Catamarca, Argentina – 20/03/09. La Secretaría de Minería aprobó ayer el informe de impacto ambiental que brinda vía libre para explotar un yacimiento de cobre, oro y molibdeno que –según vecinos y organizaciones- es tres veces mayor que Bajo La Alumbrera. Minera Agua Rica S.A. fue autorizada a iniciar la explotación en medio de calculadas extorsiones ya que hace unos días anunció la reducción de personal y la paralización de la actividad con la excusa de la crisis financiera y la demora gubernamental. El primer mandatario provincial, Eduardo Brizuela del Moral, recibirá la semana próxima a Hernan Vera, presidente de Yamana Gold, propietaria de Minera Agua Rica S.A. y del fallido yacimiento Cordón Esquel.
Fuentes: diarios Catamarca Actual y El Ancasti
La presión ejercida en las últimas horas por parte la firma y su supuesta decisión de abandonar el proyecto dejando a gente en la calle, surtió efectos positivos hoy, cuando la autoridad de aplicación resolvió hacer lugar al informe. Concejales, comerciantes y proveedores habían expresado públicamente su malestar y directamente culparon al funcionario por los empleados que quedarán desocupados a partir de abril.
En el estudio, la empresa realiza un detalle de la situación de impacto ambiental que provocará el emprendimiento minero en la zona.
El miércoles, y a raíz de la demora en la aprobación del informe, entre otros pretextos, Agua Rica emitió un comunicado en el que señalaba que “a partir de mes de abril entrará en un período de reducción de sus tareas habituales, con una reducción temporaria de los trabajos que normalmente viene desarrollando. Esta decisión fue tomada debido a varios factores de público conocimiento de orden local, provincial e internacional, y como consecuencia de un escenario internacional que está dominado por una crisis financiera profunda y una caída del precio de los metales, principalmente del cobre. Dentro de este panorama, y para asegurar la futura continuidad del proyecto Agua Rica, la compañía ha decidido disminuir temporalmente su grupo de trabajo”.
Lo que dice la minera sobre cómo será la explotación
El proyecto de Agua Rica para la extracción de cobre, molibdeno y oro en Andalgalá, asegura una vida útil de la mina de 24 años y la explotación de una reserva mineral estimada en 731 millones de toneladas. Esto la convertiría en un emprendimiento tan grande como Alumbrera, superando a esta última en la producción de cobre.
En el informe de impacto ambiental que presentó a mediados de 2007, la empresa detallaba por escrito el proyecto, las consecuencias que podría tener para el ecosistema y las medidas propuestas para morigerar el efecto de la actividad.
El resumen ejecutivo de esta propuesta incluía información detallada sobre la legislación, los estándares de desempeño, geología y mineralización, área de la mina, planta de proceso, corredor de servicios y planta de filtros, hasta la instalación portuaria (desde donde se exportaría el mineral).
La mina debería operar de manera similar a Alumbrera, es decir, con un mineraloducto hasta Tucumán y de allí al puerto de Rosario por ferrocarril, desde donde saldrá el mineral crudo para su proceso en otros países.
Uno de los capítulos más importantes es el referido al efecto previsto en las emisiones al aire, utilización de agua superficial y subterránea, alteración de la cubierta del terreno, alteración sensorial, accidentes y fallas, entre otros.
En el caso de las emisiones de polvo, y por el tránsito permanente de camiones de gran porte, se propone una ruta alternativa para evitar el paso por la ciudad de Andalgalá.
En cuanto al “polvo fugitivo” que puede producir actividades como la construcción, voladura, chancado, molienda y deposición de roca estéril, la minera dice que utilizará equipo de voladura moderno, añadiendo equipos para rociar agua, y cubrirá el depósito de colas secas y roca estéril en el Valle de Cazadero, para evitar salida al aire.
Sobre la emisión de gases, la empresa dice que serán reducidas al mínimo por medio del uso de controladores en la totalidad de la flota minera, de un mantenimiento periódico del equipo y del uso de combustibles con menor contenido de azufre. En tanto, parte de la maquinaria, como las palas y perforadoras, podría ser alimentada por energía eléctrica.
Se aseguran monitoreos y tareas de mitigación para atacar el drenaje de sulfuros hacia los cursos de agua, entre otras acciones.