Los vecinos de Trevelin y sus parajes no concedemos la licencia social a este proyecto porque el agua es un bien social, el más importante que tenemos. No podemos dejarlo en manos de empresarios privados. Por ello, que quede claro: No es el intendente Mantegna quien dice No al proyecto Baguilt. Somos los habitantes de Trevelin.
Por José Hernán Díaz Varela *
Proyecto Baguilt: lo que el agua se llevó
El pasado jueves 22 de abril la flamante empresa Baguilt Energía S.A. se presentó en sociedad en el Salón Central de Trevelin, a partir de las 18 horas, en un acto que fue denominado por la propia empresa como “audiencia pública informativa”. Previamente, los dos ingenieros que representan a la empresa se habían reunido con el intendente local, Carlos Mantegna, y con los concejales de todos los bloques. Aparentemente, porque “de esto no se habla” oficialmente en los ámbitos del gobierno, se les dio al ejecutivo y al legislativo municipal la misma explicación que el jueves 22 de abril se ofreció a toda la comunidad.
Además, la empresa dejó una copia íntegra del proyecto en una fotocopiadora local con cuadros, gráficos, mapas y todo el detalle técnico de la obra que pretendía realizarse.
Se trata, muy escuetamente, de la construcción de una derivación de 1,8 metros cúbicos de agua del arroyo Baguilt a través de un caño de 80 cm de diámetro enterrado durante 6 kilómetros, que pasaría por una central con cuatro turbinas generadoras de energía eléctrica, y que luego volvería íntegramente al cauce del arroyo. Es decir, una suerte de “by-pass” en el arroyo Baguilt. La diferencia de altura (320 metros desde la bocatoma hasta la central) y el caudal (1,8 metros cúbicos en la mejor época) permitirían generar unos 4 Mw en el momento de máximo aprovechamiento, ya que el Baguilt tiene grandes diferencias estacionales de caudal, por lo que la generación oscilaría de cero a 4 Mw. En promedio, unos 2 Mw.
Así, munidos de esta información previa y todo el detalle del proyecto, más de 200 vecinos concurrimos a la cita en el Salón Central en el comodísimo horario de las seis de la tarde de un día laborable. Allí, durante más de una hora y media de un asombroso despliegue de torpeza comunicacional (quiero creer en una negligencia de buena fe), los ingenieros de la empresa explicaron los distintos modos de generación de energía eléctrica en Argentina, su evolución, el precio monómico del kilowatt/hora y las necesidades y prospecciones del mercado energético a futuro hasta que, total y absolutamente repodridos por la aburridísima explicación de treinta diapositivas que podrían haberse resumido en cinco o seis fundamentales, dos o tres vecinos interrumpieron respetuosamente la disertación (hasta aquí absolutamente monológica) pidiendo ir al punto: ¿qué van a hacer en el arroyo Baguilt? ¿quién está detrás de este proyecto? ¿desde cuándo se está gestando esto? ¿quién habilitó este proyecto? .
Allí comenzó un diálogo impulsado por muchos vecinos que luego de -insisto- más de una hora y media de “silencio respetuoso”, querían “saber de qué se trata” (frase bicentenaria si las hay).
Tomó entonces la palabra el ingeniero Carlos Formica y aclaró algunas cosas interesantes: sobre este emprendimiento se está hablando desde hace siete años, por lo menos con los pobladores ribereños del Baguilt (“he tomado muchas veces mate con ellos”, puntualizó Formica), y la inversión de este proyecto es de siete millones y medio de dólares, que serán integrados a la empresa por el millonario estadounidense Douglas Tompkins, el mismo señor que ya compró más de 100 mil hectáreas en los esteros de Santiago del Estero, en riberas correntinas del Paraná y más de 150 mil hectáreas en las costas de Santa Cruz (informe año 2005), sin contar las 400 mil hectáreas del parque Pumalín que parten Chile por la mitad, de océano a Cordillera, a la altura de la Décima Región.
El otro ingeniero, oscureciendo al tratar de aclarar, reconoció que el recupero de la obra con la venta de energía era a muy largo plazo y que si él tuviera ese dinero no lo invertiría en el proyecto. Esto causó el mismo efecto que echar nafta sobre el fuego, y la reunión entró entonces en un ida y vuelta entre vecinos que cuestionaron el proyecto con la propia información que dio la empresa y el ingeniero Formica, hasta que la reunión concluyó a las diez y media de la noche.
Durante todo este tiempo estuvieron presentes el intendente, los concejales y la planta política del municipio de Trevelin. Nadie dijo nada, nunca, a pesar del reclamo a viva voz de los vecinos para que los representantes del pueblo se expresaran sobre este tema.
Los comentarios de los días posteriores de algunos de estos representantes fue que “se les faltó el respeto y no se escuchó a la empresa”, y otros que “hubo gente de partidos políticos que vinieron a sacar rédito de esto”. Lo cierto es que, confundiendo silencio respetuoso con silencio cómplice, todos callaron. Los medios provinciales silenciaron esta importante reunión de vecinos y, a pesar de tener corresponsales en Trevelin, no sacaron una sola línea sobre el tema. Por su parte, la mayoría de los medios radiales locales -con honrosísimas excepciones- se dedicaron a descalificar a “diez o doce” que preguntaron en esa reunión, ocultando el descontento generalizado hacia la empresa de las más de 200 personas que estuvieron allí.
Por supuesto, hubo algunas cosillas que no se dijeron: el año pasado se creó el IPA (Instituto Provincial del Agua) y por el decreto 139 del 16/02/2010 el gobernador designó a los interventores de cuencas. En el caso de las Cuencas del Pacífico (que incluye el lago, el glaciar y el arroyo Baguilt), el nominado es… ¡El Dr. Carlos Hugo Mantegna, intendente de Trevelin! El mismo que, dos días antes de la reunión en el Salón Central, dijo que no sabía nada del proyecto ni quiénes eran los inversores. El mismo que, una semana después, quiso cerrar la discusión sobre el tema al expresar “Finalmente, el titular del Ejecutivo Municipal de Trevelin, Carlos Mantegna, explicitó su negativa a la radicación el proyecto “Aprovechamiento Hidroeléctrico de Pasada Arroyo Baguilt”, que pretendía ejecutar la empresa Baguilt Energía S.A. El mismo había sido rechazado por gran parte de comunidad”. (Paginas del Sur, edición del 29/04/2010).
El propio medio reconoce el descontento social por el tema y ésta es la verdad: los Vecinos Autoconvocados por la Defensa del Agua, surgidos de esa famosa pero no difundida reunión, juntamos muchísimas firmas contra el proyecto en menos de tres días, publicamos una solicitada en el diario El Chubut y volanteamos “No al Proyecto Baguilt” durante la realización del rally en la Comarca los Alerces.
Las razones que expusimos son claras y contundentes.
Éstos son sólo algunos argumentos, pero por supuesto hay muchos más. Los vecinos de Trevelin y sus parajes no concedemos la licencia social a este proyecto porque el agua es un bien social, el más importante que tenemos. No podemos dejarlo en manos de empresarios privados.
Por ello, que quede claro: No es Mantegna quien dice No al proyecto Baguilt. Somos los habitantes de Trevelin.
* Trevelin – Chubut
DNI 17536512