Hace quince días, la máxima autoridad nacional de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) anunció la puesta en marcha de la planta de Pilcaniyeu en Río Negro, la que comenzará a producir uranio enriquecido, que se extraerá en su forma natural de Cerro Solo, en Chubut. Norma Boero, confirmó esto en medio de una fiesta, el 31 de mayo, Día de la Energía Atómica anunció en el marco de la energía atómica oportunidad en que enumeró uno a uno los diferentes avances y logros en el Plan Nuclear Argentino y dio por sentada la explotación de uranio en nuestra provincia. Un tema sobre el que no se ha abordado a nivel provincial más que los esfuerzos exploratorios que existen desde hace buen tiempo.

Ver también:

Anuncian producción de uranio enriquecido violando leyes nacionales y provinciales

Fuente: Diario de Mardryn

La Comisión Nacional de Energía Atómica ya anunció la puesta en marcha de la planta de Pilcaniyeu en Río Negro, abastecida por el yacimiento de Cerro Solo, en Chubut.

De que se trata

El Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP) es una instalación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, operada por INVAP, donde se llevan a cabo desarrollos tecnológicos nucleares como la construcción del reactor CAREM y el enriquecimiento de uranio.

La planta fue inicialmente construida por INVAP para la CNEA a fines de la década de 1970 para el enriquecimiento de uranio y tareas conexas. Está ubicada en el paraje de Pichileufu Arriba, a orillas del río Pichileufu y en una zona de estepa cercana a la población de Pilcaniyeu. El éxito en las tareas fue anunciado poco antes de la asunción del presidente Raúl Alfonsín, quien visitó la planta en 1984, colocando al país entre la decena de los que tienen esta capacidad. Las actividades de enriquecimiento se paralizaron completamente en 1996, aunque se mantuvo una dotación mínima de personal, alrededor de 17 personas, para el mantenimiento de las instalaciones.

A principios de 2007, pocos meses después del relanzamiento del Plan Nuclear Argentino, se iniciaron las tareas de reacondicionamiento y actualización del complejo, bajo la supervisión de la Organización Internacional de Energía Atómica. A partir de ese momento y hasta junio de 2010 se invirtieron 25 millones de pesos, se aumentó la planta de profesionales y técnicos que pasó de 17 a 115 y se construyó, con carácter experimental, uno de los 54 módulos previstos. El módulo desarrollado es el de difusión gaseosa de exafluoruro de uranio, que durante la primera etapa se usa para capacitar personal, probar componentes y estudiar cómo se comporta el proceso sin uso de uranio. La puesta en funcionamiento se considera que se terminará de optimizar a principios del año próximo.

Reactor nuclear RA‑8

En el complejo opera el reactor RA-8, especialmente diseñado para hacer experimentos relacionados con el diseño del reactor compacto CAREM. Estos experimentos, de tipo nuclear y termohidráulico, permitirán definir los parámetros que rigen la disposición, la composición y el rendimiento del combustible nuclear. Según la asociación ambientalista de Bariloche Piuké, el reactor fue construido sin estudios previos de impacto ambiental.

El 3 de junio de 2010 la ministra de Defensa, Nilda Garré, anunció que se pondrían en marcha los estudios para dotar a buques o submarinos de la Armada de propulsión nuclear. Las tareas serían llevadas a cabo por el CINAR e INVAP, cuyo reactor CAREM parece ser el más apropiado para este fin.

El autoabastecimiento como meta

La producción de combustibles nucleares es un proceso que abarca la extracción del mineral de uranio, su purificación, concentración y envainado en varillas usadas en los reactores nucleares. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) domina todas las etapas de la fabricación de combustibles nucleares.

El objetivo que se ha planteado la CNEA respecto de la minería del uranio es el autoabastecimiento de las centrales nucleares argentinas, tanto las que están funcionando en la actualidad, como las que pueden construirse.

El yacimiento de Sierra Pintada (Provincia de Mendoza), cuya explotación está temporariamente suspendida, cubriría el 50% de la necesidad de los reactores Atucha I, Atucha II, la central de Embalse y dos centrales más a construir. Con esto estaríamos llegando hasta el año 2090. Para cubrir los insumos faltantes la CNEA inició activas tareas de cateo y exploración.

Ya en noviembre de 2010 se estaba estudiando el potencial productivo de uranio de 54 yacimientos ubicados a lo largo de casi toda la Cordillera de los Andes. De este número, 47 son áreas de cateo distribuidas en las provincias de Chubut, Catamarca, La Rioja, Mendoza, Río Negro, Salta, y Santa Cruz. Otros 7 están en etapa de evaluación, a los que se proyectaba sumar zonas ya estudiadas por la CNEA, en la década de 1970, en San Juan y en Neuquén.

Chubut, una zona clave

Según la Enciclopedia de Ciencias y Tecnologías en Argentina (ENCyTAr), nuestra provincia concentra gran parte de la posible provisión de uranio.

