Uranio AG. La empresa fundada en diciembre de 2006 tiene varios proyectos activos en las provincias de La Rioja y San Luis.
[5] El jueves 10 de julio las organizaciones, comunidades y movimientos sociales jujeños realizaron una movilización en el Puente de Tilcara contra la explotación minera contaminante. http://quebradaypun a.com/mineria/ ?m=200807&paged=3