Las compañías mineras se zambullen en el agua oteando la posible venia del gobierno del Chubut a la megaminería. La administración de Mario Das Neves presentó un proyecto de ley para regular las reservas de aguas subterráneas a través del recientemente creado Instituto Provincial del Agua, un organismo con perfil netamente técnico que apoya la continuación de la obra del Dique Los Monos. Mientras tanto, no hay control sobre el uso del agua que compran las petroleras en Comodoro Rivadavia.
¿COMMODITIE O BIEN PÚBLICO? LOS RECURSOS HÍDRICOS EN CHUBUT SE CONTROLAN CON TARIFAS EN UN ESCENARIO DÓNDE LA MINERÍA, UN GRAN CONSUMIDOR DE AGUA, AVANZA A PASO FIRME
Por David Mottura
La provincia del Chubut es un desierto donde la distribución del agua es netamente artificial, por lo tanto requiere un alto consumo energético para que el recurso llegue a los principales centro urbanos. Sin embargo, el agua (cuya gestión está en manos de cooperativas en la mayoría de las ciudades chubutense) se administra como commoditie y no como un bien público que consumen múltiples actores de la sociedad: el control sobre el uso del agua por parte de la industria (en especial, las petroleras) se reduce a los precios diferenciales con respecto a los usuarios residenciales.
La administración del gobierno de Mario Das Neves envió un proyecto de ley para regular las aguas subterráneas, en un año donde se revisará la Ley de Minería 5001. El proyecto fue elaborado por el recientemente creado Instituto Provincial del Agua (IPA) y tiene un apartado sobre la utilización de los acuíferos para exploración y explotación minera (http://organismos.chubut.gov.ar/ipa/2010/03/18/codigo-de-aguas/), pero antes se realizará un inventario del recurso hídrico subterráneo para regularlo desde lo técnico y jurídico además de ponerle precio.
El IPA es un organismo que reemplaza a la Dirección Provincial de Obras Hídricos, y se concibió como una entidad autárquica. “El IPA tiene su propio presupuesto y tiene intervención en obras de financiamiento provincial y otras de financiamiento externo. La idea es trabajar con los planes directorios que establezcan los Comités de Cuenca”, sostiene Esteban Parra, administrador del IPA.
Los Comités de Cuenca son la herramienta de gestión de los recursos hídricos que tiene la sociedad civil, sin embargo el gobierno provincial se adjudicó la presidencia (no es rotativa entre los actores). “La idea es que los Comités se reúnan como mínimo dos veces por año”, agregó Parra. En este contexto, el IPA tiene a su cargo la licitación de obras para regular los recursos hídricos en la provincia.
“No se le tiene confianza a la gente, creen que no pueden cuidar sus propios recursos y por eso ha sido subordinado al IPA. El agua está en manos de una persona que no podés cambiar ni siquiera a través de tu representante en la legislatura o una elección. El IPA puede funcionar independientemente, mientras el Poder Ejecutivo quiera”, opina Miguel Webb, médico pediatra y referente del Foro Ambiental y Social de Comodoro Rivadavia.
¿Al servicio de la industria petrolera?
“El actual derroche y contaminación de un bien tan frágil y valioso como el agua prístina que se está utilizando hace más de un siglo para la explotación de hidrocarburos es otro tema debidamente silenciado en la discusión sobre el futuro socioambiental de la Patagonia, y jamás puesto en el centro del debate por ningún político con poder de decisión”, plantea Lucas Chiappe, fundador del Proyecto Lemu de Epuyén.
El submundo de los yacimientos petrolíferos – con más de 10 mil almas que realizan tareas allí- requiere un gran caudal de agua potable para consumo humano. Datos aportados por la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) que en los campos petroleros se consumen 150 litros por habitante por día, mientras que en Comodoro Rivadavia se consumen 450 litros por habitante diariamente.
Según la SCPL, el 70 por ciento del agua que se distribuye a través del Acueducto es para usuarios residenciales, un 20% se destina a la actividad comercial y el 10% restante sirve para la industria de Comodoro, Rada Tilly y Caleta Olivia. De ese 10 por ciento, el 1,2% lo usan las operadoras petroleras.
“La actividad petrolera es un usuario más. Y lo que está faltando es el manejo de la información. Esto se tiene que discutir dentro del comité de Cuenca”, afirma Parra, titular del IPA. Y agrega que los medidores, empezando por la industria, son un eficiente elemento de control para respetar el consumo equitativo.
La preocupación gira en torno al uso del agua para la recuperación secundaria de petróleo (cuando se inyecta agua en los pozos para “lavar” el petróleo más adherido a las rocas). Tanto Repsol YPF como Pan American Energy tienen como único límite y control una tarifa diferencial: cada litro de agua se paga 3,5 veces más que en las zonas residenciales.
El Observatorio de Empresas Transnacionales, dependiente del Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos (FOCO), señaló el uso ilegal del agua del Codo del Senguerr por parte de Repsol YPF. “Un aspecto de gran importancia es el vinculado a la utilización del agua que habitualmente era destinada al regadío de campos. En el caso del río Senguerr (provincia de Chubut) y en Santa Cruz, Repsol aprovecha esta agua a través de un acueducto inmenso en lo que se denomina el codo del río Senguerr para utilizarla en la recuperación secundaria del petróleo, algo que no está permitido ya que se debería usar agua reciclada o no potable. Este río es de Chubut; nace en la cordillera y desagua en el valle de Colonia Sarmiento, pero en una parte hace una curva y entra en Santa Cruz. Allí parece radicar uno de los mayores y menos debatidos conflictos”, dice el informe publicado en 2008.
