Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina – 14/12/08. En el marco de la movilización del campo en las rutas, ocurrida esta semana, los chacareros de la zona de riego de Villarino distribuyeron folletos en los que, con dureza, manifestaron su preocupación por la posibilidad de que en breve se instale una mina de potasio en la alta cuenca del río Colorado. “Estamos muy alerta por los problemas que este proyecto podría generar”, confió el dirigente Sergio Urrutia.
Fuente: diario La Nueva Provincia
Uno de los hechos que más llamó la atención en el marco de la protesta que el último miércoles desarrolló el sector agropecuario, en varias rutas del país, fue que los productores de la zona de riego de Villarino sur aprovecharon la oportunidad para entregar folletos en los que –entre otras cosas– manifestaron su preocupación por los posibles efectos nocivos que podría provocar al río Colorado la instalación de una planta de extracción de potasio en Mendoza, por parte de la multinacional Río Tinto.
El titular de la Asociación de Productores de Villarino Sur, Sergio Urrutia, explicó que lo expresado en los panfletos responde a que varios chacareros de la zona de riego han manifestado que existen rumores de que la empresa “estaría desatendiendo los informes ambientalistas”.
“Además, no confiamos para nada en los controles que puedan llevar a cabo los gobiernos provinciales y nacional, ya que ellos priorizarían el negocio antes que la salvaguarda del recurso natural”, sostuvo a “La Nueva Provincia” .
Urrutia recordó que en su momento se habían realizado varios estudios de impacto ambiental respecto del lugar en que se iba a instalar la empresa, en inmediaciones de la alta cuenca del Colorado. A instancias de esos estudios, la empresa cambió el lugar de radicación de los residuos a una suerte de depresión natural del terreno, a 18 kilómetros del curso de agua.
Sin embargo –remarcó Urrutia– igual hay dudas sobre ese depósito.
“No tenemos nada que nos asegure que el nuevo emplazamiento será capaz de contener las toneladas de sal residual que genere la mina, a fin de que no lleguen al río y lo salinicen. Si esto último ocurriera, poblaciones enteras se quedarían sin agua para consumo humano y desaparecería la zona productiva de riego. Sería una catástrofe”, remarcó.
Urrutia recalcó que ni siquiera se sabe con exactitud cuánta sal generará la mina.
“Sólo contamos con estimaciones, por lo que se podría generar más sal de lo que sea capaz de contener el lugar elegido como depósito”, agregó.
De acuerdo con lo expresado en el folleto entregado, una vez concluida la extracción de potasio, en el lugar quedaría una “montaña de sal” de 50 metros de alto, y que ocuparía una superficie de 200 hectáreas, en una zona sísmica y volcánica, que tiene un constante arrastre de sedimentos por lluvias y donde sopla el viento Zonda.
“Por otro lado, no sabemos con exactitud qué tratamiento se dará a la zona elegida como depósito, y qué controles efectuarán las autoridades”, añadió.
Por ello, el dirigente recordó que desde Aprovis –a través de Corfo Río Colorado y su consejo consultivo, así como del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco)– se está llevando adelante un fuerte control sobre la forma en que evoluciona el proyecto, y se han elevado varias notas a distintos estamentos del gobierno demostrando su preocupación por el tema.
“Estos entes (Corfo y Coirco) están trabajando muy bien, pero tienen una capacidad de movimiento limitada. Es decir, hay cosas que pasan por la provincia de Buenos Aires o de Mendoza, o por la Nación misma, a la que ellos no tienen acceso”, sostuvo Urrutia.
“Además, conocemos cuáles son los tiempos de los gobiernos y de estas empresas, y sabemos que son diferentes a los que manejamos los productores”, indicó.
Urrutia confió que “causó cierta molestia en la zona de riego” la cesión de tierras que efectuó el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca para que la empresa Río Tinto se instalara en la terminal portuaria, cuando todavía no contaba con el permiso para la extracción de potasio.
“Todas estas cuestiones nos mantienen muy preocupados, y no descartamos tomar alguna medida en el corto plazo, en forma de protesta”, señaló el dirigente rural, quien deslizó que en los próximos días chacareros de la zona de riego podrían cortar el puente de la ruta nacional 3 sobre el río Colorado.
“En su momento, el gobernador Daniel Scioli dijo que con la comida no se j…, y nosotros pensamos lo mismo del río Colorado; es nuestro principal recurso y queremos cuidarlo”, añadió.
Urrutia también puso de manifiesto sus dudas sobre la reciente salida de la ex secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, por presuntas irregularidades, y su reemplazo por Homero Bibiloni.
“Todo eso no nos deja para nada tranquilos. Hemos visto y conocemos qué pasa con otras explotaciones mineras en distintos puntos del país, y sabemos lo mal que se realizan los controles y lo mal que quedan los lugares después de los trabajos de extracción”, remarcó.
El productor dijo que es necesario actuar de inmediato para evitar que esta cuestión se convierta en algo perjudicial para el medio ambiente.
“Tenemos mucho miedo de las leyes que se puedan aprobar en estas sesiones maratónicas de fin de año en la Legislatura. Hay cosas –como ocurrió con las papeleras en Gualeguaychú– que una vez que se instalan después es muy difícil volver atrás”, concluyó.
Qué decía el panfleto
En el folleto entregado por los productores en la movilización del último miércoles (titulado “Otra amenaza de contaminación para el río Colorado”), se realizaban las siguientes consideraciones sobre la instalación de la planta extractora:
* “Potasio Río Colorado SA es una empresa subsidiaria del grupo angloaustraliano Río Tinto, que proyecta explotar un yacimiento de potasio a orillas del Río Colorado durante un mínimo de 40 años”.
* “El problema radica en que para realizar esta explotación quedaría un residuo contaminante (una montaña de sal), que ocuparía una superficie de 200 hectáreas por 50 metros de altura”.
* “(El residuo) Estará ubicado en una zona sísmica y volcánica, que tiene constantes arrastres de sedimentos por lluvias y donde sopla el viento Zonda. Todos estos factores podrán ocasionar que ese residuo llegue al río Colorado”.
* “Para la extracción del potasio, la empresa gastará un millón de metros cúbicos de gas por día (que es el equivalente al consumo domiciliario, de edificios públicos, escuelas y hospitales de toda Mendoza), cuando –según estudios realizados– las reservas para este país son tan solo para ocho años”.
* “A valores actuales, los ingresos al país por todo concepto de este proyecto serían de unos 88 millones de dólares anuales. El ingreso bruto agropecuario de nuestra zona de más de 120 millones anuales, sin contar el PB de otras zonas que están trabajando actualmente y podrían desarrollarse en la cuenca del Colorado”.
* “La minera sacaría un promedio cercano a cuatro millones de toneladas por año a un precio actual de más de 800 dólares por tonelada. Es decir, 3.200 millones de pesos anuales”.
* “El gobierno nacional está dando preocupantes muestras de querer acelerar la puesta en marcha de este emprendimiento sin dar el tiempo adecuado para considerar su impacto ambiental. Esta actitud se manifiesta no sólo en este caso del potasio sino también en otras casos, como la minería de oro. ¿Por qué sacaron hace pocos días con tanto apuro a la secretaria nacional de Medio Ambiente (Romina Picolotti)?”
* “Tenemos que estar alertas, sobre todo durante las fiestas (de fin de año) y el verano, cuando suelen aprobarse leyes bastante raras”.