Entrevista al cacique Néstor Jerez de la comunidad ocloya en vísperas de la presentación en el anexo del Congreso de La Nación, del Proyecto de Ley Propiedad Comunitaria Indígena. Los territorios habitados por comunidades indígenas son los espacios en los que se garantiza la conservación del ambiente, basados en una cosmovisión que los hace integrarse a la naturaleza respetando la vida en todas sus formas. En Argentina, el cumplimiento del derecho constitucional establecido en 1994 que reconoce la posesión de la propiedad comunitaria indígena requiere de un relevamiento que se ha realizado en menos del 50% del territorio nacional.
En la entrevista el cacique Néstor Jeréz nos decía:
Proyecto de Ley
Este proyecto tiene origen en 2010 en dónde se crea la Comisión de Análisis e Instrumentación de la Propiedad Comunitaria Indígena y en dónde participan los pueblos indígenas a través del Consejo de Participación Indígena, participando cada uno de los representantes de las provincias y del estado nacional.
Desde allí surge ese anteproyecto, del cual nosotros como organización de pueblos indígenas región NOA [1] lo vamos replicando y actualizando cada dos años entendiendo que en el Congreso de la Nación un proyecto que no es tratado pierde el estado parlamentario.
Buscamos que sea un antecedente y un disparador
Esta iniciativa presentada y firmada por la Diputada Roxana Monzón y la Senadora Nora Giménez entendiendo que el estado tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas y que corresponde al Congreso de la Nación instrumentarla, considerando que a partir de 1994 con la reforma de la Constitución Nacional en el art. 75 inc. 17, se reconoce la preexistencia, la posesión de la propiedad comunitaria indígena. De la misma manera lo reafirma el Convenio 169 de la OIT que Argentina ha ratificado por la Ley 24.071, como así también, la Declaración Universal de la ONU y el código civil y comercial que se ha unificado y actualizado en su art. 18, que también reconoce la posesión de la propiedad comunitaria indígena. Cabe considerar también, una sentencia de la Corte Interamericana de DDHH hacia el estado argentino por el caso de Lhaka Honhat, [2] dónde se intima a generar mecanismos de protección y de titulación del territorio comunitario.
Estamos viendo que las políticas de este gobierno son de retroceso, de negación y de discriminación cuando vemos que en la ONU se vota en contra de los pueblos indígenas, en contra de las mujeres y de las niñas, cuando surge una eliminación del registro nacional de comunidades indígenas, o cuando la directora de tierras, Sonia Ochoa, del Instituto Nacional de Registros Indígenas en una capacitación a las empresas mineras aduce falsamente, que la consulta previa no es vinculante y que las comunidades no pueden frenar un proyecto minero, cuando sabemos que el Convenio 169 de la OIT ratifica el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras, los territorios y los bienes naturales.
Ante estos avances en dónde se anuncia la derogación de la Ley de emergencia 26.160 que suspende los desalojos de las comunidades indígenas preexistentes, vemos claramente, que buscan avanzar en la continuidad del genocidio de los pueblos para favorecer a las corporaciones de las multinacionales, al poder económico concentrado, legalizando la violencia institucional y la violación de DDHH por medio de los tratados internacionales como el Acuerdo Escazú.
Entendemos que es el momento de poner en la agenda legislativa esta deuda histórica, haciendo también un llamado a todo el pueblo, no solo a las naciones preexistentes, sino a los movimientos gremiales, sociales, ambientales, docentes, estudiantes. Llamamos a la unidad plurinacional, a un pacto de unidad en defensa de la Madre Tierra, del agua, de la vida, de los derechos y de la soberanía de los pueblos que hoy en día, como podemos ver, se está entregando a las multinacionales.
Esperamos que esta presentación marque un precedente y sea el inicio hacia la unidad plurinacional a favor de la vida. Los pueblos originarios no somos un problema sino parte de la solución, hemos sabido convivir desde hace más de 10.000 años en armonía y equilibrio con la naturaleza, con la biodiversidad, con la plena consciencia de que el resguardo de los bienes naturales son la garantía de vida de las futuras generaciones y de toda la humanidad.
Reafirmamos nuestra forma de vida proponiendo el Buen Vivir que es totalmente opuesto a esta política de extractivismo, de saqueo y despojo que genera el desequilibrio y el daño irreversible a la Madre Tierra viéndose reflejado en la crisis climática y el calentamiento global que pone en riesgo la vida de toda la humanidad.
Referencias:
[1] La región del NOA está fundamentada en consideraciones de índole histórico y geográficas, y se relaciona con la llamada Región del Noroeste Argentino desde 1999, una subdivisión de la Región del Norte Grande Argentino, por consiguiente, la circunscripción política del NOA-
[2] El jueves 2 de abril, la Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo pública su sentencia en el caso “Comunidades indígenas miembros de la Asociación Lhaka Honhat (Nuestra Tierra) Vs. Argentina”. En su fallo dice que los pueblos Wichí (Mataco), Iyjwaja (Chorote), Komlek (Toba), Niwackle (Chulupí) y Tapy’y (Tapiete) tienen derecho a su propiedad ancestral en el norte de Salta y a un título único para las 400 mil hectáreas que abarcan los ex lotes fiscales 55 y 14 del departamento Rivadavia, y establece plazos para su cumplimiento. El Estado argentino violó, además, una serie de derechos: no generó los mecanismos para garantizar el derecho de propiedad comunitaria, no les dio un título real y efectivo, sin subdivisiones internas, no consultó a las comunidades cuando hizo modificaciones en sus territorios.
Programa N° 211, emitido el 29/11
Publicación original: https://www.humanidadadondevas.com.ar/l/resistencia/los-pueblos-originarios-no-somos-el-problema-sino-parte-de-la-solucion/