San Juan: El domingo 7 de mayo se celebró el día de la Minería. Todos celebramos ese día, pueblo, gobierno e intereses sectoriales. Aunque de distinta manera y con puntos de vista diferente en cuanto en que dirección debe estar orientada su explotación, en favor de quien y las formas de hacerlo para preservar el Medio Ambiente.

En la celebración principal el gobierno la realizó en Jáchal con empanadas, asado y vino, junto a sectores empresariales vinculados a la actividad, felices de las pingüe ganancia que están realizando y las que proyectan con las nuevas explotaciones de oro y cobre en la provincia, e hicieron propicia la ocasión para intentar “borocotear” al intendente. En la casa natal de D. F. Sarmiento el oficialismo, rodeado de policías, hizo un saludo a la bandera y buscó apoyo ideológico en palabras del prócer, sacadas de contexto, para justificar las políticas de entrega que realiza hoy.

Si tenemos en cuenta que por definición la “Minería, es obtención selectiva de minerales y otros materiales a partir de la corteza terrestre. La minería es una de las actividades más antiguas de la humanidad. Casi desde el principio de la edad de piedra, hace 2,5 millones de años o más, ha venido siendo la principal fuente de materiales para la fabricación de herramientas. Se puede decir que la minería surgió cuando los predecesores de los seres humanos empezaron a recuperar determinados tipos de rocas para tallarlas y fabricar herramientas. …Todos los materiales empleados por la sociedad moderna han sido obtenidos mediante minería, o necesitan productos mineros para su fabricación. Puede decirse que, si un material no procede de una planta, entonces es que se obtiene de la tierra. Incluso las otras actividades del sector primario -agricultura, pesca y silvicultura- no podrían llevarse a cabo sin herramientas y máquinas fabricadas con los productos de las minas. Cabe argumentar por ello que la minería es la industria más elemental de la civilización humana”.

Tomando muy en cuenta esta definición debemos reconocer que no hacemos todo lo necesario para -en la mayoría de los casos por ignorancia- conmemorar este acontecimiento humano.

Pero la pregunta que nos hacemos, y que el pueblo se hace, qué tiene que ver esta minería que ha logrado la humanidad con tanto sacrificio en beneficio de su desarrollo y crecimiento, con la minería del oro que nos prometen y realizan los gobiernos nacional y, específicamente, el provincial que comanda el giojismo: ¡¡¡NADA!!!

¿Cuantos cuchillos, tenedores, máquinas, etc. podremos construir con el oro que se extrae de las entrañas de la tierra, si por un lado, el uso industrial del mismo en mínimo no se utiliza en una fábrica se guarda como sustento de valor-, y si por otro lado ese sustento de valor se lo llevan la grandes empresas y sólo nos dejan algunos dineros por salarios de obreros mal pagados?

Los que tenemos conciencia de que lo esta haciendo el giojismo no es en beneficio del pueblo y de la provincia, no nos cansaremos de manifestarnos en contra de la minería del cianuro y de la entrega a las multinacionales. Y no nos cansaremos de repudiar las actitudes antidemocráticas del gobierno, como cuando un grupo de compañeros intentó manifestarse en defensa del medio ambiente frente a la Casa de Sarmiento, la policía les obstaculizó el paso argumentando que el grupo tenía disonancia ideológica con el contenido del acto.

Con la minería del giojismo los únicos que se benefician son las empresas extranjeras que se lo llevan todo, y todavía más de los que invierten, por las exportaciones y las prerrogativas impositivas que reciben de el ámbito nacional, provincial, y municipal, y grupos sectoriales que adulan a Gioja. Como dice la solicitada del P. Justicialista de Catamarca: “De los 1632 millones de dólares en exportaciones, nada regresa al país” (ver solicitada), La gran Minería no generó ningún efecto económico positivo regional, Catamarca aumentó su índice de pobreza y desempleo… Al contrario: El “Aumentó la desnutrición y mortalidad infantil, la miseria en las comunidades es alarmante”.

Que no nos ocurra como nuestros hermanos bolivianos, primero con los españoles que se llevaron toda las riquezas de mineral de Plata del Potosí, luego los yanquis que se llevaron el estaño, y ahora los españoles de Repsol, los brasileños de Lula con Petrobras, y los argentinos de Kirchner, que quieren sus hidrocarburos y el hierro del Mutún para garantizar grandes ganancias a los exportadores de Gas barato Boliviano. Pero los monopolios nos les dejaron ningún tipo de industrialización que les posibilitara un desarrollo independiente como Nación. Pero hagamos como ellos los bolivianos de hoy que se han puesto de pie de lucha y produjeron la nacionalización de sus hidrocarburos.

Si tomamos en cuenta el desastre ambiental que ya produce y que incrementará la Minería del Cianuro en la provincia- a cielo abierto como se la denomina-, debemos mirarnos en el espejo de Catamarca. El daño ambiental se manifestará por forma triple: Desaparición de Glaciares, uso indiscriminado de las aguas y contaminación de las mismas desde las nacientes de los ríos, con el perjuicio para otras actividades como la agricultura. A esto debemos agregar la destrucción del paisaje por millones de toneladas de polvo que se disemina por las explosiones para rascar la superficie de las montañas y el consecuente destrucción de la vida vegetal y animal en la zona, a lo que hay que agregar que a esta forma de vida se le hará imposible el habitad por los ruidos. Dicen las autoridades del PJ de Catamarca: “Alumbrera consume 80.000.000 de litros de agua de alta pureza por día, la que ingresa al proceso industrial y la devuelve contaminada al terreno natural”.

La actividad minera debe estar enmarcada en la definición que reprodujimos más arriba: servir a un desarrollo industrial que resolver las necesidad y genere mejor calidad de vida para el pueblo. A lo que debemos agregar, preservando el medio ambiente como parte de esa mejor calidad de vida.

En manos de gobiernos como el de Kirchner y Gioja estas condiciones no están aseguradas. Ellos privilegian las inversiones de capitalistas, fundamentalmente de empresas extranjeras, que sólo persiguen la ganancia, incrementar sus capitales, sin importarles la vida humana ni el cuidado del habitad. Los que hemos tomado conciencia de este hecho no debemos desfallecer en nuestra lucha y llegar con nuestra prédica a todos los sectores populares, aislando a los sectores provinciales que se alían con enemigos del pueblo: que son las grandes empresas mineras de la muerte y los gobiernos y sus funcionarios que les son afines.