El cuento del empelo minero. La mina de oro Gualcamayo , en el departamento sanjuanino de Jáchal, está llegando a su fin en la explotación a cielo abierto y sólo quedará la minería subterránea. Desde el sindicato informaron que “se puso fin a la relación laboral” de unas 130 personas. En la empresa Minas Argentinas, subsidiaria de Yamana Gold, intentan minimizar la situación. La cantidad de trabajadores que ya quedaron sin empleo, encendió la luz de alerta entre trabajadores y pobladores del departamento Jáchal donde se baraja la cifra de un total de 300 trabajadores mineros que pasarán a engrosar las filas de desocupados de San Juan.Fuente: Diario Huarpe
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“Este no es el final de Gualcamayo. Es solo la necesidad de buscar un punto de sustentabilidad”, explicó un ejecutivo de Yamana Gold tras confirmar que comenzó un proceso de desvinculación de personal que abarcará prácticamente todo el 2018.
De acuerdo a lo informado desde la minera, el proceso de reducción de personal obedece a que “se agota el mineral del primer pozo, el de la Quebrada del Diablo”. Las minas tienen un tiempo estipulado de vida. En el caso del yacimiento Gualcamayo aseguran que “tiene recursos para producir 10 años más” ya que quedan los pozos de Amelia Inés y Magdalena, por lo que no puede decirse que se trate de un cierre definitivo.
Los mismos trabajadores expresaron el desaliento ante la posibilidad de quedarse sin trabajo y estar a la expectativa de ingresar en otro proyecto minero. Una gran cantidad de trabajadores ahora desafectados pertenecen al departamento de Jáchal, mientras que otros correspondían a nativos de otras provincias, como La Rioja, quienes trabajaban en la mina.
La mina Gualcamayo cuando inició su explotación, tenía en proyección hacerlo por un lapso de siete años pero los recursos encontrados hicieron que esto se estirara hasta los 10 años que lleva en actividad actualmente. Pero como funciona la minería, era sabido que en algún momento iban a tener que desprenderse de trabajadores, momento que llegó ahora y se extenderá a lo largo del año.
Desde los últimos meses del 2017 hasta ahora, la minera empezó a acordar con trabajadores para concretar las desafectaciones, sin que lleguen estos casos a judicializarse. Desde el sindicato de AOMA sostienen que el número de despedidos es de unos 130 trabajadores, “aunque sólo se trata de empleados sindicalizados”.
Según explicaron fuentes calificadas, el despido de los trabajadores se dio en los términos que corresponden, con la indemnización que cabía en cada caso, por lo que no fue necesaria la intervención de la Seb Secretaría de Trabajo de la provincia. Además, hubo acuerdos con trabajadores que querían dejar sus puestos, lo que facilitó la elección de las personas a despedir.