Minería hambrienta, y sedienta
Las empresas se abalanzan sobre los dos recursos más preciados: la tierra y el agua. El Diario de Madryn informó que la minera Argenta desplaza a campesinos de la zona del valle comprando sus tierras para iniciar la exploración de metales. Argenta es contratista de Panamerican Silver la concesionaria del yacimiento Navidad, el “Pascua Lama” de la plata y el plomo.
“Supongamos que esté todo bien, que los proyectos sean sustentables y que la provincia autorice para comenzar la explotación. Ni loco, ni loco nosotros vamos a tomar como ejemplo lo de Catamarca, San Juan o Santa Cruz. Porque lo que tributan como regalías es vergonzoso. Acá nadie va a explotar un recurso minero si el Estado no es socio”, afirmó Das Neves en una entrevista a la radio LU 17 de Puerto Madryn en enero.
Si el Estado es socio en el negocio minero, ¿Quién realizará el contralor? “La paradoja de que Das Neves haya sido elegido gobernador gracias al conflicto minero que le explotó en la cara a su antecesor José Luis Lizurume en mayo del 2003, parece no haberle servido de escarmiento a la clase política local que sigue prendida al carro del saqueo y la contaminación a cambio de una mísera entrada de plata dulce”, cuestiona Chiappe, del Proyecto Lemu.
Para Esteban Parra, la actividad petrolera tiene una ventaja sobre la minería: en los últimos veinte años se invirtió en tecnología para acceder a normas internacionales de cuidado del medio ambiente (las normas ISO). “En los ejemplos cercanos que tenemos en Sudamérica, la minería no ha hecho lo mismo”, opina el titular del IPA.
A las migajas que aportaría al Tesoro Provincial la actividad minera, el principal peligro de esta industria es la abundante cantidad de agua que consumirá. Un nuevo saqueo se avecina: el saqueo del agua.
Protejan a los glaciares
“Un glaciar es un cuerpo permanente de hielo formado en la superficie terrestre por la acumulación, compactación y recristalización de la nieve que muestra señales de movimiento por acción de la gravedad”, define el website Glaciares de Argentina (www.glaciares.org.ar), administrado por el doctor en Geografía Mariano H. Masiokas, investigador del CONICET y del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA).
Pese a ser un desierto, el Noroeste del Chubut cuenta con 36 glaciares que abarcan una superficie de 2538,6 hectáreas) -la mayoría no sobrepasa los 0,5 km2 de extensión y solo seis tienen una superficie de 1 km2- ubicados en las cuencas de los ríos Tigre, Alerce, Blanco y Villegas Oeste. El geólogo Lucas Ruiz, becario del CONICET, relevó los cuerpos helados en su estudio “Inventario preliminar de glaciares del noroeste de Chubut” (http://www.glaciares.org.ar/paginas/index/noroeste-chubut).
Un proyecto impulsado por la Unión de Asambleas Ciudadanas del Chubut promueve la protección de los glaciares ubicados en la cordillera de esta provincia. “La ley protegerá los ambientes glaciares y periglaciares de Chubut preservándolos como reserva de agua. Las masas de hielo serán consideradas inenajenables y se restringirán las actividades que puedan alterar su ecosistema”, describe el proyecto. También restringe la exploración y explotación minera o petrolera y cualquier actividad que afecte su condición natural o que impliquen su destrucción o traslado o interfieran en su avance.
Dique Los Monos, el regreso
Dentro de los planes que tiene el IPA se encuentra la polémica obra del Dique Los Monos, una faraónica represa para redireccionar el agua del cauce del río Senguerr. El Plan Hídrico del organismo provincial considera que el Dique podrá: “Regular caudales y disminuir riegos de inundación en zonas urbanas y de producción”.
“Creo que al ser una provincia semidesértica, el elemento de regulación en el Senguerr es clave”, afirma Esteban Parra, administrador del IPA.
El megaproyecto de Los Monos tuvo una fuerte oposición ciudadana, principalmente en Sarmiento. Ahora, la obra está en espera luego de que Mario Das Neves resolviera que “no es prioritaria para la provincia”.
En una nota del diario El Chubut del 28 de abril de 2008, el ex concejal de Sarmiento Daniel Mosqueira cuestionaba la obra del Dique Los Monos.
Y le solicitó a la administración de Das Neves que “además de suspender la ejecución de obra, restringir o eliminar la utilización de agua potable tanto del Codo del Senguerr como del acueducto Lago Muster-Comodoro Rivadavia para la industria petrolera u otras, dándole prioridad así a la industria agrícola y el consumo humano”.
“Visité casi en forma permanente la zona conocida como El boquete, lugar desde el cual se alimenta de agua dulce el lago Muster, y es realmente deprimente y preocupante el casi nulo hilo de agua que está entrando en nuestro lago, entre 500 a 600 litros por segundo, es decir que no llega al metro cúbico por segundo”, agregó Mosqueira en esa oportunidad.
Fuente: Periódico EL EXTREMO SUR DE LA PATAGONIA