La aplicación del “modelo minero” de San Juan en aquellas provincias con importantes riquezas en el subsuelo, no parece ser tan beneficioso para sus pobladores como se promociona. La obtención de la licencia social se busca a través de promesas de trabajo en pueblos donde la problemática mayor es la desocupación. Nuestra investigación basada en datos oficiales de los Informes de Diagnóstico Laboral Provinciales elaborado por el Ministerio Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Subsecretaría de Planificación, Estudios y Estadísticas del gobierno nacional, publicados entre noviembre de 2019 y enero del 2020, nos permitió llegar a esa conclusión.
Por: Noalamina.org
El discurso de quienes promueven la minería, como los empresarios mineros, proveedores mineros y gobernantes, que intentan habilitar la actividad en provincias que tienen leyes que prohíben la extracción de minerales metalíferos, está saturado de frases como: “La minería es un motor de desarrollo que impulsa la economía nacional”, “Es una actividad que genera empleo y crecimiento económico local”, “Crea muchos puestos de trabajo”. Sin olvidar que desde los años ’90, independientemente del partido político a cargo , es política del estado nacional desarrollar los proyectos mineros a lo largo y ancho de nuestro país. En Argentina, como en el resto de Latinoamérica la situación la podemos describir:
“La región se convirtió nuevamente en un “proveedor” por excelencia de ciertos recursos minerales estratégicos para el desarrollo industrial del mundo: en los últimos años, la riqueza geológica de la región ha abastecido el 45% del cobre, el 40% de la plata y poco más del 25% del zinc, el estaño y el oro que se consume a nivel mundial, siendo que en promedio, el consumo de minerales de la región representa apenas el 5% del consumo mundial.” (1)
El proyecto del gobierno de Alberto Fernández es trasladar el modelo minero de San Juan a aquellas provincias con importantes riquezas minerales en el subsuelo. Motivo por el cual, nombró en el cargo de secretario de Minería a Alberto Hensel quien fuera ministro de Minería en dicha provincia cuyana.
Uno de los temas más preocupantes de cualquier estado y de su población es la desocupación; por ello, con una mirada objetiva basada en datos oficiales comenzamos a investigar la relación de la minería metalífera con el empleo y si San Juan debía ser un modelo a seguir.
Basándonos en los datos aportados por los Informes de Diagnóstico Laboral Provinciales elaborado por el Ministerio Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Subsecretaría de Planificación, Estudios y Estadísticas del gobierno nacional, publicados entre noviembre de 2019 y enero del 2020, analizamos dos realidades en dos contextos geográficos diferentes: la región de Cuyo y la región Patagónica.
Y en cada región tomamos 2 provincias de características similares que limitan entre sí, cuya diferencia sea la presencia o no de actividad minera metalífera. Por lo tanto, hicimos algunos análisis comparativos de la situación laboral de San Juan y Mendoza en Cuyo; y de Santa Cruz y Chubut en la Patagonia.
En los datos referidos a la población económicamente activa (PEA) y los porcentajes de la situación laboral de dicha población, nos encontramos con porcentajes similares.
Gráfico 1 y 2.
La situación socio-ocupacional de la población urbana mayor de 15 años, muestra que se trata mayoritariamente de asalariados en todos los casos. En las provincias de San Juan, Mendoza y Chubut el mayor porcentaje de asalariados pertenece al sector privado; y para el caso de Santa Cruz pertenece al sector público.
Gráficos 3 y 4.
La distribución de los empleos en el sector privado, en números totales y en porcentajes, de San Juan y Mendoza están detallados en los siguientes gráficos según su origen: Agricultura, ganadería y pesca – Minería y petróleo – Industria – Electricidad, gas y agua – Construcción – Comercio – Servicios.
Gráficos 5 y 6.
En la Patagonia, en las provincias de Santa Cruz y Chubut la distribución de los empleos en el sector privado en números en totales y porcentajes son los siguientes:
Gráficos 7 y 8
En estos gráficos, puede observarse que la distribución del empleo en el sector privado al cual pertenecen las empresas mineras, no existe una discriminación entre minería y petróleo, sino que el número total de empleos en cada provincia y su porcentaje referido al total del empleo en el sector privado incluye a ambos tipos de extractivismo.
Si consideramos el empleo en minería y petróleo según la cantidad de ocupados de la población económicamente activa en cada provincia, los porcentajes son: San Juan 1,12%, Mendoza 0,57%, Santa Cruz 9,21% y Chubut 5,42%.
Si consideramos que Mendoza y Chubut tienen leyes que prohíben la minería metalífera a gran escala como son la Ley Nro 7722 y Ley Nro XVII 68 (ex – 5001) respectivamente, el empleo generado en dichos estados provinciales es debido sólo al petróleo y minería de tercera categoría. Esto hace inferir que se reduce mucho el porcentaje de empleos realmente generados por la megaminería tanto en San Juan como en Santa Cruz.
