El presidente argentino, Mauricio Macri, varió su estrategia para modificar la Ley de Protección de Glaciares y el Ambiente Periglaciar pero persigue el mismo objetivo de permitir la minería a gran escala en zona de influencia glaciar denominada periglaciar. La jugada para beneficiar el saqueo minero bajo la fachada del “arribo de inversiones” consistirá en pedir al Congreso una aclaración de la norma. Especialistas, asambleas y vecinos de toda el área cordillerana están alertados y movilizados contra este intento de redefinir los alcance de una ley pionera en América que protege nada menos que “el tanque de agua” de los argentinos.
Fuente: La Nación
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En noviembre del año pasado, el presidente argentino Mauricio Macri, tuvo una reunión en la Casa Rosada con los referentes del sector minero. Estuvieron Eduardo Elsztain y Carlos Miguens, dos de los mayores empresarios del país, el titular de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Marcelo Álvarez, los gremios, las provincias, funcionarios de Medio Ambiente y los ministros Juan José Aranguren (Energía y Minería) y Trabajo (Jorge Triaca).
En el encuentro los empresarios mineros, avezados e insaciables en exigir más beneficios y ventajas para su negocio, plantearon que parte de esa mala performance se debía a las inversiones potenciales frenadas por la incertidumbre que genera la ley de glaciares.
El Presidente les prometió avanzar una iniciativa para proponer un nuevo proyecto de ley. Pero esa idea fue reemplazada por el pedido de aclaración al Congreso luego de las polémicas que generó, incluso dentro de Cambiemos. La más importante tuvo que ver con Elisa Carrió.
La socia política de Macri se enteró que el Presidente se había reunido con los mineros y casi de inmediato anunció que se oponía taxativamente a un cambio en la ley. Macri envió a Aranguren para tranquilizar los ánimos de la diputada. Estuvo charlando con ella una hora y media en su chacra de Exaltación de La Cruz.
En las próximas semanas, la administración de Mauricio Macri iniciará una amplia consulta entre los diputados y senadores oficialistas para que le den su “consejo legislativo” con respecto a qué hacer para aclarar los puntos de la Ley de Glaciares que impiden la llegada de mayores inversiones mineras, según el rumbo que le marcaron las empresas.
El Presidente cree que le dio a la minería más de lo que esa industria le dio a su gobierno. Sucede que una de sus primeras decisiones tras el cambio de mando fue la eliminación de las retenciones a las exportaciones de ese sector, algo similar a lo que ocurrió con el campo. Pero si bien el agro respondió, la minería no lo hizo.
Los glaciares suelen resultar amenazantes para la política. En 2008, una ley de la diputada Marta Maffei chocó con el veto de la presidenta Cristina Kirchner, pero los legisladores volvieron a la carga en 2010 se presentaron dos propuestas distintas de Miguel Bonasso y del senador oficialista Daniel Filmus. La ex presidenta nunca reglamentó la norma, y se postergó la realización del Inventario Nacional de Glaciares. Es el paso que ahora debe culminar Bergman para avanzar en la consulta a los legisladores.