Entre los proyectos mineros ya identificados aparecen:

1) Proyecto “Cerro Solo”. Es una exploración de uranio y molibdeno en una zona de 708 hectáreas en el departamento Paso de Indios, en El Escorial, cerca de la localidad Paso de Indios. Está a cargo de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Es el segundo yacimiento de uranio en importancia del país, después de Sierra Pintada (Mendoza). Su explotación está suspendida por la Ley Provincial 5001.
2) Proyecto “El Regalo”. Explotación de uranio en una zona de 10.550 ha a apenas 500 km de Trelew. A cargo de Pacific Bay Minerals, a través de su subsidiaria argentina Bahía Atlántica.
3) Proyecto “El Tropezón”. Extracción de uranio en una zona de 200 hectáreas en la cuenca de San Jorge. Actualmente se han realizado toma de muestras por medio de trincheras de una extensión de 1850 m. A cargo de empresa canadiense Portal Resources Ltd.
4) Proyecto “La Bombilla”. En etapa de estudio de impacto ambiental. Calypso Uranium informó que la cuenca del Golfo San Jorge es el mayor yacimiento de uranio de Argentina.
5) Proyecto “La Pampa”. Para extracción de uranio en una zona que incluye nueve concesiones y que abarca 54.000 hectáreas. Una de las concesiones abarca la zona de Los Adobes y Cerro Barcino. Portal Resources Ltd.
6) Proyecto “Laguna Colorada”. Para extracción de uranio en una zona de 120 hectáreas en el departamento Paso de Indios, en El Escorial, cerca de la localidad Paso de Indios. A cargo de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
7) Proyecto “Los Adobes”. Para extracción de uranio en una zona de 72 hectáreas en el departamento Paso de Indios. Propiedad de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
8) Proyecto “Guanaco”, de exploración de uranio en zona Mártires, a cargo de Maple Minerals.
9) Proyecto “Patagonia”. Proyecto muy avanzado para extracción de uranio a cielo abierto.
10) Proyecto “Regalo”. Probable explotación de uranio. En mayo de 2011 se informó la detección de valores significativos de uranio (hasta 0,14%) en un área de casi 1 km². A cargo de Consolidated Pacific Bay Minerals Ltd y Aquiline Resources Inc.
11) Proyecto “Bororo Nuevo”. De extracción de uranio, son 10.000 ha en el departamento Mártires), a cargo de Wealth Minerals, a través de su subsidiaria Maderero Minerales.
12) La empresa inglesa UrAmerica SA está buscando uranio en una región de 10.000 hectáreas en las mesetas centrales de Chubut. También lo están haciendo United Energy Minerales y Mega Uranium Ltd.

Pura Energía

Descubierto en el siglo XVIII a raíz de las afecciones pulmonares que generaba en los mineros, es en 1938, cuando dos físicos alemanes, Otto Hahn y Fritz Strassmann, comprueban que el Uranio podía ser dividido en partes y producir una fuerte emisión de energía. El Uranio se ha convertido en el combustible básico para los reactores nucleares y la materia prima esencial para las armas nucleares. La minería y concentración del Uranio son los primeros eslabones de la industria nuclear. Una industria cuyos riesgos, residuos radiactivos y problemas de seguridadla convierten en la menos recomendables de las explotaciones.

La historia que precede

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) comenzó la producción de Uranio en Argentina a escala piloto en 1952 y a escala industrial de 1964 a 1997, cuando se dejó de extraer mineral del Complejo Minero Fabril San Rafael (CMFSR), conocido como Sierra Pintada, debido a los bajos precios y la sobreoferta del Uranio en el mercado internacional. En ese período, la CNEA extrajo 2.513 tU en ocho complejos mineros. 1.809 tU se extrajeron utilizando técnicas de minería a cielo abierto y lixiviación en pilas, y 704 tU con minería subterránea, todos en depósitos de areniscas. En 2003 la CNEA presentó en el Congreso un plan para remediar las zonas donde hubo explotación de uranio. Las operaciones mineras y de concentración del Uranio generan una gran cantidad de residuos químicos y de restos minerales o “colas de mineral”. La parte útil es generalmente menos del uno por ciento del mineral original. Las pilas de estos estériles en la minería de Uranio, contienen una concentración más elevada de elementos radiactivos en comparación con los desechos generados tras la extracción de otros, poniendo en riesgo el ambiente y la salud humana. Las vidas medias de los principales componentes radiactivos de estas colas de mineral, Torio-230 y Radio-
226 son largas, persistiendo por alrededor de 75.000 y 1.600 años respectivamente. Uno de los nueve sitios a remediar por la CNEA era Pichiñán, en Chubut, donde quedaron 145 mil toneladas de colas de mineral de uranio, y de las que aun no se sabe mucho.

Crecimiento silencioso

Según los últimos reportes económicos (2013), la actividad extractiva minera sería, en valor monetario, el cuarto sector exportador del país. Estaría sólo precedido por los granos, la industria automotriz y la extracción de hidrocarburos, y habría superado a uno de los históricamente más importantes, la de los productos de la ganadería bovina. En el año 2013 las exportaciones de los 11 mayores emprendimientos mineros habrían totalizado USD 4.018 millones, pagado USD 833,2 millones por impuestos nacionales (32%) y provinciales (8%). Se alega, lo que parece muy improbable, que la actividad sostiene más de 100.000 puestos de trabajo (en 2012 la Secretaría de Minería afirmaba que eran 517.500 entre directos e indirectos con un supuesto total de $ 6.000 millones en salarios. Junto con la actividad petrolera, la minera paga los salarios más altos de Argentina.

Los únicos datos específicos conocidos sobre las exportaciones, según un documento de la Secretaría de Minería de la Nación, son escasos, y en su mayoría reportados por El Inversor Online.