Si comenzamos a profundizar el Informe de Diagnóstico Laboral de la Provincia de San Juan nos encontramos con el siguiente encabezado:
“La estructura productiva de la provincia está fuertemente definida por el sector manufacturero, específicamente por la producción de alimentos y bebidas. Respecto a la actividad agrícola, la superficie implantada se encuentra en el orden de las 100 mil hectáreas. La vid es el cultivo más importante, cubriendo el 45% de la superficie comprometida. (2)
Además, nos encontramos con cuadros sobre la evolución del empleo en el que se especifica que el número de empleos existentes en la extracción de minerales metalíferos no ferrosos (excepto uranio y torio) en el IV trimestre del 2017 en la provincia de San Juan es de 2.789 empleos. Este dato no es menor, dado que siendo San Juan una “provincia minera” el empleo que genera la minería metalífera no ferrosa representa el 0,89% del total de empleos en la provincia.
Gráfico 8
Nos llamo la atención, la evolución del empleo privado entre los años 2012 y 2017, en los que la caída general del empleo fue mayor en San Juan que la registrada a nivel nacional.
Gráfico 9
Según datos del mes de agosto de 2019, la cantidad de asalariados registrados del sector privado de la provincia de San Juan era de alrededor de 78,8 mil, esto implicó un descenso del 0,6% en relación con el mes anterior, y una caída del 0,1% en el total del país. En términos interanuales, se registró una caída del 3,6% en la provincia y del 2,3% en el promedio nacional. (3)
En el sector Minería y Petróleo, la disminución del empleo fue aún mayor, entre el año 2012 y el 2017 la caída fue del 5,8%.
Gráfico 10
En el siguiente gráfico vemos a las empresas mineras y petroleras, responsables del extractivismo en la provincia de San Juan, dentro de la composición del sector empresarial.
Gráfico 11
Toda esta la información nos permite confirmar que la actividad minera metalífera extractiva exportadora a gran escala, es llevada a cabo por unas pocas empresas multinacionales y dadas las características de su desarrollo es capital intensivo. Es decir, que necesitan de una gran inversión pero generan muy pocos puestos de trabajo. Según los datos aportados de emprendimientos como La Alumbrera (Catamarca), Veladero (San Juan) y otros, por cada millón de dólares invertidos se generan entre 0,5 y 2 empleos directos. Sin embargo, ésta importante inversión será recuperada y con creces una vez puesto en funcionamiento el proceso extractivo. En el proyecto Cordón Esquel / Suyai se hablaba de una inversión inicial de 400 millones de dólares pero con la cotización actual en el mercado del oro y la plata, las reservas de oro y plata tienen un valor de 4.429 millones de dólares y 68 millones de dólares respectivamente.
Al interiorizarnos sobre la relación del empleo y la minería en la provincia de San Juan, vemos que no es una actividad que impacte realmente en el ámbito laboral y mucho menos la minería metalífera que representa menos del 1% de los ocupados. La mayoría de los empleos en San Juan provienen de otras actividades diferentes a la minería; por lo tanto, no coincide con el mito de la generación de empleo. Tampoco es creíble que se presente como la solución para resolver la crisis económica de Chubut dado que en la provincia más minera de la Argentina la evolución del empleo en minería ha decrecido en los últimos años mucho más que en el resto del país.
Es necesario pensar cuales serían los riesgos reales de habilitar la megaminería metalífera en provincias como Mendoza y Chubut, porque es una actividad que no tienen garantías tal como demuestra los derrames producidos en la Mina Veladero (San Juan) que pertenece a la empresa Barrick Gold. Además, lo estableció el Parlamento Europeo en abril de 2012, cuando prohibió la minería a cielo abierto para obtención de oro y plata, mediante lixiviación con cianuro. Los argumentos esgrimidos, refiriéndose al derrame producido en el año 2000 en Baia Mare (Rumania), fueron: “que no existe ninguna garantía real de que no se vuelva a producir un accidente semejante, especialmente teniendo en cuenta el incremento de las condiciones metereológicas extremas, por ejemplo, fuertes y frecuentes precipitaciones, como se prevé en el Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático”. Es precisamente las rupturas y los desbordes o derrames de los diques de cola los “accidentes” más frecuentes de la megaminería que causan enormes daños ambientales.
El riesgo de una contaminación ambiental o la competencia por el agua en sitios donde este bien común es escaso, podría afectar empleos relacionados con la agricultura, ganadería y pesca, que en Mendoza y en Chubut representan un número mayor que los que podría generar la minería metalífera. Y además, en muchas ocasiones estos puestos de trabajo se conservan en el tiempo por varias generaciones; a diferencia de las explotaciones mineras que extraen hasta el agotamiento minerales en un tiempo estipulado entre 10 y 20 años.
Según todo lo observado, con el “modelo minero sanjuanino” son las empresas multinacionales que extraen minerales metalíferos como materia prima para exportación, con todos los incentivos fiscales de la actividad de la década de los ´90 consolidados en los últimos años, los que verdaderamente se verían beneficiados.
No nos engañen con el mito del trabajo, éste “modelo minero” no es para favorecer a los pueblos.
Referencias:
(1) (Sánchez Albavera y otros, 1998; Sánchez Albavera y Lardé, 2006; Campodónico y Ortiz, 2002; Moussa, 1999).
(2) y (3) Informes de Diagnóstico Laboral Provinciales elaborado por el Ministerio Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Subsecretaría de Planificación, Estudios y Estadísticas.